Tarde de fútbol, ambiente de día grande en la ciudad por el 86 aniversario y la fiesta celebrada por Symmachiarii. Todo apunto para disfrutar y sufrir con el equipo, una oportunidad de entrar en playoff con la que ni se soñaba el miércoles después de caer en Cuenca. Partido cumbre, un Real Oviedo-Albacete siempre trae a la memoria tiempos mejores, dos equipos que no se pueden permitir vivir en la Segunda B, su sitio es otro. La suma de los factores propició que el Tartiere se vistiese con sus mejores galas, así siempre jugamos con uno más y es que los últimos diez minutos fueron nuestros.
Las sanciones van a ser un habitual en el tramo final, demasiados apercibidos para que se pueda repetir un once. Habrá que sobrevivir día a día, ganar al siguiente rival sin mirar a la grada, pero servirá también para enchufar a toda la plantilla, todos los futbolistas llegarán al playoff con ritmo competitivo en caso de acabar entre los cuatro primeros. Pacheta ya maneja las variables, ordenó a Owona forzar la quinta amarilla para no ir a Coruxo ya que Lucien sigue con problemas en el tobillo, ayer jugó infiltrado. Descanso y semana y media para que el camerunés se recupere al cien por cien.
Jorge Rodríguez por Aitor Sanz como novedad obligada, Álvaro Cuello y Nano volvieron a ocupar la banda izquierda mandando a Abasolo a la diestra y a Candela al palco. El gallego como mediocentro ya es una realidad, primera alternativa a la dupla titular. Falcón no tiene ritmo de noventa minutos, es el futbolista para pasar al 4-5-1 con marcador a favor. Pascual ha perdido la confianza del cuerpo técnico, nada se sabe de él desde su expulsión en La Roda, poco queda del futbolista indiscutible del curso pasado. Jorge Rodríguez fue el ancla, dominando la disputa y la segunda jugada para desempeñar función de líbero en mediocampo. Así Pelayo estuvo más suelto, más liberado para entrar desde segunda línea y disfrutar sobre el césped; la jugada del gol es de manual.
La salida fue arrolladora, volvió el Real Oviedo pasional, intenso y directo, el de las grandes ocasiones, el que da garantías de ascenso. Maniató a los manchegos, no quisieron el cuero los de Antonio Gómez pero el rodillo azul ya había salido de paseo. Presión en la salida, línea defensiva adelantada para facilitar recuperación y apertura a banda y de paso sacar a Calle de su zona de influencia, colosal el partido de Juanma ante la referencia del Albacete. El canario es imprescindible, nadie se esperaba su temporada como central, estamos posiblemente ante el mejor Káiser de toda la categoría y es que no fue casualidad que el vacío de las derrotas llegase con su lesión.
El peligro llegaba por todos lados, no podían irse los azules sin marcar antes del descanso y celebrar el tanto en el fondo de Symmachiarii, allí donde el aliento se siente más cerca. Las tuvo Martins, también Abasolo, tuvo que ser Pelayo en jugada marca de la casa, una entrada por la izquierda similar a la que terminó en el trallazo de Aitor Sanz para el 0-2 en el partido del Carlos Belmonte. Se buscó la sentencia en la reanudación con más insistencia que ante el Sporting B, sabía el equipo del riesgo de llegar a los últimos minutos con el marcador abierto. Paul la tuvo en sus botas, su falta de acierto condenó a un sufrimiento injusto para el equipo y para el propio Abasolo.
El esfuerzo se paga, la intensidad inicial se notó en los últimos veinte minutos. El equipo retrasó líneas para proteger a Lledó, entregó el balón a cambio de vivir juntos, todos para uno y uno para todos. Entró Jandrín para tener una baza a la contra, Falcón por Manu Busto para jugar con tres medioscentros y buscar superioridad por dentro, el cántabro terminó con la lengua fuera para dejar en evidencia a los pocos que aún mantienen que es un futbolista que no trabaja sin balón. Pacheta ha conseguido la implicación de todos, del primero al último creen en su mensaje y ésa es la tarea más difícil de un entrenador. Que se lo pregunten a García Tébar.
El aliento del Tartiere hizo el resto, victoria de valor incalculable. El 1-0 nos lleva al cuarto puesto, nos coloca un punto por encima del Albacete que en realidad son dos por haberle superado en el goal-average particular. De lleno en la lucha, ahora toca mantener la fuerza en Coruxo para no dar un respiro a los rivales, alguno se saldrá del guión. El Tenerife en modo autodestructivo con fractura entre cuerpo técnico, plantilla y afición; la del Albacete ha sido la tercera derrota en una semana; el Lugo seguirá siendo el rey del empate. Elevar un punto la fiabilidad lejos del Tartiere es la lleva para asegurar el playoff.
