El rumbo deportivo parece enderezado, el equipo va sacando los partidos adelante con cada vez más confianza; hace un mes no se hubiese ganado en Villanueva de la Serena tras el empate local. La portería sigue cerrada a los rivales, nueve goles encajados en dieciséis partidos es un dato para el optimismo y la esperanza. La sequía parece haber quedado atrás, cuatro tantos en los tres últimos choques no son nada del otro mundo, pero al menos acertar ante el meta contrario ya no parece misión imposible.
Jornada propicia para escalar posiciones. El Real Oviedo visita Vecindario, plaza que en otras condiciones no sería asequible pero donde mañana se encontrarán rachas encontradas: tres victorias consecutivas de los azules por una de los blanquinegros en los últimos dos meses. Los canarios tienen problemas económicos, hubo espantada general en verano y estuvieron muy muy cerca de tener que competir esta temporada en Tercera División, el buen inicio se salía de la norma. El objetivo es mantenerse, sanear en lo posible la economía y aprovechar al máximos los años dorados que está viviendo la entidad.
Digo lo de jornada propicia porque este fin de semana hay tres duelos directos entre equipos que aspiran a disputar el playoff de ascenso a partir del mes de Mayo: Guadalajara (1º) – Leganés (5º), Atleti B (6º) – Puertollano (7º), Universidad de Las Palmas (2º) – Gimnástica (3º). Si el Real Oviedo suma los tres puntos en su visita a Vecindario saldrá muy reforzado y más cerca del cuarto puesto sean cuales sean los resultados que se den en los otros partidos. Presentará Pichi Lucas un once con bajas, igual que la semana pasada, por lo que en el banquillo no habrá un gran revulsivo del que tirar si las cosas van mal dadas. La solución es clara: buscar la portería de Javi Ortega desde el pitido inicial, adelantarse en el marcador y llevar la manija del partido para evitar que un rival tocado se crezca.
No se puede regalar ni una acción al rival, conceder un gol en el descuento de la primera parte puede suponer perder uno o dos puntos. El nivel de concentración debe ser el máximo durante los 90 minutos, no está el Real Oviedo en condición de conceder concesión alguna. En Segunda B cada balón es importante, y más en la situación azul en la que los partidos son a pocos goles, cerrados; partidos como los del colegio en donde “quien marque gana”. Una laguna de concentración debe ser castigada, que el futbolista se dé cuenta de lo mucho que cuesta entrar en el once por una simple descomprensión mental de unos segundos.
La dirección deportiva sigue peinando el mercado, se está en negociaciones con un futbolista y se tiene a otro en la recámara pero de nada servirá si antes no sale alguien. Al Oviedo le falta gol, se está acusando demasiado la baja de un Miguel que tampoco es un killer. Rayco no ha tenido suerte desde que empezó la temporada, ya dije en su día que no era el delantero ideal según el ideario futbolístico por el que se confeccionó la plantilla, no se encuentra cómodo sin espacios y viviendo cerca de los centrales. Ve la portería muy pequeña, no tiene confianza en el 1vs1 y el miedo escénico puede con él cuando ve opción de marcar. Ante el Villanovense estrelló un balón en el travesaño, es imposible que la cosa vaya a peor porque está absolutamente gafado.
La temporada pasada se le dieron bien los equipos canarios. Conoce el clima y el horario, está más acostumbrado que sus compañeros al césped artificial, estará super motivado por jugar en casa y por la presencia de sus familiares que viven a pocos kilómetros de Vecindario. Sabe que es su momento, ahora o nunca, tiene que demostrar el por qué le ficharon. Si la sequía perdura, Pichi Lucas se olvidará de él cuando llegue el ansiado refuerzo.
Se está jugando lo que queda de temporada, debe dar un paso hacia adelante y hacerse valer. Un delantero vive del gol aunque deba aportar otras muchas cosas; si no ve portería ya, el entrenador no le tendrá en cuenta en la segunda vuelta, pasará a ser el tercer o cuarto punta, y Pichi Lucas ya ha demostrado que no le gusta cambiar el equipo si no es por obligación.
Es su hora, todas las miradas estarán puestas en él. El fichaje sigue siendo necesario, pero si hace goles antes del parón invernal quizá la dirección deportiva busque otras vías de refuerzo, un delantero Sub-23 por poner un ejemplo; un jugador que sume pero que no le cierre la puerta al punta canario. Si falla, la suerte estará echada: José Manuel apretará para dar una baja y cederá para fichar un jugador de primera línea, alguien que dé rendimiento inmediato. La planificación no existe, se dan bandazos según sople el viento y no es algo nuevo; por ello estamos donde estamos.
