Autoagresión

1. Enésima y última oportunidad para sembrar de ilusión el camino a la post-temporada. Escenario inigualable, 13.730 espectadores en el Tartiere para un partido que nunca imaginamos para Segunda B. Horario matutino, sol radiante en el cielo y aspecto azul en la grada para darle al choque un toque de playoff por más que lo que estuviese en juego sobre el césped fuesen esperanzas futuras más que otra cosa.

2. Granero obligado a recomponer el once ante las ausencias de Javi Cantero y Aitor Sanz. El valenciano hace 'debutar' a Álvaro Cuello, y devuelve la manija a Héctor Simón ante la ya asentada presencia de Iván Rubio. Íker Alegre también de vuelta a la banda izquierda, la intrascendente aportación de Pepe Díaz devuelve al gijonés a su costado. El resto son los de siempre, columna vertebral fijada por Granero para su búsqueda de identidad.

3. Comienzan fuertes los azules, conscientes de la importancia de los puntos, para certificar presencia en playoff, y también de la imagen, ante una afición entregada de nuevo tras una habitual decepción a domicilio. Iniciativa, orden y mando, partido jugado en campo tinerfeño y balón mirando constantemente al arco de Sergio Aragoneses. La necesidad marcó el inicio ya que la exigencia era mayor para los nuestros que para un Tenerife que roza el liderato.

4. Diego Cervero como estrella del sistema oviedista, el resto de satélites giran y funcionan a su alrededor según lo marque el '9' por excelencia. Volcado hacia el perfil zurdo chicharrero, buscando la disputa con Bruno y generando el duelo de Javi Casares con Llorente. Lado diestro lado fuerte, y el recurso del balón parado para asustar al Tenerife en los prolegómenos del tanto azul. Pasito a pasito los de Granero iban haciendo méritos ante un rival que aún no hacía acto de presencia.

5. Conducción de Manu Busto tras pérdida visitante, y el cántabro que espera a atraer a dos rivales para ceder a Javi Casares en situación de ventaja. El jerezano la pone al área pequeña, y Sergio Aragoneses que falla allí donde no suele hacerlo un portero de su categoría. Aparece Diego Cervero entre tres defensores tinerfeños para empujar el balón a la red, demostrando una vez más que el área es su coto de caza, y el marco rival su presa preferida. 19 tantos, suma y sigue el capitán camino de batir su récord del curso anterior.

6. Ocurre que los de Álvaro Cervera comienzan a mirar a Orlando Quintana, a pisar campo oviedista y a sentar las bases de lo que sería la segunda mitad. Aridane orientando todo, influencia calcada la de ambos '9'. Él solito siembra las dudas locales, atenaza a Iván Rubio y Héctor Simón en la disputa para que las segundas jugadas empiecen a ser festín de los tinerfeños. Y Luismi Loro apuntando los primeros indicios en un choque en el que Álvaro Cuello acusó la falta de ritmo tras casi dos meses de ausencia.

7. Muy pronto en la reanudación llegan los cambios de Granero, esos que espolearon ante Zamora y Atleti 'B' pero que hoy fueron condena ante el Tenerife. Señé por Javi Casares para dejarnos una migaja de minutos del catalán en banda izquierda, con Íker Alegre en la derecha. Después Gálder Cerrajería por un exhausto Manu Busto, siendo el vasco quien pasase a ocupar el costado zurdo como ya hiciera en el Helmántico tras la remontada salmantina. Decisión que desnaturaliza a los azules y lleva al principio del fin.

8. Cervero muy cerca de Cerrajería, la lucha pasaba a ser con Moyano y Rigo en el otro lado, buscando las entradas al espacio de Gálder y liberar de paso el carril central para las galopadas de Josep Señé. Pero el catalán se queda sin socios una vez que el '9' se dedica al trabajo sucio, y que a Íker Alegre le fallan las piernas tras sucesión de golpes y pisotones. Gálder ayuda a tapar la vía de Luismi Loro, y ello obliga al Tenerife a jugar muy directo con Aridane, que buscaba el salto con Iván Rubio y Héctor Simón, ya con Chechu haciendo de nueve amenazando a Mantovani y Baquero.

9. El Tenerife crece a partir de la segunda jugada, y los medioscentros azules se muestran incapaces ante la avalancha de centímetros y piernas. Refugiar a Iván en banda diestra, devolver a Cerrajería a su sitio para pelearse en una batalla de las de su gusto, bien podrían haber sido soluciones de Granero ante el cariz que tomaba el partido. Ausencia de claro peligro pero iniciativa y mando para los de Álvaro Cervera ante un Real Oviedo que esperaba el chispazo de Señé para ajusticiar.

10. Luismi Loro abandona la banda para buscar el balcón del área, y allí encuentra un balón muerto que quita las telarañas de la escuadra oviedista. Los azules reaccionan bien, Señé en jugada marca de la casa tiene la victoria pero el balón se le queda atrás antes del golpeo, la pierna se queda sin recorrido para el chut y el balón va manso a las manos de Aragoneses. Fútbol son aciertos y errores, la desgracia de unos es la gloria de otros y los chicharreros se encontraron con un regalo que por habitual empieza a ser desquiciante.

11. Orlando Quintana sale del área ante Aridane a pesar de la presencia de Mantovani, y aún así el meta canario resuelve el envite con suficiencia. Control del balón, paso adelante y balón en juego. Error en la definición, la pelota sale mordida y todos sabemos el resultado. Pero error aún mayor en el concepto: fuera de portería, en esquina superior del área, el golpeo ha de orientarse a esa banda y nunca al centro para minimizar consencuencias de un mal chut. Juntos ambos factores, sumados a la precisión de Alberto, dan la vuelta al choque.

12. Quedan 15' por delante y el Real Oviedo es incapaz de pisar campo tinerfeño, ya no digamos acercarse al área e intimidar a Aragoneses. Equipo perdido, sin hoja de ruta ni receta de la que echar mano porque se encuentra en un puzzle en el que no se ha visto antes. El cambio de fichas de Granero desnaturalizó a los suyos, ya no hubo salida en corto ni opciones en banda porque Pepe Díaz se colocó como segundo '9' y el equipo renunció por completo a los extremos. Paraíso para un Tenerife que se dedicó a mantener posesión y enervar los ánimos azules jugando al 'otro' fútbol.

y 13. Nueva decepción, una más. Acostumbra este equipo a defraudar en los partidos clave y el de hoy no fue una excepción. Liderato ya imposible a expensas del trámite matemático, segunda plaza cuesta arriba y objetivo inmediato de asegurar presencia en playoff y proteger el tercer lugar de las acometidas del Caudal. Un mes por delante, esperanzas en retroceso y un único clavo ardiendo, que por bueno que sea, se antoja insuficiente para soñar con el ascenso.

Foto: Irma Collín