Ilusión por bandera

1. Primera batalla, seguramente la más complicada de afrontar por eso del cambio de chip respecto a la Liga  Regular. Planteamientos diferentes, duelos a 180 minutos, vida o muerte. Todo es diferente para el futbolista, y los primeros instantes de partido suelen ser un conjunto de nervios e imprecisiones por parte de ambos equipos. Si a todo esto añades el espectacular ambiente del Carlos Tartiere, deducirás que el inicio será calcado al de otras grandes citas recientes.

2. Sin embargo, la cordura que imperó en Club y afición durante toda la semana tuvo su influencia en el terreno de juego. Sin presiones, ilusión y respeto al rival por bandera, playoff para disfrutar aun sabiendo que el objetivo soñado está a tan solo seis partidos de distancia. Salieron los de Granero dispuestos a sentirse fuertes, a llevarle la contraria a Luis César Sampedro cuando dice eso de que el Tartiere no juega. Presión asfixiante en primer tercio de campo manchego, y Xavi Moré acabando en chut para asustar primero.

3. Son los de playoff partidos de detalles: cada jugada, cada balón dividido cuenta. Aulestia es el héroe del último ascenso, pero no por el penalty detenido a Kevin en Son Moix sino por la mano que saca ante Sergio Tejera en el Tartiere. Orlando Quintana llegó a Oviedo para ser el guardián en la post-temporada, y compensó su irregularidad liguera con una mano salvadora, abajo, a remate de media chilena de Calle, que hubiese puesto la eliminatoria patas arriba a las primeras de cambio. Era el minuto 10', y todo Oviedo tenía ya el corazón en la boca.

4. Los azules presionaban muy arriba, el objetivo era evitar que Noguerol y Nuñez encontrasen fácil a Calle. La intensidad local ahogó a los manchegos, se sucedían las pérdidas en campo propio y la iniciativa era oviedista. Cervero y Manu Busto trabajando sobre los dos centrales, Aitor Sanz y Héctor Simón achicando metros para juntar a los suyos, y Casares y Moré encima de sus marcas con el fin de ahogar al Albacete bien arriba. Una manera más de meter al público en el partido, cada despeje defectuoso de los de Sampedro era celebrado por la grada.

5. No es fácil manejar todos los ingredientes de un choque como éste, menos con el balón en los pies. Evitar pérdidas con el equipo separado era la primera misión, y por eso el equipo intentó ser más directo y jugar más al espacio que nunca. Volcados sobre la banda derecha para buscar el 1vs1 de Xavi Moré: con sentido unas veces, precipitado otras muchas; no se llegaba con fluidez al área de Campos pero al menos se cumplía la premisa de no regalarle al Albacete la oportunidad del contragolpe.

6. Pero en cuanto los manchegos superaron la primera línea de presión, y encontraron receptor entre líneas, sufrió el equipo de Granero. Los medioscentros azules dejaban espacio a sus espaldas, enseguida aparecieron Adriá, Jorge Díaz y Curto para dar salida a los suyos. Minutos de agobio, descenso de presión y recital de Calle en la disputa aérea, en el juego de espaldas, y también en el otro fútbol. Las tuvo de todos los colores ante Mantovani y Baquero, que salen reforzados del duelo a pesar de las dos ocasiones concedidas al '9' manchego.

7. Diego Cervero era el contrapunto oviedista; trabajo infatigable una vez más, fue el salvavidas al que se agarraron los azules para ganar metros y superar minutos de angustia y zozobra. Peleó cada balón aéreo y alguno más, como el que le pone David Fernández en saque de banda y que termina con el impresionante golpeo de Héctor Simón desde la frontal. Hizo buena su pierna derecha, puso la pelota donde la había que poner para llevar el jolgorio al Tartiere e inclinar una balanza que por méritos, intensidad y continuidad, debía caer del lado azul en los primeros 45'.

8. Mantener el guión tras el descanso, acumular posesiones más largas y buscar el segundo tanto pero con la prioridad de no encajar el primero. Calle dio el susto tras falta lateral, maniobra antológica de espaldas a portería ante Mantovani, y poste salvador cuando Orlando Quintana ya estaba batido. Fue prácticamente la última del Albacete, y eso, con toda la segunda mitad por delante, dice mucho del partido y control oviedistas.

9. Xavi Moré le amargó la tarde a Pablo Gil, fue la vía de agua que encontraron los azules en la zaga manchega. Ésa, y buscar la recepción de Nuñez en la salida de balón para la presión de Cervero y Manu Busto. El central zurdo acumuló pérdidas y balones al limbo, era la presa débil y allí que se lanzaron los de Granero. Evitar recepción de Noguerol y trabajar, evitar el giro de Rocha y ahogar la salida de Nuñez para aislar a Calle del resto de sus compañeros.

10. Crecieron Héctor Simón y Aitor Sanz, jugó con confianza David Fernández para que los nuestros tuviesen la pelota más que nunca. Entró Señé en la mediapunta para encontrar esa chispa en tres cuartos de campo que permitiese buscar el segundo sin desnudarse más de lo necesario. Y es que el catalán ya ha dado muestras durante todo el curso de que puede cambiar el devenir de un partido en un simple slalom. Le acompañó Íker Alegre para cerrar la banda izquierda y hacer kilómetros de ayuda para Álvaro Cuello.

11. Un cambio miraba hacia la portería de Campos y el otro hacia la de Orlando Quintana, por más que no podamos hablar de Íker Alegre como futbolista defensivo. La prioridad en los últimos 10' es clara, y será una constante de aquí al final de playoff para todos los equipos: no perder lo que ya tienes. El balón era local, Mantovani  y Baquero evitaron sustos mayores, y Pepe Díaz premió el esfuerzo de Xavi Moré con la última sustitución. El Real Oviedo dejó pasar los minutos con la guardia alta por si Señé o Cervero encontraban el resquicio en la zaga manchega, pero sin alardes. Era minuto 87, córner favorable, y Mantovani, Baquero y David Fernández cerraban en medio campo.

y 12. El Tartiere fue una fiesta: antes, durante y después del partido. Ambiente espectacular, jugadores entregados a la causa y resultado que abre la esperanza de cara el duelo en el Carlos Belmonte. Un gol en Albacete pondrá la eliminatoria al alcance de la mano, pero ya habrá tiempo de pensar en la vuelta. Ahora toca disfrutar del 1-0 y de lo vivido esta tarde. Oviedistas: desde 2003, nunca se había estado tan cerca de la LFP como lo estamos hoy. Soñemos.

Foto: @jonas_sanchez