La mezquindad no se puede pagar

Debut liguero de Sarriugarte ante la parroquia azul tras el aperitivo del Jueves. Segundo partido en cuatro días ante el mismo rival, todos sabríamos que el Domingo sería más complicado. Adaptación del Fuenlabrada a las dimensiones y al ambiente del Tartiere, eliminado factor sorpresa aunque después el empuje fue el de costumbre para terminar jugando con doce. La Liga no es la Copa del Rey, las fuerzas se igualan, decidió un detalle para conseguir el pleno.

Sorpresa en el once, Galder Cerrajería de inicio para cerrarle el paso a Iván Rubio tras sólo un entrenamiento. Nivel fuera de toda duda, todocampista vasco: kilómetros, recorrido, presión sin balón, conducción para batir líneas, perfecto aguantando y protegiendo el cuero. El saque de banda previo al 1-0 lo fuerza tras soportar las enbestidas de dos rivales; en el descuento dio un recital llegando incluso al córner en una galopada con balón. Otra cosa es la gestión que haya hecho Sarriugarte de su incorporación al grupo y cómo haya sentado su titularidad en la caseta después de un único entreno. Siempre complejo, la primera impresión del vestuario es buena.

Fuenlabrada defendiendo con dos líneas de cuatro en veinticinco metros, buscaron acumular gente por dentro con la ayuda de Rubén Ramos para tapar la salida de Aitor Sanz y Cerrajería y aislar a Manu Busto. No pudo recibir el cántabro en zona de 3/4, pasó inadvertido prácticamente hasta el último cuarto de hora. Responsabilidad para Owona y Javi Cantero, los azules intentaron ensanchar el campo con Aquino y Javi Casares sobre la cal y a pierna buena, ni uno ni otro triunfaron. El primero notó la falta de ritmo, viene de una temporada en blanco con el Valladolid; el segundo fue el más vigilado, doble e incluso triple marcaje para evitar que ganase línea de fondo.

El césped del Tartiere juega en nuestra contra, un año más será un obstáculo y lo será aún más para la propuesta Sarriugarte. Blando, levantado, irregular, imposible dar velocidad a la circulación si en cada control necesitas tres toques para orientar la pelota. Desbordar en 1vs1 es una hazaña, Aquino y Casares estuvieron más pendientes de que el balón no hiciese un extraño al mandarlo al suelo, que del regate en sí. Todo facilitó la tela de araña de Cosmin Contra, los suyos perdían tiempo, interrumpian el juego en una constante para cortocircuitar el ritmo y desquiciar al futbolista azul. Por eso el 1-0 fue el triunfo de la paciencia más que el de la fe.

Abuso del juego directo ante la incapacidad, Diego Cervero estuvo en todas. Entró Óscar Martínez para pegarse en banda izquierda y a los 5' pasar al centro. Buscó Sarriugarte un receptor más en zona de 3/4, un futbolista capaz de jugar de espaldas a portería, una salida más en largo pero también un apoyo por dentro para Manu Busto y la pareja de medioscentros. Javi Cantero pasó a ser un extremo más cuando los madrileños se quedaron en inferioridad, la amplitud en los costados era innegociable. Tuvo su fruto, el último cuarto de hora era un monólogo por organizado, no por insistencia. Gran actuación la de Óscar, de nuevo en dinámica y tras una pretemporada sin minutos, mucho mérito el suyo, nunca es fácil entrar tras pasar las primeras semanas apartado del grupo.

Tres puntos merecidos, cada equipo recibió lo que propuso independientemente de la brillantez empleada. El Fuenlabrada disparó dos veces a puerta en dos partidos, la primera tras 145' de juego. Demérito de su propuesta y mérito de la defensa azul, de nuevo Mantovani a los altares. Tres partidos han bastado para confirmarse, infranqueable por arriba y seguro al cruce, seguro de vida. Permite apretar arriba y adelantar la línea defensiva, vivir con metros a la espalda para achicar cuanto se pueda. Bendito el informe negativo a la incorporación de Astrain, con él no habría llegado el argentino. No se entienda como un menosprecio al central madrileño sino como un alivio por el fichaje de un futbolista colosal.

Pleno de victorias, portería a cero en tres partidos oficiales. Dani Barrio salvó dos puntos en mano a mano ante Pachón sacando un pie mágico cuando ya se cumplían los 90', una intervención para zanjar debates y dudas de una vez por todas. Todos suman, la comunión entre futbolistas, plantilla y grada es total, la casa se construye desde la base. Verse arriba ayuda, crecer con victorias es más fácil pero la autocrítica siempre presente. El camino por recorrer es largo, esto no ha hecho más que empezar.

Foto: Jonás Sánchez.