Si hay un equipo que puede presumir de seguir con vida gracias a su afición, ese es el Real Oviedo. Los socios azules llevan años entregados a su equipo mientras este vaga por categorías no acordes a su historia, y no tienen ningún reparo en organizar rastrillos para sacar beneficios para el Club, ni en quitar la nieve del césped del Tartiere para poder disputar un partido de Liga, ni tampoco para decorar el estadio escribiendo el nombre de Real Oviedo en la tribuna principal cambiando cientos de asientos de sitio. Pero lamentablemente, de un tiempo a esta parte el Club se ha convertido en coto privado de dos personajes que hacen y deshacen a su antojo con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad y el rechazo de la totalidad de socios y aficionados que quieren al equipo carbayón por encima de todo.
En esta vida, y sobre todo, en el nuevo fútbol negocio, quien tiene el dinero tiene el poder, y no se aprecia por el momento la figura de ningún empresario que esté dispuesto a invertir y entrar en el Real Oviedo, por lo que el Club deberá seguir aguantando el secuestro al que es sometido por dos personas que lo manejan como si de un trapo se tratase. Estos personajes tienen nombre y apellidos, y no son otros que Alberto González y Juan Mata Sr. Aquí analizaremos la figura del segundo, que es quien controla los hilos de todo el ámbito deportivo del Real Oviedo, que es al fin y al cabo lo que nos interesa en este blog.
Juan Mata es representante de futbolistas y a su vez, ‘asesor externo’ del Real Oviedo, con todo lo que ello conlleva. Por tanto, no es difícil suponer que la plantilla del primer equipo cuenta con algunos de los jugadores que este señor tiene bajo su control, la mayoría de ellos, con más o menos calidad pero sin sitio en la plantilla azul a juicio del técnico que debía planificar la nueva temporada. Tres de estos futbolistas vieron renovados sus contratos al finalizar la campaña pasada a pesar de que era sabido por todos que no entraban en los planes del entonces entrenador Raúl González para el nuevo curso y que hipotecaban tres fichas importantes a la hora de confeccionar la plantilla del retorno a Segunda División. Uno de los futbolistas que está bajo su tutela es Jandro, que tras tres años en el exilio (Mallorca ‘B’ y UD Mérida), tuvo que cambiar de representante y ‘entregarse’ a Mata para poder cumplir su sueño de volver de nuevo al Real Oviedo.
Todas estas intromisiones en la planificación de la primera plantilla fueron admitidas por un Lobo Carrasco que desconocía todo sobre el Club, la categoría y los rivales, pero no por Raúl González, oviedista y con más de 20 temporadas a sus espaldas como entrenador en Segunda División B, de ahí que la tensión y los roces entre ambos empezasen desde bien pronto, siendo tapados por la dictadura que instauró el equipo la temporada pasada en Tercera División. Pero este verano empezó lo serio y el técnico se marcó como una prioridad la rescisión de contrato de Sergio Villanueva con el fin de liberar una ficha y poder ponerle la guinda a la plantilla en forma de delantero centro, algo con lo que Juan Mata no tragó. El affaire con Fernando Vázquez o el fichaje de Xavi Moré (deseado por el técnico y no por el representante de futbolistas) fueron otros de los temas en los que la figura del entrenador chocó diametralmente con la del asesor externo. El final estaba cantado.
El caso de ‘Chicho’ fue la gota que colmó el vaso, el desencadenante del cese, pero no el único desencuentro. El primer intento de intromisión en la labor de Raúl González fue el fichaje de los brasileños André y Fabinho sin su consentimiento. Estos chicos están representados por la empresa carioca de gestión de futbolistas Traffic, de la que Juan Mata es el máximo exponente en España. Ni uno ni el otro tenían nivel para formar parte de la primera plantilla, por lo que la decisión del técnico, una vez sabido que era imposible deshacerse de ellos, fue enviarles al Vetusta para ayudar al filial a conseguir el ascenso a Regional Preferente, lo que obviamente, no le cayó en gracia al asesor.
Mata, ni corto ni perezoso, no desiste en su idea de colocar en el Club azul a todos los futbolistas que pueda y que no encuentran plaza en otro sitio; hace pocos días se incorporó a la disciplina del Real Oviedo Franco Fasciana, futbolista venezolano y representado casualmente por él mismo. Por el momento, el jugador entrenará y jugará con el Vetusta … a saber por cuánto tiempo.
EL REQUEXÓN
Y si daño hace que este individuo corte el bacalao en la primera plantilla, tanto o más provoca que haga lo propio en El Requexón, por el que pasa el futuro del Real Oviedo y que hasta la presente temporada cosechaba resultados meritorios con sus equipos más representativos, algo digno de elogio teniendo en cuenta la cantidad de años que lleva el Club vagando por 2ªB y Tercera mientras el eterno rival vive en Primera y atrae a una cantidad ingente de futbolistas a Mareo.
Sin embargo, esta temporada el rendimiento no está siendo el esperado en la mayoría de los equipos de la cantera. Ni el Vetusta, ni el División de Honor ni el Liga Nacional están respondiendo a la altura de las expectativas, siendo sus resultados mucho peores que en años anteriores.
