Xavi Moré, factor diferencial

Tercera temporada, indiscutible con todos los entrenadores cuando estuvo disponible, decisivo cuando alcanza el pico de forma e imparable cuando está en estado de gracia. Él y Jandro fueron los que resucitaron al equipo en la 09/10 para que Manu Busto rematase la remontada; la temporada pasada fue el más beneficiado del efecto Pacheta y coleccionó golazos y asistencias en el tramo final de Liga. Ahora es el que da la cara en el Real Oviedo, la individualidad al rescate de un colectivo que no llega.

Primer verano sin lesiones, los años anteriores sus detractores le acusaron de ser futbolista de 10-15 partidos por curso sin reparar en que ni con Raúl ni con Pichi Lucas tuvo una pretemporada al uso. Siempre problemas musculares, futbolista propenso por su fútbol y por su físico, debe cuidarse más que cualquiera porque igual que esa explosividad mata al lateral le exige también a él. Con Pacheta la suerte le sonríe, no tuvo que parar antes del comienzo de Liga y ahora recoge los frutos; mantener la regularidad 30 jornadas más es el desafío.

Nadie va a descubrir ahora a Xavi Moré, todos le conocemos. Cuando encara 1vs1 con metros por delante es imparable, cuando corre al espacio más de lo mismo. Se sacrifica en defensa como el que más por mucho que digan; en Lugo dio una auténtica exhibición física y Owona puede dar fe de ello. Buen golpeo de balón, ve puerta desde fuera del área y eso le convierte en amenaza imprevisible. Sus goles siempre valen puntos, aparece cuando es estrictamente necesario y no para la galería con el marcador resuelto.

Por desgracia este Oviedo no es el del tramo final de la temporada pasada: achica más arriba, quiere robar a menos metros de portería pero no puede, los jugadores de banda tienen menos oportunidad de brillar porque se quedan sin situaciones favorables. Pacheta busca dar con la tecla, ante el Marino jugó con tres medioscentros para solidificar pero los de Quirós llegaron más claro que cualquiera en los primeros 20’ de partido, y los azules fueron mejores con el dibujo habitual en la segunda parte. La baja de Rubiato también pesa, era el futbolista sobre el que descargar juego directo para que Xavi o Nano fuesen a la prolongación; Óscar Martínez aporta otras cosas, son complementarios no sustitutivos.

Parece gafado el ex – alavesista, otro palo ante el Marino para sumar cinco en lo que llevamos de Liga; no debe preocupar la falta de gol porque terminarán entrando, pero se necesita ya que vuelva el estado de gracia. Manu Busto es la otra cara de la moneda, menos participativo en el colectivo, menos sacrificado ya sea por el centro o en la banda pero con la suerte de cara frente a la portería contraria. El equipo sería más compacto sin él pero el gol se cotiza alto y más en un equipo que no encuentra su fútbol. Martins es el reflejo del Real Oviedo, lejos del nivel que se le presuponía al firmar, no está aprovechando la baja de Rubiato y se queda sin tiempo para demostrar.

Por una cosa u otra, nadie en el equipo llega como Xavi Moré, el catalán es el que marca diferencias y el que da un respiro a Pacheta en este difícil inicio. Lo juega todo, ya no hay rotaciones para él y menos ahora que la Copa del Rey queda aparcada hasta la llegada de un grande en Diciembre. En su tercer año ya se sabe importante, se siente referente y le gusta, se siente cómodo con la presión del Real Oviedo y del Tartiere, está acostumbrado a ella desde sus inicios en Valladolid con su padre Pepe Moré al mando. Integrado en la ciudad y respetado por la afición, todos los ingredientes para firmar un gran año.

No podrá hacerlo sólo, si el equipo no da un paso adelante el ‘efecto Xavi’ se diluirá, es lógico. Pacheta debe recuperar lesionados, Rubiato y Falcón serán importantes en su justa medida. Encontrar sitio en el mismo once a Manu Busto y Óscar Martínez y sacarles el máximo provecho a ambos será otro reto para el técnico, el cántabro en banda sigue siendo menos futbolista y el gallego no es un ‘9’. El 4-1-4-1 del Cerro del Espino no funcionó así que la pelota está en el tejado de Pacheta. Y mientras, Xavi Moré al rescate.

Foto:Lne.es