Jornada propicia para escalar posiciones. El Real Oviedo visita Vecindario, plaza que en otras condiciones no sería asequible pero donde mañana se encontrarán rachas encontradas: tres victorias consecutivas de los azules por una de los blanquinegros en los últimos dos meses. Los canarios tienen problemas económicos, hubo espantada general en verano y estuvieron muy muy cerca de tener que competir esta temporada en Tercera División, el buen inicio se salía de la norma. El objetivo es mantenerse, sanear en lo posible la economía y aprovechar al máximos los años dorados que está viviendo la entidad.
Digo lo de jornada propicia porque este fin de semana hay tres duelos directos entre equipos que aspiran a disputar el playoff de ascenso a partir del mes de Mayo: Guadalajara (1º) – Leganés (5º), Atleti B (6º) – Puertollano (7º), Universidad de Las Palmas (2º) – Gimnástica (3º). Si el Real Oviedo suma los tres puntos en su visita a Vecindario saldrá muy reforzado y más cerca del cuarto puesto sean cuales sean los resultados que se den en los otros partidos. Presentará Pichi Lucas un once con bajas, igual que la semana pasada, por lo que en el banquillo no habrá un gran revulsivo del que tirar si las cosas van mal dadas. La solución es clara: buscar la portería de Javi Ortega desde el pitido inicial, adelantarse en el marcador y llevar la manija del partido para evitar que un rival tocado se crezca.
No se puede regalar ni una acción al rival, conceder un gol en el descuento de la primera parte puede suponer perder uno o dos puntos. El nivel de concentración debe ser el máximo durante los 90 minutos, no está el Real Oviedo en condición de conceder concesión alguna. En Segunda B cada balón es importante, y más en la situación azul en la que los partidos son a pocos goles, cerrados; partidos como los del colegio en donde “quien marque gana”. Una laguna de concentración debe ser castigada, que el futbolista se dé cuenta de lo mucho que cuesta entrar en el once por una simple descomprensión mental de unos segundos.
La dirección deportiva sigue peinando el mercado, se está en negociaciones con un futbolista y se tiene a otro en la recámara pero de nada servirá si antes no sale alguien. Al Oviedo le falta gol, se está acusando demasiado la baja de un Miguel que tampoco es un killer. Rayco no ha tenido suerte desde que empezó la temporada, ya dije en su día que no era el delantero ideal según el ideario futbolístico por el que se confeccionó la plantilla, no se encuentra cómodo sin espacios y viviendo cerca de los centrales. Ve la portería muy pequeña, no tiene confianza en el 1vs1 y el miedo escénico puede con él cuando ve opción de marcar. Ante el Villanovense estrelló un balón en el travesaño, es imposible que la cosa vaya a peor porque está absolutamente gafado.
La temporada pasada se le dieron bien los equipos canarios. Conoce el clima y el horario, está más acostumbrado que sus compañeros al césped artificial, estará super motivado por jugar en casa y por la presencia de sus familiares que viven a pocos kilómetros de Vecindario. Sabe que es su momento, ahora o nunca, tiene que demostrar el por qué le ficharon. Si la sequía perdura, Pichi Lucas se olvidará de él cuando llegue el ansiado refuerzo.
Se está jugando lo que queda de temporada, debe dar un paso hacia adelante y hacerse valer. Un delantero vive del gol aunque deba aportar otras muchas cosas; si no ve portería ya, el entrenador no le tendrá en cuenta en la segunda vuelta, pasará a ser el tercer o cuarto punta, y Pichi Lucas ya ha demostrado que no le gusta cambiar el equipo si no es por obligación.
Es su hora, todas las miradas estarán puestas en él. El fichaje sigue siendo necesario, pero si hace goles antes del parón invernal quizá la dirección deportiva busque otras vías de refuerzo, un delantero Sub-23 por poner un ejemplo; un jugador que sume pero que no le cierre la puerta al punta canario. Si falla, la suerte estará echada: José Manuel apretará para dar una baja y cederá para fichar un jugador de primera línea, alguien que dé rendimiento inmediato. La planificación no existe, se dan bandazos según sople el viento y no es algo nuevo; por ello estamos donde estamos.