Por tanto, primero tocará analizar cuál ha sido el papel individual y colectivo de la plantilla que recién acaba de terminar su etapa en el Real Oviedo. Analizar roles, actuaciones, también las causas de estos rendimientos y lo que podrán dar determinados futbolistas de cara al curso que viene. No se trata de garantizar continuidad porque sí, quien no garantice un mínimo no se ha de quedar por decreto. Pero el ahorrar movimientos innecesarios será tiempo ganado de acoplamiento, adaptación a la exigencia del Club e implicación con la causa oviedista.
Todo apunta a que Granero querrá plantilla corta y aportación de futbolistas del Vetusta. Veremos si es la tendencia, o una simple declaración de intenciones que se queda en nada, como ocurrió en años anteriores. Alguno llama a la puerta, desde luego. Sigue eso la línea de buscar primero lo que ya está en casa.
Portería:
Los dos primeros tercios de la temporada fueron propiedad indiscutible de Dani Barrio. La lesión de Mario Ruyales le abrió las puertas de la titularidad, y el gijonés no desaprovechó la oportunidad. Portería a cero en cinco de los seis primeros partidos oficiales, intervenciones salvadoras para un equipo al que le costaba arrancar y seguir la senda que marcaba el Tenerife. Pero con el paso de las semanas, Dani empezó a alternar grandes actuaciones con fallos clamorosos que costaron puntos; lo que te daba un día te lo quitaba al siguiente. Cuando falla, el meta es el único que no tiene salvavidas detrás.
Llegó en Enero Orlando Quintana, con una trayectoria como aval para ser el portero del playoff. Una lesión le detuvo el primer mes y medio, pero no fue impedimento para que Granero le diese la responsabilidad bajo palos desde el debut del míster valenciano en Butarque. Empezó dubitativo, errores graves ante Zamora y Tenerife para seguir alimentando el debate en la portería. El rún-rún estaba en la grada hasta que se convirtió en héroe de la eliminatoria ante el Albacete. Evitó el gol manchego en el Tartiere con mano salvadora ante Calle, sostuvo a los suyos en el Carlos Belmonte saliendo vencedor en dos acciones de 1vs1 cuando la eliminatoria estaba en un puño.
El grancanario parte con la ventaja que le proporcionan sus actuaciones en las eliminatorias de ascenso, su experiencia le avala como portero fiable en los momentos decisivos por más que su juego de pies haga subir las pulsaciones de la grada. Dani Barrio confirmó progresión durante el curso, pero su irregularidad convirtió una temporada de sobresaliente en debatible. Sin sus cuatro o cinco errores puntuales, no habría duda al respecto. Pero ese es su mayor hándicap, y es que la portería del Real Oviedo no admite paciencia cuando está en juego un ascenso a LFP.
Uno de los dos ha de salir, ocupar dos fichas senior en la portería es un lujo innecesario con la actual restricción de dieciséis por plantilla. El portero es el único libre de rotaciones, el suplente sabe que sin desgracias de por medio tiene difícil disfrutar de minutos. Por eso habrá que buscar en el mercado un guardameta que ocupe ficha Sub-23, que sea capaz de apretar las tuercas a su compañero para no ser una mera comparsa dentro del grupo.
Defensa:
Los atacantes ganan partidos, las defensas deciden campeonatos. Ahí iban encaminados los primeros pasos en pretemporada, y los azules terminaron por ser el segundo equipo menos goleado tras el Tenerife. El playoff arroja sensación de vulnerabilidad en Mantovani a pesar de su impecable Liga Regular, pero refuerza a Baquero como pieza indiscutible y referencia para empezar a construir el juego desde atrás. Granero intentó inculcar esto en sus primeros partidos, pronto se refugió en el juego directo a Cervero; habrá que ver cuál es el camino que sigue en el nuevo curso.
El argentino ha sido de los preferidos de la grada. Llamativo y entregado, suple errores en la colocación tirando de físico, tiene facilidad para el giro y no le cuesta ir al suelo o a la batalla aérea, aunque ha sufrido cuando ha tenido metros a sus espaldas. Su mayor debe aparece con el balón en los pies, ahí donde Baquero se hace fuerte. Guardaespaldas de su lateral, él fue el lanzador de Cervero en el playoff y el único capaz de aportar calma y jugar posesiones largas jugando con Héctor Simón y Aitor Sanz cuando la situación requería bajar pulsaciones.
Defensa con cuatro centrales, ni David Fernández ni Álvaro Cuello son laterales al uso. Correctos y fiables en fase defensiva, por más que Tete o Capa les hayan hecho sufrir de lo lindo durante el playoff de ascenso. La carencia llegó a la hora de atacar porque ninguno es futbolista para doblar a su extremo, ganar línea de fondo y crear situaciones de 2vs1. Eso volvió a los azules previsibles en ataque, repercutió en el juicio a los hombres de arriba y también en el rendimiento colectivo. Reforzar al equipo con laterales con recorrido que sean amenaza ofensiva parece la máxima prioridad de la nueva plantilla.
Papel muy secundario para Lucien Owona y Javi Cantero. El camerunés fue titular en los inicios pero fue perdiendo presencia desde que Sarriugarte apostó por David como lateral en el duelo en O Vao ante el Coruxo. Por su parte, el rendimiento del defensa zurdo tuvo un antes y un después tras la derrota en Salamanca; nunca más recuperó la confianza para afianzarse en el puesto y terminó siendo una vía de agua por la facilidad para perder la espalda. Aún así, Granero le concedió la titularidad en sus primeros partidos en el banquillo para luego devolverle a la grada en la recta decisiva.
Mantovani y Álvaro Cuello son los únicos con contrato en vigor. La continuidad de David Fernández será complicada, tendrá ofertas, pero es un futbolista al que dan ganas de ver en su auténtico rol de central. Baquero entra en los planes del cuerpo técnico, su regularidad le avala. Reforzar los dos laterales, el fichaje de un cuarto central dependerá del rol que se le asigne a Álvaro Cuello y de la confianza de Granero en Ángel, del Vetusta. Chapi también pisa fuerte para ocupar la banda derecha, quizá sea la hora de que el chaval sea quien doble la posición en el lateral, y empiece a confirmar todo lo que lleva apuntado en El Requexón...
Foto: @nfelgue y @jonas_sanchez