Orlando Quintana fue el refuerzo sorpresa en el mercado invernal, cuando empezó a sonar la baja de Mario Ruyales todos mirábamos al Vetusta para complementar a Dani Barrio, ninguno peinaba el mercado fuera de Oviedo ya que creíamos en la necesidad de una ficha senior para el lateral antes que para la portería. La idea de Sarriugarte iba por otro lado, creyó oportuno aumentar la competencia en el arco, fichar a alguien con experiencia en ascensos para ir sobre seguro en los meses de Mayo y Junio.
Dani Barrio como titular indiscutible para el técnico vasco desde la lesión de Mario Ruyales en la semana previa al inicio liguero en el Suárez Puerta. Hasta entonces, prioridad para el guardameta madrileño, con más minutos en pretemporada, más partidos, todo encaminado hacia un debut que nunca se produjo ya que la rotura del menisco de su rodilla izquierda le apartó los dos primeros meses del curso. Dani Barrio actuó en Liga y Copa, en la vuelta de Ruyales el equipo ya estaba en una sola competición y las rotaciones en portería no se plantean.
Su baja parecía clara, la limitación en el número de fichas senior condicionaba al cuerpo técnico, y para entrar antes debían dejar salir. Gastar dos fichas profesionales en la portería parecía un lujo prescindible, más cuando los nombres que sonaban para llegar en otros puestos no cubrían plaza Sub-23 con la excepción de Fran Sol. En la portería la limitación se marca en 25 años, todas las piezas parecían encajar para un fichaje secundario una vez que Dani Barrio se había afianzado en el once y conquistado la confianza de todos con sus méritos bajo palos.
Llegada por sorpresa de Orlando Quintana, incertidumbre por el reajuste en los roles ya que un portero como él no viene a Segunda B para ser suplente. Tan solo la irrupción de Santamaría le apartó del once en la Ponferradina, y aún así tuvo sus partidos de Liga defendiendo el arco del equipo de Claudio Barragán durante esta Liga. Aquí, Dani Barrio como titular indiscutible, gran inicio de curso y muchos puntos en sus actuaciones, no había dudas sobre su papel en el colectivo. La llegada del meta canario inicia el debate, son los pros y los contras de tener dos porteros capaces.
En Fuenlabrada llegaba el debut de los nuevos, todos lo vieron desde el banquillo porque Sarriugarte apostó por la continuidad del equipo que lograba pisarle los talones al líder Tenerife. Tocaba esperar la oportunidad como alternativa a los que ya estaban. Pepe Díaz lo ha conseguido, Fran Sol no llega al once a pesar de la baja de Cervero, Héctor Simón comienza a alimentar el primer debate. A la semana de su llegada llegó la fatalidad para Orlando Quintana: fractura de costilla tras caer sobre un balón en un entrenamiento, primera lesión larga de su carrera y competencia por la titularidad aplazada.
Ocasión de oro para Dani Barrio de afianzarse y cerrar el debate, hubiese sido difícil la discusión si en estas seis semanas el gijonés hubiese mantenido la dinámica que llevaba durante todo el curso. Mes difícil para el oviedismo, derrotas dolorosas, sensaciones invertidas y actuaciones colectivas que van de la mano al rendimiento de Dani Barrio, en el ojo del huracán tras sus fallos ante Alcalá y CD Marino. Errores puntuales que cuestan puntos (ya había ocurrido ante Guijuelo o Tenerife en la primera vuelta) y que convierten en debatible una temporada que iba camino de sobresaliente.
El Domingo llega el Caudal al Tartiere, mejor visitante del Grupo I y que se pondría por delante de los nuestros en caso de victoria en Oviedo. Alta médica para Orlando Quintana durante la semana, el canario estará en la lista de dieciséis convocados, y Marcos de vuelta con el Juvenil A. Una titularidad sería prematura e inexplicable, Orlando tiene todas las aptitudes del mundo pero en Enero partía como alternativa al puesto y no ha hecho méritos para ocupar la portería azul; aún no ha podido, no le ha dado tiempo. Quintana vuelve a la dinámica con sus compañeros, a partir del Lunes comenzará la batalla por ser el guardián de Sarriugarte.
