Confianza Pacheta

Conoce la prioridad, domina el mensaje, Pacheta sabe que el primer paso es ganar la confianza de jugadores y afición, recuperar el estado anímico de una plantilla con la moral por los suelos. El objetivo inicial era otro, verse abajo destroza y una piedra se convierte en una montaña. Si algo puede salir mal sale mal, una más como diría Jorge Perona. En el fútbol y en la vida, si no crees en ti y en lo que haces estás perdido.

Ideas claras desde el primer día, ganar al Eibar y nada más. Olvidarse de permanencia, de otros resultados, centrarse sólo en la idea de ganar a los armeros. El primer objetivo es hacer creer al vestuario que la victoria es posible, que no son peores que los vascos y que si las cosas se hacen bien el resultado no tiene por qué ser malo. Todos rinden por debajo de sus posibilidades, Pacheta busca al jugador, quiere hacerles ver que son mejores de lo que están demostrando hasta ahora.

Confianza absoluta, involucra a todo el vestuario diciendo que le será muy complicado cerrar la lista de 16 convocados para el Domingo. Conoce a los futbolistas, seis partidos son suficientes para hacerse una idea de lo que puede sacar pero de puertas afuera el mensaje es otro. Prueba variantes, onces distintos en los entrenos para mantener a todos en tensión, nadie sabrá hasta el último momento quiénes serán los titulares. Sorprendido con el ritmo de trabajo, la entrega y el empuje, todos son mensajes positivos.

Estudia al rival, sabe de la fortaleza del Eibar, hoy entrenamiento de estrategia en el Tartiere. Con el burgalés las sesiones son cortas pero muy intensas, esfuerzos rápidos de intensidad máxima. Los entrenamientos, igual que los mensajes al futbolista: cortos y precisos. El jugador no soporta las charlas de media hora ni las sesiones de video, todo lo que sea liberar espacio en la cabeza es bienvenido. Pacheta incide en la victoria del duelo individual para lograr la colectiva, si cada uno gana a su par será más fácil ganar al Eibar. Devolver el hambre a la plantilla, mirar al de enfrente a los ojos y decirle “soy mejor que tú”. Para serlo, el primer paso es creerlo.

De momento ya ha conseguido que la afición espere expectante el choque ante los armeros seis días después de sufrir una de las mayores humillaciones en la historia del Club. Y mejor aún, se espera con ansia y con fe en la victoria. En el vestuario también, la idea de #ganaralEibar ha calado hondo en el entorno, Pacheta ha ganado la primera mini batalla. La auténtica será mañana, veremos cómo responden los jugadores ante el Tartiere. Querer es poder, empieza de cero una Liga de 13 jornadas con una idea: pensar en ganar el partido siguiente.


Foto: Magazine Oviedista