Temporada finalizada, decididos los ascensos y descensos en Segunda y Segunda B. Es hora de cerrar prioridades y empezar a moverse con decisión en el mercado, el periodo de reflexión ha finalizado y el Real Oviedo debe estrechar el cerco sobre los objetivos de cara a reforzar al equipo de cara a la próxima temporada. La obligación será el primer puesto de grupo para que el playoff sea asumible; otra cosa será prácticamente despedirse del ascenso.
Un mes ha tardado la dirección deportiva en cerrar la situación de los jugadores de la plantilla. Bajas y renovaciones por fascículos, algo inaudito cuando tanto José Manuel como Pichi Lucas conocían y habían trabajado con los futbolistas durante todo el año. Mario Prieto, Rubén González, Rubén García, Iván Ania, Dani Hedrera, Iván Serrano, Nacho Méndez, Curro y Javi Barral: esas son las bajas del Real Oviedo 2010/11 hasta el momento. Alguno podría haber tenido sitio en la futura plantilla, alguno más entrará en la lista en los próximos días. El tiempo y los resultados dirán si se acierta o no.
Aulestia seguirá defendiendo la portería azul dos temporadas más. Líder en el vestuario y exponente para la afición, su renovación era obligada porque está plenamente capacitado para el reto del ascenso; no fueron pocos los puntos que salvó el guardameta vasco a lo largo de la temporada y de no ser por él no se habría luchado ni en el playoff. Aún así, es necesario que el portero que fiche llegue con la posibilidad de luchar por el puesto y que no sea un simple relleno. La competencia aumenta el nivel, el máximo beneficiado siempre será el Real Oviedo.
Revolución en la defensa de cara a la próxima temporada: Jorge Rodríguez con contrato, Artabe renovado tras su buen final y Gonzalo con un año prorrogable al cumplirse una serie de objetivos; hay que añadir también a un Ernesto que debe consolidarse como jugador del primer equipo y que merece la oportunidad de demostrar que puede ser el lateral izquierdo azul para muchos años. Javi Barral podría haber continuado sin problemas, mantuvo el nivel y cumplió a lo largo del año. El mercado de zurdos es escaso así que la dirección deportiva deberá hilar muy muy fino para encontrar un lateral que mejore en la relación calidad-precio al madrileño.
Extraña la situación del Káiser burgalés, que tiene pocas posibilidades de quedarse a pesar de tener un año más garantizado. Sorprende que de rescindir a un central no se le muestra la salida a Jorge Rodríguez, que dio un rendimiento bastante bajo en la segunda vuelta y que no tiene las posibilidades ni el futuro que pueda tener Gonzalo. Una vez se ha descartado la vuelta de César, es una incógnita saber quiénes serán los dos nuevos centrales carbayones de cara al nuevo reto del ascenso a Segunda. Se necesita rapidez pero también fortaleza aérea, el Real Oviedo sufrió en ambos aspectos la temporada pasada. Veremos qué ofrece el mercado y qué es capaz de encontrar la secretaría técnica.
Pelayo será el único mediocentro que repita en la plantilla. Hubo a lo largo del curso un vacío de poder en el centro del campo oviedista que urge solucionar: Curro condicionó en exceso y Rubén García nunca se encontró, en parte por desempeñar un papel que no es el suyo. Pichi busca fuerza, potencia y llegada para la zona ancha del nuevo Real Oviedo, quiere un equipo que controle los partidos y dos medioscentros que lo sostengan a las duras y a las maneras. No tenemos ese perfil desde que Granada partiese rumbo al Arteixo, esperemos dar con la tecla. Suena Natxo Fernández, oviedista y con experiencia, recién ascendido con la Ponferradina; un peón necesario.
Continuidad en las bandas, siguen Xavi Moré, Jandro e Invernón. Segunda oportunidad para el catalán, se le exigirá regularidad durante todo el año y frescura en el playoff. Perfil necesario el de los otros dos: oviedistas, currantes, sueldo asumible, polivalencia al servicio del equipo, aceptarán rol de suplentes pero pelearán por el puesto y mantendrán el nivel cuando sean de la partida. Jugadores que quizá no te ganen un partido pero tampoco lo pierden, siempre suman. Una plantilla no se puede formar con 22 cracks y Jandro e Invernón tendrán sus oportunidades y serán importantes a lo largo de la temporada.
La delantera girará de nuevo en torno a Manu Busto y Jorge Perona. Ninguno ofrece dudas, son la pareja más goleadora de Segunda B en las dos últimas temporadas, garantizan la treintena de tantos entre los dos al final de la Liga Regular. Rayco y Miguel tienen contrato por un año más. Los sueldos astronómicos que tienen firmados juegan en su contra, también su decepcionante papel en el curso pasado. Se busca salida al canario, club y jugador están interesados en separar sus caminos, uno por liberar plaza y salario, el otro para disfrutar de minutos; están condenados a entenderse. Miguel seguirá, su situación extradeportiva hace difícil otro camino y todavía puede ser un jugador aprovechable, aunque no estaría de más un detalle de honestidad por su parte adaptando su ficha al rendimiento y al nuevo rol asignado en la plantilla. No sería bueno para el vestuario que el cuarto delantero tuviese uno de los contratos más altos.
No tiene que haber miedo a los cambios: dar diez u once bajas no es sinónimo de posterior fracaso, ahí tenemos el ejemplo del Alcorcón. Donde no se puede fallar es en los fichajes, ahí es dónde el ojo clínico debe funcionar. La capacidad de José Manuel entre dudas, siempre el mismo rastro y siempre los mismos nombres. Esperemos que Pichi Lucas tenga algo que decir y que los representantes o asesores externos no sean los que marquen la política de contrataciones. El mercado de Segunda comienza a agitarse, de la reunión de hoy deberían haber salido los posteriores movimientos del club azul en cuanto a fichajes.