Foto: @JonasSanchez
Dani Barrio como titular indiscutible para el técnico vasco desde la lesión de Mario Ruyales en la semana previa al inicio liguero en el Suárez Puerta. Hasta entonces, prioridad para el guardameta madrileño, con más minutos en pretemporada, más partidos, todo encaminado hacia un debut que nunca se produjo ya que la rotura del menisco de su rodilla izquierda le apartó los dos primeros meses del curso. Dani Barrio actuó en Liga y Copa, en la vuelta de Ruyales el equipo ya estaba en una sola competición y las rotaciones en portería no se plantean.
Su baja parecía clara, la limitación en el número de fichas senior condicionaba al cuerpo técnico, y para entrar antes debían dejar salir. Gastar dos fichas profesionales en la portería parecía un lujo prescindible, más cuando los nombres que sonaban para llegar en otros puestos no cubrían plaza Sub-23 con la excepción de Fran Sol. En la portería la limitación se marca en 25 años, todas las piezas parecían encajar para un fichaje secundario una vez que Dani Barrio se había afianzado en el once y conquistado la confianza de todos con sus méritos bajo palos.
Llegada por sorpresa de Orlando Quintana, incertidumbre por el reajuste en los roles ya que un portero como él no viene a Segunda B para ser suplente. Tan solo la irrupción de Santamaría le apartó del once en la Ponferradina, y aún así tuvo sus partidos de Liga defendiendo el arco del equipo de Claudio Barragán durante esta Liga. Aquí, Dani Barrio como titular indiscutible, gran inicio de curso y muchos puntos en sus actuaciones, no había dudas sobre su papel en el colectivo. La llegada del meta canario inicia el debate, son los pros y los contras de tener dos porteros capaces.
En Fuenlabrada llegaba el debut de los nuevos, todos lo vieron desde el banquillo porque Sarriugarte apostó por la continuidad del equipo que lograba pisarle los talones al líder Tenerife. Tocaba esperar la oportunidad como alternativa a los que ya estaban. Pepe Díaz lo ha conseguido, Fran Sol no llega al once a pesar de la baja de Cervero, Héctor Simón comienza a alimentar el primer debate. A la semana de su llegada llegó la fatalidad para Orlando Quintana: fractura de costilla tras caer sobre un balón en un entrenamiento, primera lesión larga de su carrera y competencia por la titularidad aplazada.
Ocasión de oro para Dani Barrio de afianzarse y cerrar el debate, hubiese sido difícil la discusión si en estas seis semanas el gijonés hubiese mantenido la dinámica que llevaba durante todo el curso. Mes difícil para el oviedismo, derrotas dolorosas, sensaciones invertidas y actuaciones colectivas que van de la mano al rendimiento de Dani Barrio, en el ojo del huracán tras sus fallos ante Alcalá y CD Marino. Errores puntuales que cuestan puntos (ya había ocurrido ante Guijuelo o Tenerife en la primera vuelta) y que convierten en debatible una temporada que iba camino de sobresaliente.
El Domingo llega el Caudal al Tartiere, mejor visitante del Grupo I y que se pondría por delante de los nuestros en caso de victoria en Oviedo. Alta médica para Orlando Quintana durante la semana, el canario estará en la lista de dieciséis convocados, y Marcos de vuelta con el Juvenil A. Una titularidad sería prematura e inexplicable, Orlando tiene todas las aptitudes del mundo pero en Enero partía como alternativa al puesto y no ha hecho méritos para ocupar la portería azul; aún no ha podido, no le ha dado tiempo. Quintana vuelve a la dinámica con sus compañeros, a partir del Lunes comenzará la batalla por ser el guardián de Sarriugarte.
Foto: @JonasSanchez