Ganas de Carlos Tartiere, no pisar el hogar desde Noviembre se hacía eterno, a las 18h ya estaba dentro porque si para algo volví a Asturias en Semana Santa fue para estar en mi 'casa' el Domingo. Y como yo el resto, la derrota del Tenerife y el empate del Albacete daban vía libre para soñar, hacer los deberes ante el Getafe B nos colocaba terceros pero ya se sabía del poder ofensivo de los madrileños, a dos goles por partido a domicilio. Nadie dijo que el camino fuese fácil.
Vuelta a los orígenes, los mismos de siempre con la excepción de Óscar Martínez pasando por delante de Martins y Negredo por el sancionado Juanma. El gallego es oportunismo, hombre de área, Pacheta en este final de Liga antepone la posibilidad de gol al trabajo y la presión del senegalés porque sabe que cada tanto vale oro, más en un equipo al que le cuesta tanto. Manu Busto por detrás, ganas de resarcirse del cántabro tras el fallo de Coruxo, la falta de acierto volvió a condenarnos; acciones puntuales que pueden juzgar un proyecto, sea en Oviedo, en Tenerife o en cualquier otro lugar.
1.- Ausencia de pausa, partido de ida y vuelta. No hubo especulación, el Getafe B no llegó al Tartiere a verlas venir sino a por el partido, si ganan el aplazado en Lugo se meten de lleno en la pelea. Demostraron los de Ferreras el por qué son el segundo equipo más goleador del grupo por detrás del Castilla. Exigieron a Lledó, soberbio el sevillano en la primera parte; varias manos abajo, de las que duelen, para aguantar el marcador en el inicio. Colosal Juanpa, afianzado como central, sólido en el juego aéreo, rápido y atento al cruce en una exigencia máxima; lástima el error en la marca para el 1-1 porque empaña un partido tremendo del segoviano.
2.- Si marcas tanto y no estás arriba es por algo, los madrileños eran flanes en la retaguardia, los de Pacheta llevaban peligro en cada acción. Recuperación y Aitor Sanz para Nano en banda izquierda o Manu Busto rompiendo por dentro, cada llegada asustaba al Getafe. Repliegue oviedista, presión a partir de mediocampo para después correr con espacios a la espalda, de nuevo no se sentenció cuando se tuvo oportunidad y de nuevo el precio a pagar fue demasiado alto.
3.- Gran partido del extremo Samuel Saiz, emborronado después por una actitud barriobajera y camorrista. Primero en la derecha, después en la izquierda para buscar el 2vs1 ante Owona sabiendo de la ausencia de retorno defensivo de Abásolo. Por dentro y por fuera, daba igual Samuel que el lateral Nacho, uno de los siempre buscaba la diagonal por dentro y así llegaría el 1-2 en el descuento. La entrada de Teo ayudó a cortar la sangría pero la vía para hacer daño ya era una evidencia.
4.- A balón parado los azules marcaron la diferencia en la primera parte, gol de Juanpa en la primera aproximación, pudieron ser más porque se remataba todo. El fútbol es caprichoso, el Getafe llegaba por bandas, tocando, pero su empate llegó en saque de esquina, ahí donde se pensaba que no podían hacer daño. Después fue un acoso y derribo sobre el arco de Tomeu, la entrada de Álex Pérez desactivó el peligro oviedista en la estrategia.
5.- Tras el descanso, punto de inflexión. A los de Ferreras les costó entrar, Óscar Martínez y Manu Busto tuvieron la sentencia y el tercer puesto en sendos mano a mano ante Tomeu, las dos fueron al muñeco como pasó la semana pasada. Quien perdona siempre paga, el Getafe nos dió con la misma moneda y empató exactamente en el mismo minuto que lo hizo el Coruxo siete días antes. La respuesta del equipo fue buena en ambos casos pero no hay acierto para inclinar un duelo ni para ganar puntos in-extremis por empuje.
6.- Partido roto quedando un mundo, lo quisieron los dos equipos viendo la debilidad atrás del oponente. Los de Pacheta eran cinco para atacar y cinco para defender, Aitor Sanz por delante de los centrales y Pelayo el primero para construir, 15 metros entre los dos. El capitán se desentendía en la construcción, dos errores en la salida casi cuestan caro; el chaval no tuvo su día, falló controles y pases fáciles, no aportó pausa y no fue factor sorpresa, no salía nada.
