El fichaje de la temporada, el retorno ansiado por todo el oviedismo. Su lesión echó por tierra las esperanzas de ascenso el curso pasado, ese minuto fatídico en Toledo fue el principio del fin. Vive su cuarta temporada en Oviedo, ya es uno más en el club y en la ciudad, no se entiende una plantilla sin él. Querido y respetado por compañeros, prensa y afición, se lo ha ganado a pulso en el día a día. Futbolista determinante donde los haya, se 'debut' en Vallecas y sus actuaciones posteriores hacen volar la ilusión del oviedismo, y la suya propia...
- Hola Xavi. Muchas gracias por concederme la entrevista. Es un placer volver a 'tenerte' por el blog tanto tiempo después.
- Hola. El placer es mío después de tanto tiempo sin 'poder realizarlas' por motivos físicos.
- Imagino que el vestuario respirará tranquilo tras romper la mala racha en el Tartiere y haber vencido un partido por un marcador contundente.
- Mucho. Estábamos mentalizados de que, independientemente del resultado, la imagen había que cambiarla, el Tartiere es nuestro campo y la afición debía sentirlo. Así fue, y además se ganó con autoridad y con goles. Es el camino a seguir.
- Ante el Leganés vimos a un equipo más directo, más vertical, en ocasiones algo más agazapado que de costumbre. ¿Fue algo premeditado o surgió por los condicionantes del partido?
- No, teníamos claro que íbamos a apretarles desde arriba, y que una vez robásemos, los balones debían ir a las bandas. Que se viese un equipo con ganas y con ambición desde el primer minuto. Luego el rival juega y a lo mejor no consigues los objetivos tal y como los habías planteado, pero al menos la garra y la ambición por ganar tienen que estar siempre presentes. Conseguimos el objetivo en numerosas ocasiones y se creó mucho peligro, aunque nos faltó acierto en los metros finales, sobre todo en la primera parte.
- En el plano personal completaste por primera vez los 90 minutos desde que volviste de tu lesión. Tuviste espacios para correr y situaciones de 1vs1 en campo abierto ¿Cómo te encontraste?
- Sí, fue la primera vez que disputé 90 minutos desde hacía nueve meses. Me sentí bastante bien en líneas generales, aunque poco fino en el 1vs1. Me fui un poco enrabietado por no haber desbordado con más facilidad aunque tras el partido la gente me comentó que lo había hecho bastante bien. Físicamente me encontré bien, aunque soy consciente de que en la segunda parte, quizá por protegerme un poco, bajé el nivel y el número de carreras.
- Muchos meses de convalecencia desde aquél fatídico partido en Toledo. ¿Qué fue lo que peor llevaste durante la lesión?
- Lo que peor llevé fue la soledad en los entrenamientos. Es durísimo ir al gimnasio y sentirte solo, aunque en muchas ocasiones Barreto era mi sombra y nos hacíamos compañia mutuamente (risas). Pero en otras ocasiones debía hacer el trabajo en solitario y cuesta mucho, poco a poco te va consumiendo. Por suerte siempre hay alguien que está ahí para animarte o hacer que te vengas arriba.
- ¿Cómo era el día a día de Xavi Moré en su recuperación? Codo a codo con Barreto...
- Fue como enseñar a andar en bici a un hijo. Los tres primeros meses fueron de muchas sesiones: mañana y tarde todos los días para movilizar la rodilla, llegar a la extensión total para luego hacerlo en la flexión. Llegó la piscina, e íbamos los dos juntos a nadar en sesiones que transcurrían desde las nueve y pico de la mañana y que se alargaban hasta las tres de la tarde. Cuando llevaba ya tres meses y medio largos de lesión, comencé mis primeras carreras. Recuerdo que lo grabé y se lo envié a mis padres para que lo viesen, era como un niño con zapatos nuevos. Poco a poco cuando empiezas a correr todo se va haciendo más fácil y más llevadero. De vez en cuando llegaba el bajón y Barre siempre lo solventaba con unas buenas cervezas que hacían que me cambiase la cara; se portó muy bien conmigo y nos aguantamos bien mutuamente (risas). Al igual que el Doctor Maestro, que además de ser un médico excepcional y que realizó una intervención perfecta, es una persona que te gana de inmediato, atentísima y que se interesó continuamente por mi recuperación. Le doy las gracias desde aquí a ambos.
- Se cumplen tres semanas desde que reapareciste en Vallecas. ¿Sigues algún plan preventivo para fortalecer la rodilla? ¿Te veremos en Mieres y Zamora o se aconseja descansar y no jugar dos partidos en cuatro días?
- Sí, esto va rápido y ya soy uno más del grupo, sin distinciones. Tengo un plan específico para seguir potenciando los isquiotibiales y cuádriceps durante la semana para no dejar de lado la rodilla una vez recuperado. No sé que opciones barajará el míster para estos dos partidos tan seguidos. A priori no tengo dudas de que puedo jugarlos, luego el míster decidirá cómo quiere gestionarlos.
