Ascenso 3.0: ahora o nunca

Comienza lo bueno, en apenas dos días rodará el balón en Butarque; empieza el camino de 38 jornadas que debe llevar al Real Oviedo a luchar por el ascenso en el mes de Mayo. Atrás quedan las cinco semanas de pretemporada, las cargas de entrenamiento, los amistosos y las pruebas, ahora llega lo serio ante otro candidato a las posiciones altas como es el Leganés.

El comienzo es exigente pero positivo, la competición no comienza con tres partidos en una semana lo cual es beneficioso para los equipos a estas alturas de curso. Leganés en Liga y Lugo a diez días vista, ambos a domicilio para empezar a calibrar las posibilidades del conjunto de Pacheta. El objetivo vuelve a ser ir partido a partido, “el ascenso se consigue en Mayo o Junio, ahora sólo toca ganar partidos” dice el técnico burgalés. Mismo discurso que hace seis meses cuando fue presentado como técnico del Real Oviedo: entonces era ganar al Eibar, ahora toca ganar al Leganés.

La pretemporada ha sido buena, con una disposición lógica de entrenos y partidos de cara a repartir cargas de trabajo, gestionar descansos y supercompensaciones, y preparar el inicio de Liga. Amistosos para la primera plantilla en fin de semana con la salvedad de la presentación ante el Deportivo de la Coruña en el Tartiere, equitatividad en la dosificación de los minutos entre los miembros de la plantilla, pruebas varias sin perder competitividad y mezcla sobre el césped entre todos los futbolistas. Más allá de las victorias ante el resto de equipos de la categoría o las derrotas ante Condal y Avilés, que sirva como baremo que las lesiones han respetado a la plantilla y casi todos los jugadores han tenido continuidad en los entrenos durante estas semanas de preparación.

Pacheta sabe lo que quiere, quiso tener cerrada la plantilla con mucha antelación y desde el primer día supo qué hombres tendrá a su disposición el resto del curso. 19 futbolistas más el refuerzo del Vetusta, Jandrín, Espina y alguno más serán importantes, ya han tirado la puerta, lo han demostrado en la pretemporada. El técnico mantiene gran parte del bloque del curso pasado y ha podido trabajar con los nuevos cinco semanas, el equipo llega preparado para competir desde el inicio para que no pase lo mismo que en las dos temporadas anteriores donde ni Raúl ni Pichi Lucas pudieron conjugar el esfuerzo de la Copa del Rey con la Liga.

Escasez de efectivos en defensa, nadie dobla a Juanpa ni Candela una vez confirmado el rol de Juanma como central zurdo, aunque es de esperar que el canario sea la alternativa al lateral izquierdo si el ex de la Ponferradina no está a disposición del técnico. Owona no ha despejado las dudas sobre su fútbol, mejor como central que como lateral, será titular en Leganés y pasará su primera prueba de fuego en partido oficial. Cuando Negredo alcance su nivel, formará la dupla con Jorge como ya hicieron la temporada pasada.

La base titular está asentada, hay jugadores indiscutibles en la columna vertebral como Jorge, Aitor Sanz, Xavi Moré o los laterales, pero Pacheta no cierra el once para generar competencia interna y evitar acomodamientos, sobre todo a principio de curso. Abasolo y Nano tendrán una lucha continua, Pascual tendrá la presión de Pelayo y Negredo ya sabe que no vivirá de rentas. La delantera es caso aparte porque cuenta con cuatro titulares, cuatro futbolistas distintos y complementarios con los que el técnico deberá hilar fino para sacarles el máximo jugo posible.

Rubiato es el ‘9’ puro y el juego aéreo, Martins la potencia y la velocidad al espacio, Óscar Martínez el trabajo entre líneas y la llegada, Manu Busto la calidad personificada. Todos pueden jugar con todos, sólo hay sitio para dos así que deberán ganarse el puesto cada entrenamiento y ser responsables consigo mismos si quieren jugar con Pacheta. Saben que una sanción o una lesión pueden sacarles del once para siempre, que le pregunten a Jorge Perona. Rubiato y Óscar apuntan a Butarque, ambos han visto puerta en pretemporada y la suerte le ha sido esquiva a Martins; Manu llega en desventaja por acumular menos minutos pero los amistosos ante Marino y Avilés le sirvieron para coger ritmo de partidos.

Seguir la estela dejada antes del verano, solidez defensiva y fútbol vertical, buscar el espacio para ser rápidos y agresivos. El objetivo de Pacheta es continuar con la inercia que acabó la temporada pasada, las sensaciones son las mismas hasta ahora pero sólo importará lo que se consiga en Butarque. El vestuario está mentalizado, la experiencia del año pasado les sirve a todos así que el comienzo debe ser fulgurante. Quién sabe si estamos ante la última oportunidad.

Fotos: MagazineOviedista