Racha infame, cinco puntos de los últimos quince en juego para olvidarnos del liderato y ver peligrar la segunda plaza. El Guadalajara y probablemente el Universidad ganan el goal-average así que no fallar más en el Tartiere se hace obligatorio. Lejos de casa las sensaciones son aún peores y lo que toca es sobrevivir sea como sea, eso nos hará fuertes.
Toca borrón y empezar de cero. No se encuentra el rumbo, el cambio táctico tampoco ayudó en Butarque, los males siguen siendo los mismos. La dependencia de Manu Busto es absoluta, el cántabro es la única vía al gol y sus compañeros lo saben, le buscan constantemente, parece requisitio imprescindible darle el balón esté donde esté. Necesitamos que el resto aparezcan, Xavi Moré debe alcanzar el punto de forma y chispa que tenía hace dos meses. Con ellos dos a tope nada es imposible.
Perona se ha contagiado de la inercia negativa, participa menos en el juego y no busca portería. Ha ido de más a menos y la tendencia es preocupante. La baza de Jandro sigue estando ahí una vez que el canterano no encuentra su sitio en banda izquierda. Son las dos opciones para el ‘9’, Rayco apenas cuenta y Miguel únicamente tendrá minutos en partidos que haya que remontar.
El centro del campo y la defensa provocan dolores de cabeza. Ni juntando a Pelayo, Rubén García y Curro, ni con dos de ellos, el equipo no encuentra la circulación ni la fluidez. Son tres, no hay más opciones. Pichi Lucas debe dar ya con la tecla porque si no el ascenso será utópico. El Castilla es una buena prueba para añadirle a ese centro del campo a Manu Busto como vértice ofensivo, cuatro jugadores por dentro y dos extremos para la diagonal.
El retorno de Gonzalo se hace de rogar, se le espera como agua de Mayo. Los errores individuales condenan a una línea en la que solamente Javi Barral mantiene el tipo en los últimos partidos. El rival sabe de la debilidad del lado diestro y bascula todo a esa banda. Seguir apostando por Rubén González o hacerlo por Artabe para que confirme el buen partido que hizo en Cáceres, no hay más alternativas para cerrar la autopista. Gonzalo será necesario en el centro salvo que Pichi Lucas apostase por Javi Barral como central con Invernón en el lateral, Ernesto no cuenta para el técnico.
Volver a la seguridad defensiva, el burgalés es imprescindible. Con portería a cero tenemos dos jugadores para marcar la diferencia arriba y cerrar el partido, uno está a tope y el otro debe encontrar su momento. Queda mes y medio de Liga, cómo se acabe marcará el playoff para bien o para mal.
Toca borrón y empezar de cero. No se encuentra el rumbo, el cambio táctico tampoco ayudó en Butarque, los males siguen siendo los mismos. La dependencia de Manu Busto es absoluta, el cántabro es la única vía al gol y sus compañeros lo saben, le buscan constantemente, parece requisitio imprescindible darle el balón esté donde esté. Necesitamos que el resto aparezcan, Xavi Moré debe alcanzar el punto de forma y chispa que tenía hace dos meses. Con ellos dos a tope nada es imposible.
Perona se ha contagiado de la inercia negativa, participa menos en el juego y no busca portería. Ha ido de más a menos y la tendencia es preocupante. La baza de Jandro sigue estando ahí una vez que el canterano no encuentra su sitio en banda izquierda. Son las dos opciones para el ‘9’, Rayco apenas cuenta y Miguel únicamente tendrá minutos en partidos que haya que remontar.
El centro del campo y la defensa provocan dolores de cabeza. Ni juntando a Pelayo, Rubén García y Curro, ni con dos de ellos, el equipo no encuentra la circulación ni la fluidez. Son tres, no hay más opciones. Pichi Lucas debe dar ya con la tecla porque si no el ascenso será utópico. El Castilla es una buena prueba para añadirle a ese centro del campo a Manu Busto como vértice ofensivo, cuatro jugadores por dentro y dos extremos para la diagonal.
El retorno de Gonzalo se hace de rogar, se le espera como agua de Mayo. Los errores individuales condenan a una línea en la que solamente Javi Barral mantiene el tipo en los últimos partidos. El rival sabe de la debilidad del lado diestro y bascula todo a esa banda. Seguir apostando por Rubén González o hacerlo por Artabe para que confirme el buen partido que hizo en Cáceres, no hay más alternativas para cerrar la autopista. Gonzalo será necesario en el centro salvo que Pichi Lucas apostase por Javi Barral como central con Invernón en el lateral, Ernesto no cuenta para el técnico.
Volver a la seguridad defensiva, el burgalés es imprescindible. Con portería a cero tenemos dos jugadores para marcar la diferencia arriba y cerrar el partido, uno está a tope y el otro debe encontrar su momento. Queda mes y medio de Liga, cómo se acabe marcará el playoff para bien o para mal.