- Equipo y afición te aguardaban con los brazos abiertos. Desde finales de Agosto tenías el alta médica, pero por la deportiva hubo que esperar casi mes y medio. ¿Se hizo larga esa espera mientras entrenabas día a día con el resto de compañeros pero sin entrar en convocatorias?
- Sí, ya lo comenté yo cuando me dieron el alta, que habría que esperar unas cuantas semanas para poder verme vestido de corto en un partido. Es muy difícil encontrarte bien bien, pero de verdad para competir, y no tenía ninguna duda de que cuando reapareciese lo haría con las garantías del 'Xavi Moré' de antaño; no quería aparecer y que no fuese ni la sombra de lo que era. Así que, hablado con los fisios y con el mister, no nos pusimos ninguna fecha concreta. Barajábamos Salamanca para volver, pero al final fue en Vallecas dos semanas después. El primer mes lo llevé bien, te acostumbras a todo. Las últimas semanas ya me veía con opciones de ir convocado y me dolía no estar en la lista, pero debía seguir ganándomelo en los entrenamientos y así me lo hacía sentir Félix, que también era partidario de que cuando debutase lo hiciese con todas las de la ley.
- El del Jueves es un partido con condicionantes especiales: marcador en contra y 45 minutos por delante para la remontada. ¿Cómo se prepara mentalmente un duelo como el del Caudal? No habrá ni un segundo que perder...
- Lo estamos preparando como una reválida en la que debemos hacer notar quién es el equipo que va a ir a por el partido desde el minuto 46 hasta el 90, tenemos que arrollarles. Tenemos una asignatura pendiente con ese partido y por suerte obtuvimos una segunda oportunidad.
- De no darle la vuelta al marcador se perdería la estela del Tenerife por el primer puesto. ¿Es inevitable mirar a la clasificación por más que estemos entrando en Noviembre?
- No pienso en que no saquemos nada positivo de este partido. Está claro que el Tenerife no pierde el ritmo, pero no me preocupa mucho el primer puesto ahora. Eso sí, no hay que alejarse mucho. Hay que estar en playoof al final de temporada, y si es primeros mucho mejor.
- Y por último, buscando la exclusiva: ¿tienes ya decidida la celebración de tu primer gol tras el retorno?
No. Aún no lo he pensado mucho, aunque tengo una en mente (risas).
- Muchas gracias por tu disponibilidad y por tu tiempo, de verdad. Tan crack dentro como fuera del campo. Un abrazo Xavi.
- Gracias a ti, ha sido un placer. Un saludo.
Fotos: Irma Collín y Álvaro Campo.
- Hola Xavi. Muchas gracias por concederme la entrevista. Es un placer volver a 'tenerte' por el blog tanto tiempo después.
- Hola. El placer es mío después de tanto tiempo sin 'poder realizarlas' por motivos físicos.
- Imagino que el vestuario respirará tranquilo tras romper la mala racha en el Tartiere y haber vencido un partido por un marcador contundente.
- Mucho. Estábamos mentalizados de que, independientemente del resultado, la imagen había que cambiarla, el Tartiere es nuestro campo y la afición debía sentirlo. Así fue, y además se ganó con autoridad y con goles. Es el camino a seguir.
- Ante el Leganés vimos a un equipo más directo, más vertical, en ocasiones algo más agazapado que de costumbre. ¿Fue algo premeditado o surgió por los condicionantes del partido?
- No, teníamos claro que íbamos a apretarles desde arriba, y que una vez robásemos, los balones debían ir a las bandas. Que se viese un equipo con ganas y con ambición desde el primer minuto. Luego el rival juega y a lo mejor no consigues los objetivos tal y como los habías planteado, pero al menos la garra y la ambición por ganar tienen que estar siempre presentes. Conseguimos el objetivo en numerosas ocasiones y se creó mucho peligro, aunque nos faltó acierto en los metros finales, sobre todo en la primera parte.
- En el plano personal completaste por primera vez los 90 minutos desde que volviste de tu lesión. Tuviste espacios para correr y situaciones de 1vs1 en campo abierto ¿Cómo te encontraste?
- Sí, fue la primera vez que disputé 90 minutos desde hacía nueve meses. Me sentí bastante bien en líneas generales, aunque poco fino en el 1vs1. Me fui un poco enrabietado por no haber desbordado con más facilidad aunque tras el partido la gente me comentó que lo había hecho bastante bien. Físicamente me encontré bien, aunque soy consciente de que en la segunda parte, quizá por protegerme un poco, bajé el nivel y el número de carreras.
- Muchos meses de convalecencia desde aquél fatídico partido en Toledo. ¿Qué fue lo que peor llevaste durante la lesión?
