Fichaje en el mercado invernal para solucionar las carencias en la sala de máquinas oviedista. Aitor Sanz y Gálder Cerrajería como la pareja indivisible para Sarriugarte, uno como referencia defensiva y el otro como el invitado sorpresa desde tercera línea para convertirse en referencia goleadora de los azules mientras Diego Cervero buscaba su punto justo. Pascual era la alternativa, con la llegada de Héctor Simón el canterano se fue al Vetusta en un movimiento inexplicable.
El catalán llegó a un equipo que adquiría velocidad, sumaba victorias (aún con el paréntesis de Gijón por el medio) para empezar a disputarle el liderato al Tenerife. Trayectoria en Segunda y pieza importante el curso anterior en el Sabadell, ese era el aval de Héctor Simón en su llegada a Oviedo. Insuficiente para empezar de inicio, Sarriugarte no repitió errores en la gestión de vestuario y el gerundense tuvo que esperar su oportunidad desde el banquillo, sumando minutos como recambio hasta poder entrar en el once.
Debutó en la última victoria convincente de los azules, aquel 4-0 en el Tartiere ante el Sanse y que ahora parece tan lejano. Héctor salió desde el banquillo, apenas quince minutos pero suficientes para demostrarnos su golpeo de balón de otra categoría, sirviendo en falta lateral el último tanto a Javi Cantero. Refuerzos llegados de Segunda para aumentar competencia interna, once titular establecido y dinámica ganadora para atacar de una vez por todas al liderato. En Alcalá se torció todo, esas sensaciones son ahora un mero recuerdo y es que el partido del Domingo ante el Caudal será en la lucha por aguantar el tercer puesto y no por escalar a lo más alto.
Las bajas de Cervero y Manu Busto facilitaron la apuesta del técnico en tierras madrileñas, esa que encierra a Cerrajería en la mediapunta privándole del factor sorpresa. Juntar tres mediocentros en el once inicial no ha sido sinónimo de victoria para el Real Oviedo, más bien al contrario. Fue entonces cuando el menisco de Gálder dijo 'basta', también llegó la sanción por acumulación de amarillas para Aitor Sanz. Puertas de la titularidad abiertas para Héctor Simón; momento complicado pero oportunidad como ninguna. Los malos resultados pueden ocultar buenas actuaciones, la dinámica general no ha acompañado pero el mediocentro ha aportado sobre el campo lo que se le pedía al refuerzo invernal para la posición.
El Tartiere penaliza a todos, un poco más a aquellos que destacan por el buen trato de balón. Evitar las conducciones, el juego en corto puede llegar a ser una quimera. Desplazamiento en largo diferencial el de Héctor Simón, de un lado a otro para mover al equipo y dar velocidad a una circulación que lo agradece. Golpeo de otro nivel, carta ganadora para la estrategia y su disparo de media distancia como baza ofensiva a añadir en favor del grupo. Sarriugarte va recuperando efectivos, prescindir de alguien de su nivel parece un pecado. La decisión del técnico marcará la identidad del colectivo.
Foto: El Comercio
El catalán llegó a un equipo que adquiría velocidad, sumaba victorias (aún con el paréntesis de Gijón por el medio) para empezar a disputarle el liderato al Tenerife. Trayectoria en Segunda y pieza importante el curso anterior en el Sabadell, ese era el aval de Héctor Simón en su llegada a Oviedo. Insuficiente para empezar de inicio, Sarriugarte no repitió errores en la gestión de vestuario y el gerundense tuvo que esperar su oportunidad desde el banquillo, sumando minutos como recambio hasta poder entrar en el once.
Debutó en la última victoria convincente de los azules, aquel 4-0 en el Tartiere ante el Sanse y que ahora parece tan lejano. Héctor salió desde el banquillo, apenas quince minutos pero suficientes para demostrarnos su golpeo de balón de otra categoría, sirviendo en falta lateral el último tanto a Javi Cantero. Refuerzos llegados de Segunda para aumentar competencia interna, once titular establecido y dinámica ganadora para atacar de una vez por todas al liderato. En Alcalá se torció todo, esas sensaciones son ahora un mero recuerdo y es que el partido del Domingo ante el Caudal será en la lucha por aguantar el tercer puesto y no por escalar a lo más alto.
Las bajas de Cervero y Manu Busto facilitaron la apuesta del técnico en tierras madrileñas, esa que encierra a Cerrajería en la mediapunta privándole del factor sorpresa. Juntar tres mediocentros en el once inicial no ha sido sinónimo de victoria para el Real Oviedo, más bien al contrario. Fue entonces cuando el menisco de Gálder dijo 'basta', también llegó la sanción por acumulación de amarillas para Aitor Sanz. Puertas de la titularidad abiertas para Héctor Simón; momento complicado pero oportunidad como ninguna. Los malos resultados pueden ocultar buenas actuaciones, la dinámica general no ha acompañado pero el mediocentro ha aportado sobre el campo lo que se le pedía al refuerzo invernal para la posición.
El Tartiere penaliza a todos, un poco más a aquellos que destacan por el buen trato de balón. Evitar las conducciones, el juego en corto puede llegar a ser una quimera. Desplazamiento en largo diferencial el de Héctor Simón, de un lado a otro para mover al equipo y dar velocidad a una circulación que lo agradece. Golpeo de otro nivel, carta ganadora para la estrategia y su disparo de media distancia como baza ofensiva a añadir en favor del grupo. Sarriugarte va recuperando efectivos, prescindir de alguien de su nivel parece un pecado. La decisión del técnico marcará la identidad del colectivo.
Foto: El Comercio