Fuenlabrada, round one

Volvía la Copa del Rey, recuerdo dulce de la temporada pasada pero normalmente esquiva en el destino oviedista. Equipo y afición con ganas de fútbol tras la victoria en Avilés, semana complicada para Sarriugarte por eso de enfrentarse dos veces al mismo rival en apenas cuatro días y en el mismo escenario. Plantear un partido pensando en ganar el inmediato y el siguiente, priorizar el inicio liguero pero también esquivar la Copa Federación, y por qué no, soñar con otra eliminatoria mágica allá por el mes de Diciembre.

Mismo once que el que debutó el Domingo en el Suárez Puerta con la salvedad de Óscar Martínez y Jairo Cárcaba en los lugares de Manu Busto y Diego Cervero. Doble '9' de Sarriugarte para jugarle al Fuenlabrada, descanso para el cántabro de cara a tenerle en las mejores condiciones para el segundo envite. Practicámente nulas las rotaciones del técnico vasco, si salva el próximo duelo ante los madrileños saldrá airoso, si aparece el tropiezo el aficionado se acordará de los que no jugaron. Extrañan las ausencias de Señé y Aquino, ni siquiera se visten de corto y tras haber sido el catalán uno de los mejores en pretemporada.

Tanto rápido de Óscar Martínez, llegar y besar el santo. Volvió el gallego en la primera parte a una función anterior, juego de espaldas a portería y disputa aérea, Jairo Cárcaba nunca encontró su sitio ni supo cómo buscarlo, el doble '9' se pisó mutuamente. El gol bajó las pulsaciones oviedistas, el balón pasó a ser propiedad de los chicos de Cosmin Contra. 4-4-2 en repliegue defensivo, el Fuenlabrada jugaba cómodo por dentro en mediocampo para después buscar el 1vs1 en banda, Javi Cantero fue el más castigado. Soberbios Baquero y Mantovani al cruce para evitar que los madrileños se acercasen a Dani Barrio, también cuando los visitantes jugaron directo buscando a Diego.

Incómodos los azules, las disputas y balones divididos eran para ellos, la intensidad individual y colectiva bajó un punto con el primer tanto. El equipo concedió metros pero los dispuso a la espalda del Fuenlabrada. Jandrín volvió a tener su momento corriendo al espacio, magistral sin balón pero incapaz de desbordar en 1vs1 o ganar línea de fondo para colgar un buen centro. Confianza y paciencia, Sarriugarte debe mantener e inculcar fe al chaval para que la seguridad en la toma de decisiones aparezca; ahí estará la diferencia. En la izquierda Javi Casares, sin brillo ni chispa para inquietar, dejó los detalles de lo que puede dar e hizo el segundo en jugada de estrategia. Fue raro vivir un partido en el Tartiere sin sufrimiento en los minutos finales.

Tras el descanso llegó la reactivación azul, defensa adelantada y líneas juntas para jugar en campo del Fuenlabrada, Manu Busto al mando. Buenos minutos de Iván Rubio en banda derecha, juego asociativo para hacer la posesión aún más oviedista, desparpajo para intentar dar profundidad en una especialidad que no es la suya. Será titular el Domingo, la sanción de Pascual le coloca en el once, la opción Cerrajería debería descartarse de inicio con un solo entrenamiento a cuestas. Será un Real Oviedo distinto, más capacidad en 3/4 y apoyos en corto, pero sin desplazamientos en largo para buscar 1vs1 en banda.

180 minutos de competición azul, cero tantos encajados. El Fuenlabrada se fue sin poner a prueba a Dani Barrio en el primer envite. Brillante y replegado a partes iguales en ambos partidos, la nota positiva es que ni en Avilés ni anoche en el Tartiere se temió por el resultado. Es sólo un boceto del Real Oviedo de Sarriugarte, queda mucho por camino por recorrer. Crecer con victorias siempre resulta más fácil.

Foto: Jonás Sánchez.