Real Oviedo 3-0 Vecindario: goles sin fútbol

Victoria engañosa ante el Vecindario, un 3-0 que no reflejó la realidad del duelo, los canarios fueron superiores en la primera parte pero diez minutos les condenaron tras el descanso. No demostraron los blanquinegros su condición de colistas, siete córners a favor en los primeros 45’ no los había forzado ninguno de los equipos que hasta ahora se habían enfrentado a los de Pacheta. Pagaron cara la osadía de adelantar líneas e ir a por el partido, dieron metros al Oviedo y la puntería sonrío esta vez a los azules.

En la segunda jornada ante el Toledo, infinidad de ocasiones, tres palos para terminar 0-3 en el Tartiere y ganarse la crítica de la afición por no ver puerta; ayer 3-0 con un 100% de efectividad en los tiros a puerta y pitos por el mal juego. Es lógico el malestar del oviedismo, el equipo no invita al optimismo y los resultados son los que son pero no se puede perder el criterio. Este mismo partido lo vimos ante el Zamora no hace mucho y todo eran loas hacia Pacheta, su método y el empaque del que había dotado al equipo. Los extremismos son malos en ambas direcciones, hay que razonar las críticas y mantener el criterio, de lo contrario se pierde la fuerza del argumento.

Volvió a caer en el error Pacheta de jugar con un falso ‘10’ en la izquierda, tuvo que rectificar a los treinta minutos dando entrada al recuperado Candela en el lateral, devolviendo a Nano a su posición natural y con Manu Busto por detrás de Martins siendo Óscar Martínez el sacrificado. Alabar la iniciativa del mister por no esperar hasta el descanso, condenar el error en el once inicial, no siempre es blanco o negro, más bien casi nunca. Buen partido de Candela a pesar de la inactividad, que recupere su nivel se antoja imprescindible para que el equipo adquiera una identidad racional y gane en firmeza defensiva; su continuidad permitirá una disposición más lógica del resto de compañeros sobre el césped.

Ver el vaso medio vacío o medio lleno, el equipo ganó en eficacia y dejó portería a cero por segunda vez consecutiva en el Tartiere pero no dio sensación de fortaleza y pasó apuros ante el colista y en su feudo. A cuatro puntos del playoff, a seis del segundo pero a tres del descenso, la tabla aún no se ha partido para ningún equipo salvo para el Lugo y los de Pacheta está a tiempo de meterse en la zona noble. Es hora de sobrevivir, sacar adelante de tres en tres puntos como sea y sin importar el cómo; todos recordamos Valdebevas como punto de inflexión con Pichi, pero no el marco: juego poco brillante, equipo espeso, jugando en superioridad numérica durante 70 minutos y decidiendo en los últimos 10’ de partido. La brillantez y la seguridad la darán las victorias, ahora es momento de ganar sin pedir más.

Cuando el balón pasó por Aitor Sanz el equipo fue mejor, confundir juego directo con pelotazo es el error. El equipo debe generar por dentro para matar por fuera, sin superioridad de Aitor Sanz, Pelayo o Manu Busto no hay situaciones de 1vs1 para Xavi Moré y Nano, sin verticalidad ni velocidad en la circulación no hay espacios. Hay que combinar estilos, la descarga sobre el ‘9’ no debe ser el punto de partida sino un recurso más, si eres previsible estás condenado y más aún con la ausencia de tu referencia áerea. Se puede ser directo sin necesidad de que el balón vaya continuamente por arriba, que se lo digan a Mourinho. Pacheta necesita a Rubiato pero también necesita sacar el miedo de sus futbolistas y reforzar positivamente el balón a ras de suelo; cuántas más armas tienes más poderoso te conviertes.

Álvaro Cuello se fue con el Vetusta, de nuevo error por más que el partido de Juanma fuese correcto e incluso abriese el marcador. El chaval no está en fase de crecimiento, no necesita combinar primer equipo y segundo pues ya está mejor que los que juegan arriba y el equipo tiene necesidad cada fin de semana. Si los de Pacheta viviesen holgadamente y sin problemas de rendimiento se entendería la alternancia como ocurrió con Michu y Pelayo, pero en momentos de urgencia deben jugar los mejores para sacar el partido adelante. Ahora mismo Álvaro Cuello mejora a todos excepto al lesionado Jorge Rodríguez y por tanto debe ser carne de primera plantilla.

El Domingo toca visitar Gijón, el partido humillante del año. Para el Sporting B es el duelo de la temporada, todos los ojos de aficionados y medios afines estarán puestos en ellos más incluso que en el primer equipo, saldrán con intensidad máxima como si la vida estuviese en juego. Esa intensidad es el factor común en las últimas derrotas en feudo rojiblanco, siempre pasaron por encima en ganas y actitud. Si los de Pacheta igualan el ritmo saldrán vencedores, la calidad y la experencia se imponen en igualdad de condiciones pero si se repite la indolencia de Alcalá o de la primera mitad de ayer el escarmiento será de órdago en el Molinón. Obligación de ganar, no por el rival sino por el equipo, tres puntos vitales. Aún se está a tiempo.

Foto: RealOviedo.es