- Lo que peor llevé fue la soledad en los entrenamientos. Es durísimo ir al gimnasio y sentirte solo, aunque en muchas ocasiones Barreto era mi sombra y nos hacíamos compañia mutuamente (risas). Pero en otras ocasiones debía hacer el trabajo en solitario y cuesta mucho, poco a poco te va consumiendo. Por suerte siempre hay alguien que está ahí para animarte o hacer que te vengas arriba.
- ¿Cómo era el día a día de Xavi Moré en su recuperación? Codo a codo con Barreto...
- Fue como enseñar a andar en bici a un hijo. Los tres primeros meses fueron de muchas sesiones: mañana y tarde todos los días para movilizar la rodilla, llegar a la extensión total para luego hacerlo en la flexión. Llegó la piscina, e íbamos los dos juntos a nadar en sesiones que transcurrían desde las nueve y pico de la mañana y que se alargaban hasta las tres de la tarde. Cuando llevaba ya tres meses y medio largos de lesión, comencé mis primeras carreras. Recuerdo que lo grabé y se lo envié a mis padres para que lo viesen, era como un niño con zapatos nuevos. Poco a poco cuando empiezas a correr todo se va haciendo más fácil y más llevadero. De vez en cuando llegaba el bajón y Barre siempre lo solventaba con unas buenas cervezas que hacían que me cambiase la cara; se portó muy bien conmigo y nos aguantamos bien mutuamente (risas). Al igual que el Doctor Maestro, que además de ser un médico excepcional y que realizó una intervención perfecta, es una persona que te gana de inmediato, atentísima y que se interesó continuamente por mi recuperación. Le doy las gracias desde aquí a ambos.
- Se cumplen tres semanas desde que reapareciste en Vallecas. ¿Sigues algún plan preventivo para fortalecer la rodilla? ¿Te veremos en Mieres y Zamora o se aconseja descansar y no jugar dos partidos en cuatro días?
- Sí, esto va rápido y ya soy uno más del grupo, sin distinciones. Tengo un plan específico para seguir potenciando los isquiotibiales y cuádriceps durante la semana para no dejar de lado la rodilla una vez recuperado. No sé que opciones barajará el míster para estos dos partidos tan seguidos. A priori no tengo dudas de que puedo jugarlos, luego el míster decidirá cómo quiere gestionarlos.
- Equipo y afición te aguardaban con los brazos abiertos. Desde finales de Agosto tenías el alta médica, pero por la deportiva hubo que esperar casi mes y medio. ¿Se hizo larga esa espera mientras entrenabas día a día con el resto de compañeros pero sin entrar en convocatorias?
- Sí, ya lo comenté yo cuando me dieron el alta, que habría que esperar unas cuantas semanas para poder verme vestido de corto en un partido. Es muy difícil encontrarte bien bien, pero de verdad para competir, y no tenía ninguna duda de que cuando reapareciese lo haría con las garantías del 'Xavi Moré' de antaño; no quería aparecer y que no fuese ni la sombra de lo que era. Así que, hablado con los fisios y con el mister, no nos pusimos ninguna fecha concreta. Barajábamos Salamanca para volver, pero al final fue en Vallecas dos semanas después. El primer mes lo llevé bien, te acostumbras a todo. Las últimas semanas ya me veía con opciones de ir convocado y me dolía no estar en la lista, pero debía seguir ganándomelo en los entrenamientos y así me lo hacía sentir Félix, que también era partidario de que cuando debutase lo hiciese con todas las de la ley.
- El del Jueves es un partido con condicionantes especiales: marcador en contra y 45 minutos por delante para la remontada. ¿Cómo se prepara mentalmente un duelo como el del Caudal? No habrá ni un segundo que perder...
- Lo estamos preparando como una reválida en la que debemos hacer notar quién es el equipo que va a ir a por el partido desde el minuto 46 hasta el 90, tenemos que arrollarles. Tenemos una asignatura pendiente con ese partido y por suerte obtuvimos una segunda oportunidad.
- De no darle la vuelta al marcador se perdería la estela del Tenerife por el primer puesto. ¿Es inevitable mirar a la clasificación por más que estemos entrando en Noviembre?
- No pienso en que no saquemos nada positivo de este partido. Está claro que el Tenerife no pierde el ritmo, pero no me preocupa mucho el primer puesto ahora. Eso sí, no hay que alejarse mucho. Hay que estar en playoof al final de temporada, y si es primeros mucho mejor.
- Y por último, buscando la exclusiva: ¿tienes ya decidida la celebración de tu primer gol tras el retorno?
No. Aún no lo he pensado mucho, aunque tengo una en mente (risas).
- Muchas gracias por tu disponibilidad y por tu tiempo, de verdad. Tan crack dentro como fuera del campo. Un abrazo Xavi.
- Gracias a ti, ha sido un placer. Un saludo.
Fotos: Irma Collín y Álvaro Campo.