Nuevo inicio de temporada, mismas ilusiones. El objetivo es alejar fantasmas, escapar a esa tradición que dice que el Real Oviedo es incapaz de ganar su primer partido de Liga en Segunda B desde que transita por las catacumbas del fútbol español. Sacudirse la presión, verse arriba desde el comienzo para no nadar contracorriente el resto del curso, también para enganchar al oviedista que dejó de pisar el Tartiere y al que se necesita más que nunca.
Incógnitas en la alineación de Sarriugarte, todo es nuevo. Ya avisó el técnico vasco la semana pasada que el once del Suárez Puerta no sería el mismo que el que salió en Lasesarre el pasado Sábado ante el Barakaldo. Dani Barrio y la línea defensiva parecen seguros, también Aitor Sanz y Diego Cervero para completar la columna vertebral. Por tanto, cuatro dudas en el once azul: mediocentro, extremos y mediapunta. Cualquiera puede jugar, todos han tenido su momento durante la pretemporada.
Enfrente el Avilés, equipo veterano y curtido en mil batallas, futbolistas otrora de Primera y muchos ex-oviedistas para garantizar el morbo y la tensión del duelo. Ambiente hóstil en el Suárez Puerta, la ausencia de la afición azul se entiende porque no puede tolerar que se abuse de su fidelidad, mucho menos con el fin de pagar la compra de una plaza que deportivamente no se merece. Los de Sarriugarte son el rival a batir, en un duelo regional esas ganas de triunfo se multiplican; todos quieren ganar al Real Oviedo.
Jeffrey y Boris serán los centrales avilesinos, solvencia aérea y colocación, se sentirán seguros si Chiqui de Paz ordena jugar en cuarenta metros pero sufrirán lo indecible si se ven obligados a adelantar la línea defensiva. Adelantarse en el marcador debe ser prioridad azul, condenarles a salir de la cueva para castigar su lentitud en el giro, diagonal hacia dentro de los extremos para dejar en evidencia su falta de velocidad, los años no perdonan. Manu Busto o Señé deberán castigar al espacio, Cervero atraerles a zona de 3/4 para que la segunda línea azul encuentre el zarpazo. Viendo la lista quizá Jefrrey salte al centro del campo y Salva pase al eje de la zaga para minimizar el debe de velocidad.
Su fútbol pasa por Juan, futbolista de banda reconvertido a mediocentro al pasar la treintena, uno de muchos. Gran visión de juego, facilidad para el toque en corto y el pase en largo, pero dificultad para abarcar la zona ancha y en el repliegue defensivo. Será el lanzador para Abraham, en su lado cargará su fútbol el Avilés. Abraham, futbolista de sala, control y técnica de otro deporte, buscará el 1vs1, posee chispa y arrancada para superar a su par en ese primer metro. La apuesta de Sarriugarte para nuestro extremo izquierdo marcará el partido: Jandro para las ayudas defensivas a Javi Cantero o Casares para obligar en transición defensiva a Abraham y desgastarle para el ataque.
Naya es la referencia, Geni se mueve por detrás. El primero marca diferencias dentro del área, sabe desmarcarse e ir bien al espacio, tiene esa punta de velocidad en espacios cortos para ser peligroso cerca de portería. Geni será el llegador, si Abraham gana línea de fondo tendremos un problema porque además de terminar todas las jugadas, es especialista en hacernos goles; aún duele su doblete en Mendizorroza o su tanto que nos dejó fuera de la Copa del Rey en Vallecas con Rivas en el banquillo.
Salir a mandar, hacerles daño en su transición defensa-ataque para crear inseguridad en su salida, para aislar a Naya y sacar a Abraham del partido. Si los de Sarriugarte se adelantan, ceder iniciativa, conseguir metros a la espalda de Boris y Jeffrey para castigarles yendo al espacio. Especial énfasis en la estrategia defensiva, tienen futbolistas para hacer daño a balón parado. Manejar los tiempos, saber cuándo y dónde. Somos el Real Oviedo. Desde el primer día.
Foto: El Comercio.
Incógnitas en la alineación de Sarriugarte, todo es nuevo. Ya avisó el técnico vasco la semana pasada que el once del Suárez Puerta no sería el mismo que el que salió en Lasesarre el pasado Sábado ante el Barakaldo. Dani Barrio y la línea defensiva parecen seguros, también Aitor Sanz y Diego Cervero para completar la columna vertebral. Por tanto, cuatro dudas en el once azul: mediocentro, extremos y mediapunta. Cualquiera puede jugar, todos han tenido su momento durante la pretemporada.
Enfrente el Avilés, equipo veterano y curtido en mil batallas, futbolistas otrora de Primera y muchos ex-oviedistas para garantizar el morbo y la tensión del duelo. Ambiente hóstil en el Suárez Puerta, la ausencia de la afición azul se entiende porque no puede tolerar que se abuse de su fidelidad, mucho menos con el fin de pagar la compra de una plaza que deportivamente no se merece. Los de Sarriugarte son el rival a batir, en un duelo regional esas ganas de triunfo se multiplican; todos quieren ganar al Real Oviedo.
Jeffrey y Boris serán los centrales avilesinos, solvencia aérea y colocación, se sentirán seguros si Chiqui de Paz ordena jugar en cuarenta metros pero sufrirán lo indecible si se ven obligados a adelantar la línea defensiva. Adelantarse en el marcador debe ser prioridad azul, condenarles a salir de la cueva para castigar su lentitud en el giro, diagonal hacia dentro de los extremos para dejar en evidencia su falta de velocidad, los años no perdonan. Manu Busto o Señé deberán castigar al espacio, Cervero atraerles a zona de 3/4 para que la segunda línea azul encuentre el zarpazo. Viendo la lista quizá Jefrrey salte al centro del campo y Salva pase al eje de la zaga para minimizar el debe de velocidad.
Su fútbol pasa por Juan, futbolista de banda reconvertido a mediocentro al pasar la treintena, uno de muchos. Gran visión de juego, facilidad para el toque en corto y el pase en largo, pero dificultad para abarcar la zona ancha y en el repliegue defensivo. Será el lanzador para Abraham, en su lado cargará su fútbol el Avilés. Abraham, futbolista de sala, control y técnica de otro deporte, buscará el 1vs1, posee chispa y arrancada para superar a su par en ese primer metro. La apuesta de Sarriugarte para nuestro extremo izquierdo marcará el partido: Jandro para las ayudas defensivas a Javi Cantero o Casares para obligar en transición defensiva a Abraham y desgastarle para el ataque.
Naya es la referencia, Geni se mueve por detrás. El primero marca diferencias dentro del área, sabe desmarcarse e ir bien al espacio, tiene esa punta de velocidad en espacios cortos para ser peligroso cerca de portería. Geni será el llegador, si Abraham gana línea de fondo tendremos un problema porque además de terminar todas las jugadas, es especialista en hacernos goles; aún duele su doblete en Mendizorroza o su tanto que nos dejó fuera de la Copa del Rey en Vallecas con Rivas en el banquillo.
Salir a mandar, hacerles daño en su transición defensa-ataque para crear inseguridad en su salida, para aislar a Naya y sacar a Abraham del partido. Si los de Sarriugarte se adelantan, ceder iniciativa, conseguir metros a la espalda de Boris y Jeffrey para castigarles yendo al espacio. Especial énfasis en la estrategia defensiva, tienen futbolistas para hacer daño a balón parado. Manejar los tiempos, saber cuándo y dónde. Somos el Real Oviedo. Desde el primer día.
Foto: El Comercio.