Publicidad: Ovieditis es 'patrocinador' del espacio dedicado al Real Oviedo en el programa 'Asturias en juego' de Radio Vavel, en el que se repasará toda la actualidad futbolística del Principado cada Lunes de 17h a 18h
Fotos: Jonás Sánchez
Las sanciones van a ser un habitual en el tramo final, demasiados apercibidos para que se pueda repetir un once. Habrá que sobrevivir día a día, ganar al siguiente rival sin mirar a la grada, pero servirá también para enchufar a toda la plantilla, todos los futbolistas llegarán al playoff con ritmo competitivo en caso de acabar entre los cuatro primeros. Pacheta ya maneja las variables, ordenó a Owona forzar la quinta amarilla para no ir a Coruxo ya que Lucien sigue con problemas en el tobillo, ayer jugó infiltrado. Descanso y semana y media para que el camerunés se recupere al cien por cien.
Jorge Rodríguez por Aitor Sanz como novedad obligada, Álvaro Cuello y Nano volvieron a ocupar la banda izquierda mandando a Abasolo a la diestra y a Candela al palco. El gallego como mediocentro ya es una realidad, primera alternativa a la dupla titular. Falcón no tiene ritmo de noventa minutos, es el futbolista para pasar al 4-5-1 con marcador a favor. Pascual ha perdido la confianza del cuerpo técnico, nada se sabe de él desde su expulsión en La Roda, poco queda del futbolista indiscutible del curso pasado. Jorge Rodríguez fue el ancla, dominando la disputa y la segunda jugada para desempeñar función de líbero en mediocampo. Así Pelayo estuvo más suelto, más liberado para entrar desde segunda línea y disfrutar sobre el césped; la jugada del gol es de manual.
La salida fue arrolladora, volvió el Real Oviedo pasional, intenso y directo, el de las grandes ocasiones, el que da garantías de ascenso. Maniató a los manchegos, no quisieron el cuero los de Antonio Gómez pero el rodillo azul ya había salido de paseo. Presión en la salida, línea defensiva adelantada para facilitar recuperación y apertura a banda y de paso sacar a Calle de su zona de influencia, colosal el partido de Juanma ante la referencia del Albacete. El canario es imprescindible, nadie se esperaba su temporada como central, estamos posiblemente ante el mejor Káiser de toda la categoría y es que no fue casualidad que el vacío de las derrotas llegase con su lesión.
El peligro llegaba por todos lados, no podían irse los azules sin marcar antes del descanso y celebrar el tanto en el fondo de Symmachiarii, allí donde el aliento se siente más cerca. Las tuvo Martins, también Abasolo, tuvo que ser Pelayo en jugada marca de la casa, una entrada por la izquierda similar a la que terminó en el trallazo de Aitor Sanz para el 0-2 en el partido del Carlos Belmonte. Se buscó la sentencia en la reanudación con más insistencia que ante el Sporting B, sabía el equipo del riesgo de llegar a los últimos minutos con el marcador abierto. Paul la tuvo en sus botas, su falta de acierto condenó a un sufrimiento injusto para el equipo y para el propio Abasolo.
El esfuerzo se paga, la intensidad inicial se notó en los últimos veinte minutos. El equipo retrasó líneas para proteger a Lledó, entregó el balón a cambio de vivir juntos, todos para uno y uno para todos. Entró Jandrín para tener una baza a la contra, Falcón por Manu Busto para jugar con tres medioscentros y buscar superioridad por dentro, el cántabro terminó con la lengua fuera para dejar en evidencia a los pocos que aún mantienen que es un futbolista que no trabaja sin balón. Pacheta ha conseguido la implicación de todos, del primero al último creen en su mensaje y ésa es la tarea más difícil de un entrenador. Que se lo pregunten a García Tébar.
El aliento del Tartiere hizo el resto, victoria de valor incalculable. El 1-0 nos lleva al cuarto puesto, nos coloca un punto por encima del Albacete que en realidad son dos por haberle superado en el goal-average particular. De lleno en la lucha, ahora toca mantener la fuerza en Coruxo para no dar un respiro a los rivales, alguno se saldrá del guión. El Tenerife en modo autodestructivo con fractura entre cuerpo técnico, plantilla y afición; la del Albacete ha sido la tercera derrota en una semana; el Lugo seguirá siendo el rey del empate. Elevar un punto la fiabilidad lejos del Tartiere es la lleva para asegurar el playoff.
Publicidad: Ovieditis es 'patrocinador' del espacio dedicado al Real Oviedo en el programa 'Asturias en juego' de Radio Vavel, en el que se repasará toda la actualidad futbolística del Principado cada Lunes de 17h a 18h
Fotos: Jonás Sánchez