El filial blanco quiere volver a ser grande, alcanzar el nivel de su rival azulgrana, que Valdebevas sea referencia en el fútbol nacional, repetir una generación como la ‘Quinta del Buitre’ es el objetivo a medio plazo. Red de ojeadores por todo el país, hay que ampliar horizontes si se quiere competir con una Masía internacional que aún va dos pasos por delante en el trabajo de cantera. No hay tanta diferencia de calidad en los chavales, simplemente en Barcelona se apuesta por ellos, hay paciencia y confianza, en Madrid no. Minutos de la basura en partidos decididos no son oportunidades, son rellenos; con Mourinho lo tendrán difícil para asomar.
El Castilla es otro desde que Toril se hizo cargo en Enero, desde entonces lleva números de campeón, dos derrotas en once meses. Trabajador nato, gran motivador, nunca es fácil manejar un filial con calidad y ego, falto de competitividad desde el último descenso. Exige a sus futbolistas tanto como a él mismo, no tuvo problema alguno en sentar a Jesé a principios de curso para que el canario diese un paso adelante en intensidad y diese al equipo lo que el técnico quería, que dejase de lado el ‘yo’ y adquieriese fundamentos básicos para empezar a trabajar a partir de ahí.
En portería tiene un bendito problema el filial blanco, Mejías y Jesús Fernández son dos porteros aptos para el puesto, Toril los rota en ciclos de dos partidos al igual que Luis Enrique hacía en el Barça Atlètic con Miño y Oier. El Domingo será Jesús quien esté frente a los nuestros, más ágil bajo palos, sólo ha encajado dos goles este curso, viene pletórico tras atajarle un penalty a Fer en el derby de la semana pasada ante el Atleti B. No es tan seguro en el juego aéreo como su compañero Mejías, el Oviedo puede aprovechar la estrategia. Ambos dan garantías, el Castilla es el equipo que menos tantos recibe de la Segunda B después del impecable Mirandés.
No hay portería a cero sin una gran defensa: Carvajal y Casado son los laterales, ambos profundos y rápidos, exigirán mucho a Nano y Xavi Moré pues a los dos les gusta incorporarse al ataque, desdoblar para buscar el 2vs1 en banda y apurar línea de fondo. Pablo Gil y Nacho Fernández son los centrales, complementos perfectos. El primero es un marcador férreo, rápido e intenso; el segundo es káiser, poderío aéreo y salida de balón, central con aspiraciones de Primera División que acabará en algún equipo satélite como Getafe o Benfica por la falta de confianza y paciencia de los de arriba.
El jefe en el centro del campo es Álex Fernández, campeón europeo Sub-19 el pasado verano. Auténtico pulmón, trabajador incansable, juega fácil lo cual a veces es muy difícil. Buen golpeo de balón, le gusta entrar desde segunda línea y buscar portería, será un peligro para Lledó desde media distancia. Después llegan los cuatro monstruos, Juanfran y Jesé son los puñales por banda, capaces de jugar por dentro o por fuera, imprevisibles por la variedad de recursos. El primero es ‘veterano’, 23 años, tiene un guante en la diestra, centros milimétricos a la cabeza de Joselu. Jesé es talento puro, descaro que a veces confunde con frivolidad, es un diamante por pulir y Toril lo sabe: maneja las dos piernas, se va por dentro y por fuera, intenso y veloz, cuando adquiera mecanismos y aprenda a jugar sin balón será carne de Primera. Ya decidió en el mini derby, Owona tiene su prueba de fuego porque el canario le exigirá en cada acción, saltarán chispas.
Arriba Morata y Joselu, la esperanza blanca y el pichichi del grupo. Morata se mueve entre líneas, rápido para la contra y hábil en el regate, tiene todas las cualidades para triunfar pero debe tener paciencia si quiere hacerlo en el Bernabéu. Mourinho le exige todo desde que le hizo debutar, debe arrasar en Segunda B cada semana si quiere la oportunidad. Joselu es hombre de área, un ‘9’ puro; define al primer toque, poderoso por arriba, juega de espaldas y espera la segunda línea, es la pieza ideal para el equipo blanco, el puzzle de Toril encaja a la perfección.
Estará cómodo el Castilla si se sabe superior, si es capaz de manejar el partido y la posesión, si somete al Oviedo. Si los de Pacheta asustan a Jesús los blancos cederán metros y ahí es cuando los chicos son débiles, tienen fútbol pero les falta ‘el otro’. Los nuestros deben salir a por el partido, igualar la intensidad y velocidad blanca porque de no ser así el Castilla es un equipo que arrolla por fuera para acabar por dentro. Aitor Sanz será clave, la falta táctica un recurso preciado. Sin Falcón ni Pelayo Pacheta debería mirar al filial para completar la lista, David González y Yosu tienen papeletas para ir a Valdebevas partiendo el primero con ventaja por lo visto ayer en el Requexón. Más que nunca será un día para ser valiente, para crecerse en la batalla. Hace dos años la remontada empezó allí, el Domingo se puede dar el espaldarazo definitivo a nuestra candidatura. Ahora o nunca.
