RO 2-1 Barakaldo: victoria sin fútbol

Donde no llega el fútbol tiene que llegar la casta, al igual que la temporada pasada el descuento volvió a jugar a nuestro favor en el Tartiere. No es casualidad cuando ocurre tantas veces; igual que se reconoce que ahora mismo el equipo no tiene identidad ni patrón de juego hay que reconocer que al menos en el sentido de la implicación y las ganas Pichi Lucas hace un buen trabajo.

La afición llevando a los jugadores y no al contrario como debe ser norma; en el Real Oviedo siempre a contracorriente. Fue el Barakaldo con sus perdidas de tiempo, sus piscinazos y sus triquiñuelas el que metió al socio azul en el partido, que hasta ese momento se desperaban viendo como su equipo era incapaz de trenzar una jugada decente y daba síntomas de incapacidad ante un modesto del grupo como es el conjunto entrenado por Aguirregomezkorta. Fue el choque un reflejo de lo que espera esta temporada en el Carlos Tartiere. Enfrente siempre un rival aguerrido, conformista y sobre todo trabado. Por eso el balón parado es tan importante.

Mundo al revés, los azules tumbando a un equipo vasco en el descuento gracias a la estrategia. Ayer vimos un par de acciones ensayadas, con mejor o peor resultado pero al menos se aprecia que sí hubo un trabajo de pizarra en el Requexón. Córner al primer palo, imprescindible la figura de Pelayo para la prolongación y Negredo sólo en el segundo, sorprendente que un jugador como él estuviese libre de marca. Seguro que en el vestuario del Barakaldo hubo bronca tras el pitido final, regalaron dos puntos cuando los tenían en la mano.

Y estuvieron ahí porque el Real Oviedo fue incapaz de jugar al fútbol con sentido durante 70 minutos. Más de una hora de caos táctico, de imprecisiones, de fútbol pachanga donde cada uno va a la guerra por su cuenta. Falta conjunción en el mediocentro y trabajo durante la semana, no existen las coberturas al lateral ni el posicionamiento escalonado: con un pase vertical eliminas a los dos. Ausencia de Nano y Xavi Moré, el rendimiento de ambos empieza a ser alarmante y Jandro está pidiendo a gritos ser titular en este equipo; de hecho lleva pidiéndolo mucho tiempo. Fue con él y con Pelayo sobre el césped cuando los de Pichi atrincheraron al Barakaldo, el ‘7’ volvió a meter una marcha más encarando y ganando línea de fondo.

Lo mejor del partido fueron las subidas de Víctor Díaz por el carril diestro. Llega siempre, recorre la banda con sentido y pone buenos centros. No puede estar en todos sitios y es lógico que haya más huecos en ese costado, por eso el trabajo y las ayudas de Aitor y Falcón son tan necesarias. No tan bien Juanma, que a pesar de mejorar su actuación de Torrelavega sigue sin demostrar más de lo que ha demostrado Ernesto. Ambos merecen las mismas oportunidades y el chaval cumplió en Copa del Rey, Pichi no debe condenarle por la expulsión ante el Murcia como hizo la temporada pasada tras visitar al Cerro Reyes. Él es el fácil, marginarle ahora dejaría clara la pasta de Pichi Lucas.

Se sigue esperando a Manu Busto, él es la llave ofensiva de un equipo que vive de la individualidad en ataque. El cántabro no acaba de encontrar el feeling aunque siempre deja un par de detalles en cada partido. Demasiado escaso para lo que sabemos que puede hacer. Marca la diferencia y el equipo le necesita, debe aparecer para que el Real Oviedo vuelva a ser referencia en el grupo. Con un presupuesto como el que se maneja no se puede depender de un jugador pero la realidad es ésta, no hay otra. Mientras, Perona sigue tirando del carro en lo goleador pero es insuficiente para ser competitivos de forma regular.

CAOS RUBIATO

Pichi Lucas en evidencia con Rubiato. Tras entrenar toda la semana y excluirle de la convocatoria el Sábado alegando que el médico desaconseja su participación, el Domingo por la mañana entra en la lista por indisposición de Miguel y por la tarde es revulsivo para buscar el segundo gol. Media verdad es una mentira, si el jugador el Sábado no está apto para jugar tampoco lo estará al día siguiente, Pichi Lucas mintió cuando no hay motivos para ello. Ocultismo, hasta la rueda de prensa post-partido no nos enteramos de manera oficial de que el jugador fichó arrastrando una lesión que le impidió empezar con los demás. Una muestra más de falta de profesionalidad y respeto al aficionado desde el Club y el cuerpo técnico. Las cosas se dicen y punto, nadie se tiró al cuello de nadie cuando Aitor Sanz llegó en plena recuperación.

El jugador aportó en los quince minutos que estuvo sobre el césped. Peleón, ‘9’ puro, con cualidades para el juego aéreo, puede ser un buen complemento para Perona aunque pocas veces se les verá juntos salvo necesidad de gol como ayer o en ausencia de Manu Busto como coincidieron Jorge y Miguel en Torrelavega.

Foto: La Nueva España