Real Oviedo 1-0 Castilla, sueño Real

Otra vez en la pelea con las espadas en todo lo alto, nuevo vuelco clasificatorio para soñar con el playoff y el ascenso. Lleva siendo así desde Febrero, esta vez derrotas de Lugo, Albacete y Tenerife para colocar al Real Oviedo a tiro incluso del segundo puesto a la espera de lo que hagan los gallegos el Miércoles ante el Getafe B en el Anxo Carro. No habrá nada decidido hasta el último minuto de la última jornada. Hace un mes éramos cinco para cuatro puestos, ahora siete aspirantes para tres plazas ya que nadie puede descartar a los filiales vista la locura de todos.

Tenía Pacheta la díficil misión de recuperar anímicamente al grupo tras el varapalo ante el Montañeros. Luchar contra las inercias es la tarea más complicada de un entrenador, evitar que tu equipo baje la guardia en la victoria y también que se rinda en la derrota. El Real Oviedo salió a por el Castilla desde el primer minuto, seguro que los resultados matutinos ayudaron a que los futbolistas saliesen al 'ahora o nunca'. Once inicial esperado, Manu Busto dejó su sitio a Martins para que los azules recuperaran un poco de su distintivo, para adelantar la línea de presión e incomodar a los de Toril en la salida. Venían los blancos al Tartiere a sentenciar el campeonato y lo hicieron gracias a la victoria del Rayo en Lugo; tienen tres semanas para gestionar esfuerzos y dosificar minutos.

La urgencia y la necesidad eran oviedistas, tuvo su reflejo en la ambición para ir a por el partido. Los de Pacheta acosaron la portería de Jesús en el inicio, ponerse por delante en el marcador sabiendo de la dificultad de nadar contracorriente ante unos monstruos al espacio como son los del Castilla. Sin brillantez pero con insistencia, Martins, Pelayo y Nano probaban suerte, fue Óscar Martínez quien la encontró. Suerte buscada, la presión asfixiante tuvo su recompensa en el error de Iván González en la salida; cuando te exigen tanto siempre aparece el fallo, primero lo tuvieron Jesús y Casado pero Nano se resbaló cuando no tocaba. Definición maestra de Óscar Martínez en el mano a mano, esta vez sí. Abrelatas oficial en los duelos directos, se perderá la batalla del Heliodoro por su enésima lesión.

Este equipo va contra viento y marea, se las encuentra de todas las maneras. Lesiones de larga duración que penalizan un mundo, otras en los primeros cuarenta y cinco minutos para chafar el plan previsto. Manu Busto al descanso para la segunda mitad, Pascual de nuevo al lateral diestro con más de 20' por delante para sufrir ante la velocidad de Denis. Imposibilidad de tocar nada ni proteger más de la cuenta, el único cambio no obligado fue el de Rubiato por Martins para ganar algo de frescura en la referencia. También vienen mal dadas las acumulaciones de amarillas que a lo largo del choque se convierten en expulsión y por lo tanto en riesgo de perderse dos partidos por mantenerse el ciclo en cuatro tarjetas. Esta vez fue Álvaro Cuello, no estará en el Heliodoro y seguirá con el peligro de ver la quinta.

El Castilla se hizo con el balón, los de Pacheta retrocedieron metros pero a diferencia de los últimos partidos, no convirtieron en héroe a Lledó ni se dejaron intimidar por el contrario. Un único disparo con peligro de Morata fue el bagaje de los de Toril en pos del empate, poco para hacer volar dos puntos del Tartiere. Pacheta lo reconoce en rueda de prensa, el gran misterio es averiguar por qué unos días el equipo es capaz de controlar el partido aún sin tener el balón y en otros se ve desbordado, como ocurrió en A Coruña hace una semana. La propuesta inicial es la misma, las primeras partes suelen ser un calco de dominio no brillante pero oficioso; y últimamente con ventaja en el marcador.

El Domingo al Heliodoro con todas las de ley, apostemos por este equipo que en una Liga entre los cinco primeros sería líder destacadísimo. Entrar en el playoff es muy duro y muy largo, terrible. Pero si lo hace hay que apostar por el Real Oviedo. El Tenerife en modo autodestructivo, tensiones a todos los niveles que pueden jugar en nuestro favor, habrá que saber lidiar también con el ambiente. Tiempo habrá para pensar en la final
del Heliodoro, ahora toca disfrutar del paso dado ante el Castilla. Y sobre todo, coger aire
para lo que viene. El reto es de órdago.

Foto: Jonás Sánchez.