Jornada marcada en rojo en el calendario, salidas difíciles para Guadalajara y Universidad, oportunidad azul para asaltar el segundo puesto ante un rival con bajas y sin nada en juego. Desplazamiento masivo a pesar de ser partido entresemana, los azules jugaron en el Malecón como si lo hiciesen en casa, nueva demostración de la afición oviedista, una más.
Tres partidos en siete días, exigencia máxima, mucha carga en las piernas a estas alturas de temporada, economizar esfuerzos pasa de recomendable a necesario ante el inminente playoff. Pichi Lucas apostó en Torrelavega por las rotaciones, era el día propicio ante un rival herido y que también introdujo cambios en su alineación, aunque en su caso obligado por las circunstancias. Artabe, Dani Hedrera, Mario Prieto, Rayco y Miguel, todos ellos de la partido y ninguno ante el Real Madrid Castilla.
Por tercera vez consecutiva salió el Real Oviedo con tres medioscentros, esta vez más 4-3-3 que nunca por la presencia de tres puntas natos en la alineación. Alfonso Artabe como lateral diestro en su confirmación como alternativa a Rubén González; buen partido del mallorquín como ocurriera en Cáceres, sin fisuras en defensa y buen trato de balón en ataque. Dani Hedrera en el eje de la zaga junto a Jorge Rodríguez, ambos sin fisuras; el descanso para Gonzalo era forzoso tras salir de la pubalgia. Invernón como lateral zurdo para darle un respiro a un Javi Barral que hizo un esfuerzo brutal ante el filial merengue.
En el centro del campo Mario Prieto ocupó el puesto de pivote por delante de la defensa, con Pelayo y Curro a los lados como interiores, con libertad para entrar desde segunda línea. Gran partido del capitán, expeditivo en el corte y en el juego aéreo, sin errores en la distribución y disciplinado en lo táctico; aplauso para él, contar con todos al máximo en la post-temporada nos acerca al objetivo. Parece que Pichi Lucas ha dado con la tecla al apostar por llenar la zona ancha con tres hombres, en la superioridad numérica empieza todo. Tener un guardaespaldas libera a dos compañeros para aportar dinamismo en ataque, no estar en la posición sino aparecer.
Manu Busto de nuevo en la banda izquierda, algo más apagado que de costumbre. Rayco en la diestra ensanchando el campo y aportando profundidad, llegada y diagonal. Buen partido el del canario, lástima de la intervención de Crespo en la primera parte que le impidió ver puerta. Trabajo solidario el de Miguel, referencia para los compañeros, sacrificado, debe sentirse importante el Culebra. Buenos minutos para ambos; no serán de la partida pero Pichi Lucas debe saber que puede contar con ellos llegado el caso, el ascenso se consigue con 22.
Muy buena primera parte de los azules, presión muy arriba, monopolización del balón y continuas llegadas. Solamente la falta de acierto impidió mover el marcador, Rayco, Pelayo y Busto la tuvieron pero el balón no quiso entrar cuando más lo merecía el equipo. Paradojas del destino, el gol llegó cuando peor estaba el Real Oviedo, cuando pagaba el esfuerzo de los primeros cuarenta y cinco minutos y no encontraba la manera de llegar a la puerta cántabra. Xavi Moré como revulsivo, entró fresco y siempre pudo con su par; en una de esas llegó el penalty (discutido) para dar tres puntos de oro.
No falló Curro pero ensució la acción con un gesto: Pichi Lucas desde la banda mandando que fuese Manu Busto el lanzador, el extremeño no hizo caso y tomó la responsabilidad. No son juveniles, si alguien se ve con la seguridad necesaria debe dar un paso al frente, pero, acertada o no, la orden del entrenador era otra. Curro faltó al respeto a sus compañeros y al míster, anteponerse al bien del grupo no lleva a ninguna parte.
Por una vez el Real Oviedo no sufrió con ventaja en el marcador, supo cerrar el partido e impedir que la Gimnástica viese el más mínimo resquicio por donde sacar algo. No se trata de aguantar el resultado sino de no darle esperanzas al rival de remontada, ésa es la clave de todo equipo con oficio. Buena prueba de fuego los últimos diez minutos de cara al playoff, no como los vividos ante el Castilla donde únicamente Aulestia impidió un empate a todas luces injusto.
Derrotas de Guadalajara y Universidad ante Puertollano y Leganés. Tres puntos sobre los manchegos, seis sobre los canarios y el filial atlético tras la victoria de los de Antonio Rivas. Restan cuatro jornadas, tres en el Tartiere; ganando lo de casa el Real Oviedo se asegura prácticamente la segunda plaza y con ello la ventaja de campo en la primera ronda de playoff. Vayámonos preparando amigos, Mayo y Junio serán intensos.
