Miércoles completo en la agenda para José Carlos Granero. A primera hora, presentación ante la plantilla y primer entrenamiento con sus nuevos futbolistas para comenzar a preparar el vital partido en Butarque. Después, presentación oficial ante los medios en el Tartiere. Y por la tarde, segunda sesión con el equipo. El nuevo entrenador azul no pierde el tiempo, sabe que la semana es importante y cuantas más horas acumule con los jugadores, mejor.
Días revueltos en el cielo azul, tan solo en el Real Oviedo una decisión cuasi unánime, como lo era la destitución de Sarriugarte, puede acabar en una marejada institucional, además de ser pública y notoria por eso del dominio de las redes sociales en el entorno oviedista. Devolver normalidad, terminar con la tormenta y que la pelota vuelva a ser protagonista, serán los primeros pasos encargados a José Carlos Granero en sus inicios como nuevo jefe. En lo deportivo, cinco objetivos inmediatos, cinco metas para devolver la velocidad de crucero perdida hace mes y medio.
1. Ganarse a todo el mundo con el mensaje, importan casi tanto los medios y el aficionado como los futbolistas. Fue el debe de Sarriugarte; allí donde fracasó el vasco ha de triunfar el valenciano si no quiere empezar a pie cambiado su andadura en el Real Oviedo. Comienza fuerte, "todo lo que no sea el ascenso será una decepción, sé a lo que vengo". Concienciar al vestuario para las diez finales restantes, convencer y motivar al futbolista con su método de trabajo y su discurso. Quien cree en su entrenador siempre va a llegar a donde otros no pueden.
2. Involucrar a toda la plantilla será fácil los primeros días, con nuevo entrenador todos parten de cero y el puesto no es seguro para nadie por más que la columna vertebral sea reconocible y conocida. La tarea será más compleja a partir del Domingo: mantener en dinámica de equipo a aquellos con menos minutos y evitar tensiones en la caseta. Sarriugarte no conectó con el vestuario, ahí empezó a perder su crédito desde el principio porque al final no estaban contentos ni los indiscutibles ni los 'marginados'.
3. Devolver la confianza a un grupo herido, que había llegado a la estela del liderato pero que en el último mes y medio ha desperdiciado el crédito sumado en Diciembre y Enero, dejándose puntos impensables por el camino, y que ahora busca la identidad que se empezó a perder la derrota sufrida en Alcalá. Trabajo mental más importante que el de campo para esta semana, instrucciones básicas, claras y sencillas de comprender para un futbolista que debe recobrar la fe en los suyos y en él mismo.
4. Cohesionar un once, aportar continuidad sin perder competencia interna. Afianzar roles dentro del grupo, formar un Real Oviedo más reconocible sin que nadie pase del once a la grada por decisión estrictamente futbolística. Polivalencias innecesarias en una plantilla con dos hombres por puesto, crear lucha de dos futbolistas por una plaza y a competir. Detecta carencia en el lateral, por eso Chapi y Sinchi entrenan en el primer día con la primera plantilla. El único beneficiado, el grupo. Pero sobre todo, asentar una idea y una base de cara a los primeros partidos del sprint final.
y 5. Inventir la dinámica, devolver la esperanza a plantilla y afición con una actuación convincente ante el Leganés. Partido clave, comprometido por los acontecimientos de la semana, pero escenario del que salir muy reforzado si las cosas salen bien. Sacar tres puntos alzaría de nuevo al segundo puesto, permitiría seguir la estela del Tenerife y demostrar a todos que en las nueve jornadas restantes el Real Oviedo no va a dar tregua en pos del primer puesto.
Foto: ovdsport.es
Días revueltos en el cielo azul, tan solo en el Real Oviedo una decisión cuasi unánime, como lo era la destitución de Sarriugarte, puede acabar en una marejada institucional, además de ser pública y notoria por eso del dominio de las redes sociales en el entorno oviedista. Devolver normalidad, terminar con la tormenta y que la pelota vuelva a ser protagonista, serán los primeros pasos encargados a José Carlos Granero en sus inicios como nuevo jefe. En lo deportivo, cinco objetivos inmediatos, cinco metas para devolver la velocidad de crucero perdida hace mes y medio.
1. Ganarse a todo el mundo con el mensaje, importan casi tanto los medios y el aficionado como los futbolistas. Fue el debe de Sarriugarte; allí donde fracasó el vasco ha de triunfar el valenciano si no quiere empezar a pie cambiado su andadura en el Real Oviedo. Comienza fuerte, "todo lo que no sea el ascenso será una decepción, sé a lo que vengo". Concienciar al vestuario para las diez finales restantes, convencer y motivar al futbolista con su método de trabajo y su discurso. Quien cree en su entrenador siempre va a llegar a donde otros no pueden.
2. Involucrar a toda la plantilla será fácil los primeros días, con nuevo entrenador todos parten de cero y el puesto no es seguro para nadie por más que la columna vertebral sea reconocible y conocida. La tarea será más compleja a partir del Domingo: mantener en dinámica de equipo a aquellos con menos minutos y evitar tensiones en la caseta. Sarriugarte no conectó con el vestuario, ahí empezó a perder su crédito desde el principio porque al final no estaban contentos ni los indiscutibles ni los 'marginados'.
3. Devolver la confianza a un grupo herido, que había llegado a la estela del liderato pero que en el último mes y medio ha desperdiciado el crédito sumado en Diciembre y Enero, dejándose puntos impensables por el camino, y que ahora busca la identidad que se empezó a perder la derrota sufrida en Alcalá. Trabajo mental más importante que el de campo para esta semana, instrucciones básicas, claras y sencillas de comprender para un futbolista que debe recobrar la fe en los suyos y en él mismo.
4. Cohesionar un once, aportar continuidad sin perder competencia interna. Afianzar roles dentro del grupo, formar un Real Oviedo más reconocible sin que nadie pase del once a la grada por decisión estrictamente futbolística. Polivalencias innecesarias en una plantilla con dos hombres por puesto, crear lucha de dos futbolistas por una plaza y a competir. Detecta carencia en el lateral, por eso Chapi y Sinchi entrenan en el primer día con la primera plantilla. El único beneficiado, el grupo. Pero sobre todo, asentar una idea y una base de cara a los primeros partidos del sprint final.
y 5. Inventir la dinámica, devolver la esperanza a plantilla y afición con una actuación convincente ante el Leganés. Partido clave, comprometido por los acontecimientos de la semana, pero escenario del que salir muy reforzado si las cosas salen bien. Sacar tres puntos alzaría de nuevo al segundo puesto, permitiría seguir la estela del Tenerife y demostrar a todos que en las nueve jornadas restantes el Real Oviedo no va a dar tregua en pos del primer puesto.
Foto: ovdsport.es