7.- El plan ya no estaba escrito, con marcador a favor Martins iba a ser imprescindible para ahogar la salida de balón getafense y no dejarles cómodos los últimos 20'. Teo aportaba kilómetros, retorno defensivo y posibilidad de mandarla al espacio, Manu Busto hacía daño en las transiciones, Óscar Martínez las peinó casi todas en la segunda parte. El sustituido iba a marcar el mensaje de Pacheta pero todo saltó por los aires con el 1-1.
8.- Si rompes la baraja hay que hacerlo bien, el partido de Pelayo era para alejarlo de la construcción pero el míster no quiso tocar ninguna pieza porque el equipo llegaba al área de Tomeu. Colocar a Manu Busto delante de Aitor para que iniciase el cántabro, acercar a Pelayo a Óscar Martínez para ganar alguna de las prolongaciones del gallego, Martins en banda derecha para perseguir a Samuel y entrar al segundo palo cuando Nano ganase línea de fondo. O apostar directamente por el camerunés en lugar de Pelayo una vez Teo ya ocupaba el lugar de Abásolo. En un partido loco cambiar los roles es la llave para sorprender.
9.- Un toma y daca constante, golpes en uno y otro bando, nadie quería el empate aunque a estas alturas es obligado sumar los días que no puedes ganar. El ansia de victoria y la angustia por verse en puestos de playoff pesaron demasiado en el equipo, ninguno nos dimos cuenta de que el empate mantenía todo como estaba aunque con el Tenerife más a piedra que nunca. El equipo volcado, física y anímicamente muerto, por eso llega la puntilla en la enésima diagonal hacia dentro del lateral Nacho. Desolación propia de una eliminación en playoff, ninguno esperaba el fatal desenlace.
10.- Se deja escapar (otra vez) una oportunidad de oro, quien perdona lo paga también en la Liga. Pero quedan cinco finales, los demás también fallan. El Tenerife es el rival por la plaza, los chicharreros van en modo autodestrucción con fractura entre cuerpo técnico y plantilla, García Tébar acaba de ser sustituido, la afición a punto de estallar. Reciben al Lugo el Domingo, debemos recuperar en Coruña lo que se perdió en el Tartiere. #GanarAlMontañeros
El equipo necesita de todos, ahora más que nunca. No se va a arrojar la toalla a un mes del final, el Real Oviedo sigue dependiendo de sí mismo para jugar el playoff por el ascenso. El juego gustará más o menos, será vistoso o no, pero se hizo todo para ganar y de nuevo fue la definición y no la apuesta la que nos condenó. No hay lugar para los insultos, ni entrenador ni plantilla se los merecen; quien vaya al Tartiere se deje su fobia personal en casa.
Foto: La Voz de Asturias
Vuelta a los orígenes, los mismos de siempre con la excepción de Óscar Martínez pasando por delante de Martins y Negredo por el sancionado Juanma. El gallego es oportunismo, hombre de área, Pacheta en este final de Liga antepone la posibilidad de gol al trabajo y la presión del senegalés porque sabe que cada tanto vale oro, más en un equipo al que le cuesta tanto. Manu Busto por detrás, ganas de resarcirse del cántabro tras el fallo de Coruxo, la falta de acierto volvió a condenarnos; acciones puntuales que pueden juzgar un proyecto, sea en Oviedo, en Tenerife o en cualquier otro lugar.
1.- Ausencia de pausa, partido de ida y vuelta. No hubo especulación, el Getafe B no llegó al Tartiere a verlas venir sino a por el partido, si ganan el aplazado en Lugo se meten de lleno en la pelea. Demostraron los de Ferreras el por qué son el segundo equipo más goleador del grupo por detrás del Castilla. Exigieron a Lledó, soberbio el sevillano en la primera parte; varias manos abajo, de las que duelen, para aguantar el marcador en el inicio. Colosal Juanpa, afianzado como central, sólido en el juego aéreo, rápido y atento al cruce en una exigencia máxima; lástima el error en la marca para el 1-1 porque empaña un partido tremendo del segoviano.
2.- Si marcas tanto y no estás arriba es por algo, los madrileños eran flanes en la retaguardia, los de Pacheta llevaban peligro en cada acción. Recuperación y Aitor Sanz para Nano en banda izquierda o Manu Busto rompiendo por dentro, cada llegada asustaba al Getafe. Repliegue oviedista, presión a partir de mediocampo para después correr con espacios a la espalda, de nuevo no se sentenció cuando se tuvo oportunidad y de nuevo el precio a pagar fue demasiado alto.
