Pinchazo contrarreloj

1. 45 minutos por delante, marcador en contra que obligaba al Real Oviedo a salir a por el partido desde el primer segundo. Sarriugarte lo apuntaba en la previa en el Requexón, habría cambios en el once. Se esperaba un equipo distinto, una variante en el dibujo para sorprender al Caudal. Los cambios fueron de jugador por jugador, por más que la idea con Pascual sea distinta a la de Cerrajería. Primer error mayúsculo que le daba aire a los mierenses.

2. No es un partido al uso; dos condicionantes, tiempo y marcador, lo hacen especial. El planteamiento ha de ir acorde al escenario, el de hoy era un choque contra el crono más que contra el Caudal. Embotellar a los de Paco en su propia área, demostrar ambición en la salida, para arañarle segundos al reloj ya habría tiempo. Doble '9', estacas en bandas y Señé con libertad entre líneas. Aplicar en el inicio la receta con la que se asedió la meta de Sergio Segura los últimos 10' era lo indicado.

3. Once inicial con novedades: momento Pascual para llevar la manija; volvía Jandro en banda diestra, tras muchas semanas de ausencia, para dar descanso a un Xavi Moré que, de ser decisión suya, hubiese estado en Mieres y Zamora. Owona en lugar de Iván Rubio respecto a la primera parte, escenario de dificultad para el camerunés y que penalizó en la salida de balón azul durante toda la tarde.

4. Calentamiento diferencial de unos y otros. Paco utilizó a la totalidad de los suyos, el futbolista de banquillo era uno más en el pre-partido a sabiendas de que su momento podía llegar a los 5' ó a los 20' de la reanudación. El oviedista fue un calentamiento al uso: los once titulares por su lado y los cuatro suplentes por otro. Para estos últimos, rondos sin tensión alguna e intensidad de partido inexistente. Indicativo de que el banquillo se movería tarde, sin más remedio.

5. La primera fue para los mierenses, Dani Barrio salvador ante Javi Sánchez para que el partido no se terminase en el 47' con 2-0. Fue la demostración de lo visto en el calentamiento, pocas veces existe la casualidad en el fútbol. El inicio fue del Caudal, bien plantado y sin conceder ocasiones ni posesiones trascendentes a los de Sarriugarte. Tardaron los azules en entrar en el partido, cuando se consiguió ya era demasiado tarde aunque quedaba tiempo por delante.

6. Veinte minutos tuvieron que pasar para ver a un Real Oviedo dominador, la lucha contra el crono y las prisas estaban servidas. La tuvo Señé en disparo cruzado, el sintético del Hermanos Antuña no fue su aliado esta tarde. Cervero como referencia, Jandro ganando la espalda de Invernón pero sin fortuna en el último pase. Con poco se encerró a los locales, apareció el miedo a perder lo que ya se cree ganado y comenzó el asedio.

7. Aquino por Javi Cantero a falta de un cuarto de hora para intentar sembrar el caos en el Caudal con un dibujo anárquico, tres centrales y Javi Casares con libertad por dentro. Roles invertidos: Dani se dió a conocer como segundo punta; Javi es extremo al uso. Con el 1-0 y el Caudal atrincherado la tuvo el jerezano ante Sergio Segura, hoy no era su día. Aquino fue incapaz de poner un centro bien desde banda izquierda, demostración de que el extremo no es su sitio.

8. La insistencia tuvo premio, diez minutos de asedio bastaron para que llegase el empate tras penalty inocente de Prosi. Da lástima pensar lo que hubiese sido el partido si el asedio hubiese comenzado en el 46' y no en el 75'. No se supojugar con la presión, que era toda para el Caudal porque eran ellos los que podían perder algo que ya se les daba por ganado. No lo vieron Sarriugarte ni los suyos hasta que era demasiado tarde. Curiosamente el 2-1 llega con el Caudal soltado, liberado y con el botín 'perdido'.

9. Error imperdonable, perder un punto caído del cielo que hubiese armado de moral al vestuario de cara al partido de Zamora. Quedaban 3' más el descuento, el 1-2 había que buscarlo desde el orden y la inercia ganadora que te daba el tanto del empate. Aquino debía haber asumido esa responsabilidad defensiva como lateral para volver a un dibujo lógico en fase defensiva, y Señé u Óscar Martínez cerrar vía interior junto a Pascual ante la baja de Aitor Sanz. Ninguno de ellos supo verlo, y el gol de Nacho Méndez aparece con Baquero, David Fernández y Owona llegando tarde a sus respectivos balones divididos.

y 10. Falta de ambición en el inicio que pasó factura, el asedio debió durar más y en un duelo contrarreloj eso le dio alas y sobre todo oxígeno al Caudal. Después no se supo guardar la ropa, encajar el gol de la derrota en el 89' tras haber conseguido el empate en el 87' es inadmisible y seguro que el míster así lo hará saber en la caseta. Pescar algo era difícil, pero se había conseguido. Recuperar al grupo mentalmente de cara al Domingo es vital, quedarse con la reacción de los últimos veinte minutos y trasladarla a un partido completo, esa será la idea en Zamora.

Foto: Irma Collín