Un mes ha tardado la dirección deportiva en cerrar la situación de los jugadores de la plantilla. Bajas y renovaciones por fascículos, algo inaudito cuando tanto José Manuel como Pichi Lucas conocían y habían trabajado con los futbolistas durante todo el año. Mario Prieto, Rubén González, Rubén García, Iván Ania, Dani Hedrera, Iván Serrano, Nacho Méndez, Curro y Javi Barral: esas son las bajas del Real Oviedo 2010/11 hasta el momento. Alguno podría haber tenido sitio en la futura plantilla, alguno más entrará en la lista en los próximos días. El tiempo y los resultados dirán si se acierta o no.
Aulestia seguirá defendiendo la portería azul dos temporadas más. Líder en el vestuario y exponente para la afición, su renovación era obligada porque está plenamente capacitado para el reto del ascenso; no fueron pocos los puntos que salvó el guardameta vasco a lo largo de la temporada y de no ser por él no se habría luchado ni en el playoff. Aún así, es necesario que el portero que fiche llegue con la posibilidad de luchar por el puesto y que no sea un simple relleno. La competencia aumenta el nivel, el máximo beneficiado siempre será el Real Oviedo.
Revolución en la defensa de cara a la próxima temporada: Jorge Rodríguez con contrato, Artabe renovado tras su buen final y Gonzalo con un año prorrogable al cumplirse una serie de objetivos; hay que añadir también a un Ernesto que debe consolidarse como jugador del primer equipo y que merece la oportunidad de demostrar que puede ser el lateral izquierdo azul para muchos años. Javi Barral podría haber continuado sin problemas, mantuvo el nivel y cumplió a lo largo del año. El mercado de zurdos es escaso así que la dirección deportiva deberá hilar muy muy fino para encontrar un lateral que mejore en la relación calidad-precio al madrileño.
Extraña la situación del Káiser burgalés, que tiene pocas posibilidades de quedarse a pesar de tener un año más garantizado. Sorprende que de rescindir a un central no se le muestra la salida a Jorge Rodríguez, que dio un rendimiento bastante bajo en la segunda vuelta y que no tiene las posibilidades ni el futuro que pueda tener Gonzalo. Una vez se ha descartado la vuelta de César, es una incógnita saber quiénes serán los dos nuevos centrales carbayones de cara al nuevo reto del ascenso a Segunda. Se necesita rapidez pero también fortaleza aérea, el Real Oviedo sufrió en ambos aspectos la temporada pasada. Veremos qué ofrece el mercado y qué es capaz de encontrar la secretaría técnica.
Pelayo será el único mediocentro que repita en la plantilla. Hubo a lo largo del curso un vacío de poder en el centro del campo oviedista que urge solucionar: Curro condicionó en exceso y Rubén García nunca se encontró, en parte por desempeñar un papel que no es el suyo. Pichi busca fuerza, potencia y llegada para la zona ancha del nuevo Real Oviedo, quiere un equipo que controle los partidos y dos medioscentros que lo sostengan a las duras y a las maneras. No tenemos ese perfil desde que Granada partiese rumbo al Arteixo, esperemos dar con la tecla. Suena Natxo Fernández, oviedista y con experiencia, recién ascendido con la Ponferradina; un peón necesario.
Continuidad en las bandas, siguen Xavi Moré, Jandro e Invernón. Segunda oportunidad para el catalán, se le exigirá regularidad durante todo el año y frescura en el playoff. Perfil necesario el de los otros dos: oviedistas, currantes, sueldo asumible, polivalencia al servicio del equipo, aceptarán rol de suplentes pero pelearán por el puesto y mantendrán el nivel cuando sean de la partida. Jugadores que quizá no te ganen un partido pero tampoco lo pierden, siempre suman. Una plantilla no se puede formar con 22 cracks y Jandro e Invernón tendrán sus oportunidades y serán importantes a lo largo de la temporada.
La delantera girará de nuevo en torno a Manu Busto y Jorge Perona. Ninguno ofrece dudas, son la pareja más goleadora de Segunda B en las dos últimas temporadas, garantizan la treintena de tantos entre los dos al final de la Liga Regular. Rayco y Miguel tienen contrato por un año más. Los sueldos astronómicos que tienen firmados juegan en su contra, también su decepcionante papel en el curso pasado. Se busca salida al canario, club y jugador están interesados en separar sus caminos, uno por liberar plaza y salario, el otro para disfrutar de minutos; están condenados a entenderse. Miguel seguirá, su situación extradeportiva hace difícil otro camino y todavía puede ser un jugador aprovechable, aunque no estaría de más un detalle de honestidad por su parte adaptando su ficha al rendimiento y al nuevo rol asignado en la plantilla. No sería bueno para el vestuario que el cuarto delantero tuviese uno de los contratos más altos.
No tiene que haber miedo a los cambios: dar diez u once bajas no es sinónimo de posterior fracaso, ahí tenemos el ejemplo del Alcorcón. Donde no se puede fallar es en los fichajes, ahí es dónde el ojo clínico debe funcionar. La capacidad de José Manuel entre dudas, siempre el mismo rastro y siempre los mismos nombres. Esperemos que Pichi Lucas tenga algo que decir y que los representantes o asesores externos no sean los que marquen la política de contrataciones. El mercado de Segunda comienza a agitarse, de la reunión de hoy deberían haber salido los posteriores movimientos del club azul en cuanto a fichajes.