Aún estamos abatidos por el batacazo del Domingo, hundido es la palabra. Muchos años esperando este momento, muchas ilusiones, muchas esperanzas, muchos kilómetros de carretera ... el golpe ha sido muy muy duro, por el cuándo y por el cómo. Ninguno nos lo esperábamos así.
No hay ganas de nada, yo no las tengo. Es una piedra en el camino pero todos necesitamos desconectar alguna vez, un paréntesis para coger fuerza. Unos cuantos días, una semana como mucho, Ovieditis no estará más tiempo parado.
No es el momento de hablar de altas y bajas, tampoco de debatir sobre la continuidad de Pichi Lucas. El primer requisito es que Alberto González venda las acciones y que con él se vayan todos sus secuaces, empezando por José Manuel y Juan Mata Sr. El cambio es obligado porque si no el futuro será negro, llega el momento de la presión, de que prensa, instituciones y afición vayan de la mano por el bien del Real Oviedo.
Muchas gracias a todos por haber seguido Ovieditis durante toda esta temporada. Lo que empezó como un desahogo ha terminado con una repercusión que no esperaba, gracias a todos. En unos días más y mejor, empezará el viaje para un nuevo intento.
"No importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar. Así es cómo se gana."
HALA OVIEDO. VOLVEREMOS