Tres partidos en siete días, exigencia máxima, mucha carga en las piernas a estas alturas de temporada, economizar esfuerzos pasa de recomendable a necesario ante el inminente playoff. Pichi Lucas apostó en Torrelavega por las rotaciones, era el día propicio ante un rival herido y que también introdujo cambios en su alineación, aunque en su caso obligado por las circunstancias. Artabe, Dani Hedrera, Mario Prieto, Rayco y Miguel, todos ellos de la partido y ninguno ante el Real Madrid Castilla.
Por tercera vez consecutiva salió el Real Oviedo con tres medioscentros, esta vez más 4-3-3 que nunca por la presencia de tres puntas natos en la alineación. Alfonso Artabe como lateral diestro en su confirmación como alternativa a Rubén González; buen partido del mallorquín como ocurriera en Cáceres, sin fisuras en defensa y buen trato de balón en ataque. Dani Hedrera en el eje de la zaga junto a Jorge Rodríguez, ambos sin fisuras; el descanso para Gonzalo era forzoso tras salir de la pubalgia. Invernón como lateral zurdo para darle un respiro a un Javi Barral que hizo un esfuerzo brutal ante el filial merengue.
En el centro del campo Mario Prieto ocupó el puesto de pivote por delante de la defensa, con Pelayo y Curro a los lados como interiores, con libertad para entrar desde segunda línea. Gran partido del capitán, expeditivo en el corte y en el juego aéreo, sin errores en la distribución y disciplinado en lo táctico; aplauso para él, contar con todos al máximo en la post-temporada nos acerca al objetivo. Parece que Pichi Lucas ha dado con la tecla al apostar por llenar la zona ancha con tres hombres, en la superioridad numérica empieza todo. Tener un guardaespaldas libera a dos compañeros para aportar dinamismo en ataque, no estar en la posición sino aparecer.
Manu Busto de nuevo en la banda izquierda, algo más apagado que de costumbre. Rayco en la diestra ensanchando el campo y aportando profundidad, llegada y diagonal. Buen partido el del canario, lástima de la intervención de Crespo en la primera parte que le impidió ver puerta. Trabajo solidario el de Miguel, referencia para los compañeros, sacrificado, debe sentirse importante el Culebra. Buenos minutos para ambos; no serán de la partida pero Pichi Lucas debe saber que puede contar con ellos llegado el caso, el ascenso se consigue con 22.
Muy buena primera parte de los azules, presión muy arriba, monopolización del balón y continuas llegadas. Solamente la falta de acierto impidió mover el marcador, Rayco, Pelayo y Busto la tuvieron pero el balón no quiso entrar cuando más lo merecía el equipo. Paradojas del destino, el gol llegó cuando peor estaba el Real Oviedo, cuando pagaba el esfuerzo de los primeros cuarenta y cinco minutos y no encontraba la manera de llegar a la puerta cántabra. Xavi Moré como revulsivo, entró fresco y siempre pudo con su par; en una de esas llegó el penalty (discutido) para dar tres puntos de oro.
No falló Curro pero ensució la acción con un gesto: Pichi Lucas desde la banda mandando que fuese Manu Busto el lanzador, el extremeño no hizo caso y tomó la responsabilidad. No son juveniles, si alguien se ve con la seguridad necesaria debe dar un paso al frente, pero, acertada o no, la orden del entrenador era otra. Curro faltó al respeto a sus compañeros y al míster, anteponerse al bien del grupo no lleva a ninguna parte.
Por una vez el Real Oviedo no sufrió con ventaja en el marcador, supo cerrar el partido e impedir que la Gimnástica viese el más mínimo resquicio por donde sacar algo. No se trata de aguantar el resultado sino de no darle esperanzas al rival de remontada, ésa es la clave de todo equipo con oficio. Buena prueba de fuego los últimos diez minutos de cara al playoff, no como los vividos ante el Castilla donde únicamente Aulestia impidió un empate a todas luces injusto.
Derrotas de Guadalajara y Universidad ante Puertollano y Leganés. Tres puntos sobre los manchegos, seis sobre los canarios y el filial atlético tras la victoria de los de Antonio Rivas. Restan cuatro jornadas, tres en el Tartiere; ganando lo de casa el Real Oviedo se asegura prácticamente la segunda plaza y con ello la ventaja de campo en la primera ronda de playoff. Vayámonos preparando amigos, Mayo y Junio serán intensos.