Pre-Partido Cacereño - Real Oviedo

Victoria agónica en Toledo, la presión que envolvía al equipo para este partido era brutal y no por la necesidad de sumar los tres puntos sino por la obligación de no perder algo que se consideraba ganado: el 0-1 hizo que la afición carbayona contase con la victoria y nada más lejos de la realidad. Se sufrió hasta el final, ni Miguel ni el árbitro ayudaron a templar los ánimos. Es nuestro sino, siempre lo ha sido y siempre lo será.

El de hoy en Cáceres es partido trampa. Llega el Oviedo en racha, cuatro victorias consecutivas, tres de ellas con sufrimiento total. Demasiadas emociones acumuladas, pasar del sexto puesto al segundo es un éxito, rendimos visita a un equipo de la zona baja que en la ida salió trasquilado del Tartiere, todo invita a una desconexión mental de los futbolistas. No se puede vivir a máximo de revoluciones día a día, no hay persona que lo aguante.

Ganar la batalla moral será vencer el partido, Pichi Lucas tiene trabajo aunque se sabe que su mejor cualidad como técnico es la de motivador. Si los jugadores son capaces de prepararse para competir y no dar tregua, los tres puntos vendrán rumbo a Oviedo. Si por el contrario llega la relajación y la sensación de trabajo hecho, nos llevaremos un disgusto. El Cacereño no es el equipo de la primera vuelta: sus números desde finales de Noviembre son de zona alta, solamente tres derrotas consecutivas en Enero cortaron su reacción, el mal momento ya pasó. Es un equipo tan en racha como podían ser el Atleti ‘B’ o el Conquense pero juega con la baza de su clasificación para vestirse de cordero.

El campo no ayudará, el césped está en malas condiciones y se preveen lluvias en Cáceres durante la hora del partido. Invernón está descartado para jugar; aunque oficialmente no sea así, su sobrecarga y las condiciones del Príncipe Felipe le inhabilitan para vestirse de corto. Llega la hora de Jandro en la banda izquierda, hoy no es partido para Iván Ania. Lleva tres meses bestiales el ‘7’, ya sea en un costado o como delantero centro. Cumplió con creces como titular y se convirtió en un revulsivo saliendo desde el banquillo con la llegada de Perona, hoy tiene la oportunidad de establecerse definitivamente entre los once elegidos.

En defensa también habrá cambios, las ausencias de Rubén González y Gonzalo lo obligan. Jorge pasará de nuevo al lateral derecho, sufrirá ante un extremo rápido aunque las condiciones le ayudará, rasear el balón será complicado, conseguir fluidez en la circulación también. Pareja de centrales inédita, Dani Hedrera y Artabe. El primero en línea ascendente, los errores de comienzo de temporada quedan atrás, ahora es cumplidor aunque no un cerrojo. El segundo debe dejar atrás los nervios del debut, es el momento de la confirmación; ratificar las buenas maneras en la marca y en el juego aéreo y sobre todo no complicarse con el balón en los pies, nada invita a ello.

La otra duda está en el doble pivote. Salga de inicio o no, Curro no jugará los 90’, el desgaste será terrible y no está en condiciones de aguantar un partido completo. Pelayo va creciendo, se ha confirmado como la alternativa y corresponde a la confianza de Pichi Lucas. Si sigue así, terminará la temporada como titular y más en un equipo que necesita recuperar la seguridad defensiva.

El objetivo está a siete puntos. Más que nunca debemos mirar partido a partido, lo que haga el Alcorcón importará cuando el Real Oviedo sume los tres puntos, los de abajo también juegan. Es el momento.