Real Oviedo 0-1 Athletic, ¡Viva la Copa!

Ambiente de gala, rugía el Tartiere, ganas de fútbol en el oviedismo, duelo entre dos históricos para honrar la Copa del Rey. Dos aficiones conviviendo en la previa, cantando al unísono, así el fútbol da gusto. El objetivo de los de Pacheta era competir ante el Athletic, seguir reforzando al equipo mentalmente para asaltar al Tenerife el Domingo, continuar ganándose a una afición que por primera vez en mucho tiempo cree que éste puede ser el año. Marcelo Bielsa sacó todo lo que tenía, mismo once que ante el Mallorca en Liga; la intención, sentenciar en la ida para rotar en San Mamés.

Salió el Oviedo valiente, no entiende otra manera de afrontar un partido independientemente del rival. El Athletic no invitaba a serlo, ni por futbolistas ni por sus últimos partidos; los leones se atascaron ante Granada y Mallorca, dos equipos que le cedieron balón y metros para plantar dos líneas muy juntas cerca de su área. Pacheta mandó a los suyos arriba, agobió la salida de balón de Javi Martínez con Martins y Rubiato, Nano y Jandrín encima de Iraola y Aurtenetxe para que no jugasen cómodos los hombres de Bielsa. Calco del inicio en Valdebevas, la defensa en mediocampo para jugar en pocos metros y evitar la transición fácil.

El ‘Loco’ sabía lo que se iba a encontrar, mandó a Muniaín entre líneas, recibir a la espalda de Aitor Sanz y Pelayo para generar superioridad en la zona ancha y lanzar las contras para De Marcos y Toquero al espacio entre Juanpa, Negredo y Lledó, así vino el único tanto vizcaíno. Velocidad vertiginosa del Athletic con balón, Íker y Ander Herrera siguen llevando el peso, son el futuro de los suyos porque tienen años por delante. La diferencia de categoría se notó en los detalles, no en el marcador. Los duelos individuales fueron para los rojiblancos, también ganaron las disputas y las segundas jugadas, casi siempre llegaron una décima antes que los nuestros.

Buscaron los de Pacheta ser verticales y directos pero se encontraron con la precipitación. Exceso de descarga sobre Martins y Rubiato, la batalla aérea fue para Amorebieta y Javi Martínez, dos colosos de 1’90 que disfrutaron en el Tartiere repeliendo balones como si fuesen auténticos muros. Miedo azul a buscar las bandas, el temor a perder el 1vs1 fue el origen de todo. Se sabían los nuestros inferiores al Athletic en la individualidad, una recuperación vasca con el equipo saliendo podía matar el partido a la contra por más que Lledó emulase a Molina siendo prácticamente más libre que portero. No estaban en el once ni Xavi Moré ni Manu Busto, aquellos que pueden decidir cuando el equipo no llega; sin ellos no hubo confianza para vencer el duelo personal.

El míster burgalés corrigió al descanso, el primer aviso lo dio Álvaro Cuello ganándole un balón imposible a Amorebieta para que Jandrín estuviese a punto de hacer el empate. Esa acción hizo creer, Nano empezó a ser profundo en la izquierda y Jandrín a demostrar que puede cubrir la baja de Xavi sin perder competitividad. Fue atrevido el chico, encaró a Aurtenetxe, perdió pocos balones, supo cuándo asociarse y dar pausa, salió reforzado de una prueba de nivel exigente para aumentar la profundidad de plantilla y confirmarse como realidad. Pacheta vió un resquicio en el Athletic, Manu Busto por Álvaro Cuello para que Nano tuviese metros por delante partiendo desde el lateral, el Real Oviedo a tumba abierta. Valientes, siempre valientes.

Los de Bielsa comprendieron que no sería un trámite, que si bajaban revoluciones el partido se complicaría. Muniaín siguió deslumbrando como asistente, Toquero, Susaeta y De Marcos las tuvieron a la espalda de Negredo y Juanma pero Lledó estuvo excelso, momento impresionante el del portero sevillano. Ander Herrera lo probó desde fuera, también la tuvo Íker en el segundo palo, los leones buscaron el 0-2 para tener colchón en San Mamés y ahorrarse sustos en el tramo final; una jugada podía cambiar todo, por algo la Copa del Rey es el torneo del KO.

El Oviedo era todo voluntad pero en la segunda parte Pacheta empezó a jugar el partido ante el Tenerife, el duelo importante de la semana. Minutos para Manu Busto y Pascual, respiro para Martins y Pelayo, pudimos ver el debut de Chamorro con el primer equipo, se está ganando la oportunidad el extremo al ser el que tira del carro en el Vetusta; cuando los demás acompañen el filial saldrá del pozo. El corazón pudo, la afición hizo jugar con 12 para poder encerrar al Athletic los últimos minutos; el partido acabó en el área de Gorka Iraizoz, Jandrín la tuvo en el último suspiro, hubiese llevado la locura a las gradas del Tartiere.

El oviedismo debe estar orgulloso del equipo, salir a jugarle de tú a tú al once titular del Athletic y no morir en el intento lo dice todo. Optimismo moderado, toca recuperar del esfuerzo para vencer al Tenerife el Domingo, asaltar la tercera plaza y presionar a Castilla y Lugo, seguir reafirmando el mensaje y el estilo Pacheta. No estará Xavi Moré en lo que queda de año, pero aparece Jandrín. Es su momento, su reválida, si mantiene el nivel de hoy habrá recambio.

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Fotos: Lne.es