3.- Gran partido del extremo Samuel Saiz, emborronado después por una actitud barriobajera y camorrista. Primero en la derecha, después en la izquierda para buscar el 2vs1 ante Owona sabiendo de la ausencia de retorno defensivo de Abásolo. Por dentro y por fuera, daba igual Samuel que el lateral Nacho, uno de los siempre buscaba la diagonal por dentro y así llegaría el 1-2 en el descuento. La entrada de Teo ayudó a cortar la sangría pero la vía para hacer daño ya era una evidencia.
4.- A balón parado los azules marcaron la diferencia en la primera parte, gol de Juanpa en la primera aproximación, pudieron ser más porque se remataba todo. El fútbol es caprichoso, el Getafe llegaba por bandas, tocando, pero su empate llegó en saque de esquina, ahí donde se pensaba que no podían hacer daño. Después fue un acoso y derribo sobre el arco de Tomeu, la entrada de Álex Pérez desactivó el peligro oviedista en la estrategia.
5.- Tras el descanso, punto de inflexión. A los de Ferreras les costó entrar, Óscar Martínez y Manu Busto tuvieron la sentencia y el tercer puesto en sendos mano a mano ante Tomeu, las dos fueron al muñeco como pasó la semana pasada. Quien perdona siempre paga, el Getafe nos dió con la misma moneda y empató exactamente en el mismo minuto que lo hizo el Coruxo siete días antes. La respuesta del equipo fue buena en ambos casos pero no hay acierto para inclinar un duelo ni para ganar puntos in-extremis por empuje.
6.- Partido roto quedando un mundo, lo quisieron los dos equipos viendo la debilidad atrás del oponente. Los de Pacheta eran cinco para atacar y cinco para defender, Aitor Sanz por delante de los centrales y Pelayo el primero para construir, 15 metros entre los dos. El capitán se desentendía en la construcción, dos errores en la salida casi cuestan caro; el chaval no tuvo su día, falló controles y pases fáciles, no aportó pausa y no fue factor sorpresa, no salía nada.
7.- El plan ya no estaba escrito, con marcador a favor Martins iba a ser imprescindible para ahogar la salida de balón getafense y no dejarles cómodos los últimos 20'. Teo aportaba kilómetros, retorno defensivo y posibilidad de mandarla al espacio, Manu Busto hacía daño en las transiciones, Óscar Martínez las peinó casi todas en la segunda parte. El sustituido iba a marcar el mensaje de Pacheta pero todo saltó por los aires con el 1-1.
8.- Si rompes la baraja hay que hacerlo bien, el partido de Pelayo era para alejarlo de la construcción pero el míster no quiso tocar ninguna pieza porque el equipo llegaba al área de Tomeu. Colocar a Manu Busto delante de Aitor para que iniciase el cántabro, acercar a Pelayo a Óscar Martínez para ganar alguna de las prolongaciones del gallego, Martins en banda derecha para perseguir a Samuel y entrar al segundo palo cuando Nano ganase línea de fondo. O apostar directamente por el camerunés en lugar de Pelayo una vez Teo ya ocupaba el lugar de Abásolo. En un partido loco cambiar los roles es la llave para sorprender.
9.- Un toma y daca constante, golpes en uno y otro bando, nadie quería el empate aunque a estas alturas es obligado sumar los días que no puedes ganar. El ansia de victoria y la angustia por verse en puestos de playoff pesaron demasiado en el equipo, ninguno nos dimos cuenta de que el empate mantenía todo como estaba aunque con el Tenerife más a piedra que nunca. El equipo volcado, física y anímicamente muerto, por eso llega la puntilla en la enésima diagonal hacia dentro del lateral Nacho. Desolación propia de una eliminación en playoff, ninguno esperaba el fatal desenlace.
10.- Se deja escapar (otra vez) una oportunidad de oro, quien perdona lo paga también en la Liga. Pero quedan cinco finales, los demás también fallan. El Tenerife es el rival por la plaza, los chicharreros van en modo autodestrucción con fractura entre cuerpo técnico y plantilla, García Tébar acaba de ser sustituido, la afición a punto de estallar. Reciben al Lugo el Domingo, debemos recuperar en Coruña lo que se perdió en el Tartiere. #GanarAlMontañeros
El equipo necesita de todos, ahora más que nunca. No se va a arrojar la toalla a un mes del final, el Real Oviedo sigue dependiendo de sí mismo para jugar el playoff por el ascenso. El juego gustará más o menos, será vistoso o no, pero se hizo todo para ganar y de nuevo fue la definición y no la apuesta la que nos condenó. No hay lugar para los insultos, ni entrenador ni plantilla se los merecen; quien vaya al Tartiere se deje su fobia personal en casa.
Foto: La Voz de Asturias