Athletic y Lezama, ejemplo para el Real Oviedo

Sensaciones contrapuestas, vaso medio vacío o medio lleno según el cristal con el que se mire. Cuarta jornada consecutiva sin perder, portería a cero por segunda vez tras el empate en Gijón y menos apuros defensivos que en partidos anteriores. Pero el equipo sigue sin ver portería, sólo un tiro entre los palos en cinco partidos a domicilio. La transición defensa-ataque brilla por su ausencia y es ahí donde se ganan los puntos. Partiendo en desventaja la media inglesa no vale.

Pichi Lucas repitió dibujo, dio entrada a Marc Castells por el sancionado Aitor Sanz y premió los buenos minutos de Miguel ante el Peña Sport relegando al banquillo a Rubiato. El valenciano demostró que a día de hoy debe ser titular; incansable en el esfuerzo y en las ayudas, brillante al corte y seguro en el juego aéreo, hizo muchos kilómetros y dio solidez al centro del campo. Miguel fue referencia aérea, se cansó de peinar balones pero tanto él como Perona estuvieron muy sólos arriba pagando el excesivo repliegue de sus compañeros.



A domicilio hay que buscar el gol partita, nadar y guardar la ropa como se intentó en Eibar y como se podría haber hecho ayer de haber señalado el árbitro el penalty sobre Manu Busto. Sin transiciones rápidas es imposible, en una Liga de tres puntos por victoria es indispensable la victoria a domicilio si necesitas remontar, la media inglesa no basta. Replegar al equipo en campo propio exige de un lanzador tras recuperación de posesión y de gente rápida en las bandas y veloces en la reacción para que el contrario no se reordene. Jandro es voluntad sin desborde, Manu Busto es totalmente lo contrario a lo que se necesita para jugar en la izquierda si el planteamiento es el de ayer.

Si sacas a Miguel en el once sácale provecho, gente con velocidad para ir al espacio alrededor suyo, y sobre todo, muy cerca del punta para que la prolongación tenga sentido. De nada sirve que el Culebra gane la batalla aérea si la segunda jugada es una lucha de Perona contra tres defensas con Manu Busto y Jandro a veinte metros del balón. El problema de Pichi Lucas es que no sabe dotar al equipo de una identidad y un patrón de juego, el planteamiento debe ir acorde con la alineación y él debe decidir si apostar por un estilo o por los hombres en mejor forma. Si ambas cosas se contradicen el equipo se queda sin fútbol.

A los puntos la victoria se hubiese quedado en Lezama, la tuvieron dos veces a balón parado - siempre las faltas laterales – y estrellaron un balón en el poste izquierdo de Aulestia cuando el partido agonizaba. Los equipos vascos, tanto el Athletic como la Real, son ejemplos en lo que a trabajo de cantera se refiere: filiales jóvenes con cachorros menores de 22 años, fieles equipos satélite que siguen el patrón de juego para foguear según las necesidades, sea el salto a la primera plantilla de algún chaval o cesión para algún juvenil sin sitio en el filial. Y sobre todo, un Club que apuesta por ellos a medio y largo plazo y que les da la oportunidad de demostrar que la formación sirve para recoger frutos.

Esta mañana el Vetusta venció 5-2 al Lealtad y dio un paso hacia los puestos de privilegio de Tercera División. En el peor de los casos, terminará la jornada a tres puntos de los puestos que dan derecho a jugar el playoff por el ascenso. Ernesto sigue acumulando méritos para ser titular con Pichi Lucas mientras Juanma sigue confuso en el lateral, sufriendo en cada partido con el par de turno y sin despejar dudas sobre su capacidad. Jandrín volvió a destaparse como puñal en el extremo, arrancada, velocidad y rapidez en la transición. Carnero, Moi y Pablo Espina fieles a su cita con el gol, mal endémico de la primera plantilla.

Todos no pueden subir de golpe pero el descaro y la valentía pueden ser un remedio para acabar con el juego plano y la horizontalidad del equipo. El Tartiere le recordó hoy al técnico berciano que el Vetusta está ahí y que debe contar con él. Si no tienes resultados no pruebes siempre las mismas cosas. El salto entre Tercera y Segunda B es grande pero no insalvable, el Caudal lo está demostrando con bastantes titulares de la temporada pasada como habituales en el once en el comienzo de Liga.

El Requexón debe ser el futuro de la entidad pero también puede ser el presente. Sin cantera el Real Oviedo no tiene viabilidad a corto-medio plazo y no me cansaré de insistir en ello.

Foto: La Voz de Asturias