Fotos: RealMadrid.com
El Castilla es otro desde que Toril se hizo cargo en Enero, desde entonces lleva números de campeón, dos derrotas en once meses. Trabajador nato, gran motivador, nunca es fácil manejar un filial con calidad y ego, falto de competitividad desde el último descenso. Exige a sus futbolistas tanto como a él mismo, no tuvo problema alguno en sentar a Jesé a principios de curso para que el canario diese un paso adelante en intensidad y diese al equipo lo que el técnico quería, que dejase de lado el ‘yo’ y adquieriese fundamentos básicos para empezar a trabajar a partir de ahí.
En portería tiene un bendito problema el filial blanco, Mejías y Jesús Fernández son dos porteros aptos para el puesto, Toril los rota en ciclos de dos partidos al igual que Luis Enrique hacía en el Barça Atlètic con Miño y Oier. El Domingo será Jesús quien esté frente a los nuestros, más ágil bajo palos, sólo ha encajado dos goles este curso, viene pletórico tras atajarle un penalty a Fer en el derby de la semana pasada ante el Atleti B. No es tan seguro en el juego aéreo como su compañero Mejías, el Oviedo puede aprovechar la estrategia. Ambos dan garantías, el Castilla es el equipo que menos tantos recibe de la Segunda B después del impecable Mirandés.
No hay portería a cero sin una gran defensa: Carvajal y Casado son los laterales, ambos profundos y rápidos, exigirán mucho a Nano y Xavi Moré pues a los dos les gusta incorporarse al ataque, desdoblar para buscar el 2vs1 en banda y apurar línea de fondo. Pablo Gil y Nacho Fernández son los centrales, complementos perfectos. El primero es un marcador férreo, rápido e intenso; el segundo es káiser, poderío aéreo y salida de balón, central con aspiraciones de Primera División que acabará en algún equipo satélite como Getafe o Benfica por la falta de confianza y paciencia de los de arriba.
El jefe en el centro del campo es Álex Fernández, campeón europeo Sub-19 el pasado verano. Auténtico pulmón, trabajador incansable, juega fácil lo cual a veces es muy difícil. Buen golpeo de balón, le gusta entrar desde segunda línea y buscar portería, será un peligro para Lledó desde media distancia. Después llegan los cuatro monstruos, Juanfran y Jesé son los puñales por banda, capaces de jugar por dentro o por fuera, imprevisibles por la variedad de recursos. El primero es ‘veterano’, 23 años, tiene un guante en la diestra, centros milimétricos a la cabeza de Joselu. Jesé es talento puro, descaro que a veces confunde con frivolidad, es un diamante por pulir y Toril lo sabe: maneja las dos piernas, se va por dentro y por fuera, intenso y veloz, cuando adquiera mecanismos y aprenda a jugar sin balón será carne de Primera. Ya decidió en el mini derby, Owona tiene su prueba de fuego porque el canario le exigirá en cada acción, saltarán chispas.
Arriba Morata y Joselu, la esperanza blanca y el pichichi del grupo. Morata se mueve entre líneas, rápido para la contra y hábil en el regate, tiene todas las cualidades para triunfar pero debe tener paciencia si quiere hacerlo en el Bernabéu. Mourinho le exige todo desde que le hizo debutar, debe arrasar en Segunda B cada semana si quiere la oportunidad. Joselu es hombre de área, un ‘9’ puro; define al primer toque, poderoso por arriba, juega de espaldas y espera la segunda línea, es la pieza ideal para el equipo blanco, el puzzle de Toril encaja a la perfección.
Estará cómodo el Castilla si se sabe superior, si es capaz de manejar el partido y la posesión, si somete al Oviedo. Si los de Pacheta asustan a Jesús los blancos cederán metros y ahí es cuando los chicos son débiles, tienen fútbol pero les falta ‘el otro’. Los nuestros deben salir a por el partido, igualar la intensidad y velocidad blanca porque de no ser así el Castilla es un equipo que arrolla por fuera para acabar por dentro. Aitor Sanz será clave, la falta táctica un recurso preciado. Sin Falcón ni Pelayo Pacheta debería mirar al filial para completar la lista, David González y Yosu tienen papeletas para ir a Valdebevas partiendo el primero con ventaja por lo visto ayer en el Requexón. Más que nunca será un día para ser valiente, para crecerse en la batalla. Hace dos años la remontada empezó allí, el Domingo se puede dar el espaldarazo definitivo a nuestra candidatura. Ahora o nunca.
Fotos: RealMadrid.com