A lo largo de estos últimos años, han abandonado el Requexón entrenadores perfectamente válidos y oviedistas como Javi Amieva, Quico y Santi Arias, Monchu, Vallina o Sánchez. Muchos de ellos no se bajaron del barco en 2003 y colaboraron activamente en la supervivencia del Real Oviedo, por lo que la recompensa por todo el esfuerzo, entrega y dedicación que tuvieron para con el Club en lo momentos más duros de su historia fue el despido vía telefónica. Las justificaciones, muy variadas; la más vergonzosa, sin duda alguna, la que recibió Emilio Cañedo, técnico del DH la temporada pasada: Mata le justificó su cese alegando que “no era un hombre de club”.
Desde 2005, el Requexón lo han copado ‘entrenadores’ vinculados a anteriores Consejos de Administración, como Emilio José Álvarez Pello o Víctor Ferrera Iglesias. Para más inri, últimamente las puertas de la cantera oviedista parecen estar abiertas de par en par para personajes que en aquel verano de 2003 no dudaron en dar su apoyo al ACF formando parte del ‘proyecto ilusionante’, como por ejemplo Nacho Canal y Jesús Hevia, que no han encontrado problemas para enchufarles equipos de las categorías inferiores carbayonas a técnicos como José Vicente o Ignacio Suárez. Caso a parte es el de Nikola Jerkan, figura histórica del Club como jugador y nuevo entrenador del Liga Nacional, que a parte de demostrar en el día a día su ineptitud para sentarse en un banquillo, se ha permitido el lujo de colocar como mano derecha a Manel, uno de los mercenarios que provocó que el Real Oviedo diese con sus huesos en Tercera División y viese seriamente cuestionada su supervivencia. Ver para creer.
Es digno de destacar que el Requexón no es sólo una via de entrada para aprovechados sino una vía de salida para muchos futbolistas con futuro. Juan Mata no sólo saca provecho del Real Oviedo enchufando y colocando jugadores y entrenadores en el Club, sino que también saca beneficio llevándose chavales a otros equipos. Larga es la lista de muchachos que salieron del Requexón rumbo a otros clubes en 2003 de la mano de este señor: su propio hijo Juanín Mata que ahora triunfa en el Valencia, y Prosi, que milita en el Montañeros de Segunda B tras pasar seis temporadas en la cantera del Real Madrid, son los más significativos.
Mención aparte merece el sangrante caso de Jonatahan Rodríguez, centrocampista de gran calidad que recorría casi 200 kilómetros entre ida y vuelta para asistir a cada entrenamiento con su equipo, y que enseguida llamó la atención de clubes de fuera de Asturias. El RO, en lugar de hablar con él para buscar una solución que satisfaciese a ambos, decidió apartarle de las convocatorias. A pesar de ello, el chico seguía asistiendo día sí y día también a los campos del Requexón para entrenarse con el resto de sus compañeros. Obviamente, quién decidió apartarle de la disciplina azul y convertirse después en su representante fue Juan Mata, interesado en sacarle del Real Oviedo y buscarle una plaza más apetecible para sus intereses económicos. Hoy, Jonathan reside en La Masía y ya ha participado en algún entrenamiento con el Barça de Pep Guardiola.
Oviedistas, éste es el personaje que gobierna en el Real Oviedo y que se pasea por el Club como Pedro por su casa. Podremos apuntar a los jugadores, al entrenador, o incluso al Consejo si las cosas van mal, pero mientras Juan Mata y Alberto González sigan manejando los hilos del conjunto carbayón será imposible ver un proyecto serio de retorno a Primera División. Y sobre todo, será imposible garantizar la supervivencia del Real Oviedo con ellos al mando puesto que cada día que pasa el daño que hacen a la institución es mayor, y las esperanzas de volver algún día a dónde merecemos, un poco más pequeñas.
Aprovecho para darle las gracias a Soyazul, a la que podéis leer en su blog 'Corazón Azul', por la ayuda prestada a la hora de realizar este artículo.
En esta vida, y sobre todo, en el nuevo fútbol negocio, quien tiene el dinero tiene el poder, y no se aprecia por el momento la figura de ningún empresario que esté dispuesto a invertir y entrar en el Real Oviedo, por lo que el Club deberá seguir aguantando el secuestro al que es sometido por dos personas que lo manejan como si de un trapo se tratase. Estos personajes tienen nombre y apellidos, y no son otros que Alberto González y Juan Mata Sr. Aquí analizaremos la figura del segundo, que es quien controla los hilos de todo el ámbito deportivo del Real Oviedo, que es al fin y al cabo lo que nos interesa en este blog.
Juan Mata es representante de futbolistas y a su vez, ‘asesor externo’ del Real Oviedo, con todo lo que ello conlleva. Por tanto, no es difícil suponer que la plantilla del primer equipo cuenta con algunos de los jugadores que este señor tiene bajo su control, la mayoría de ellos, con más o menos calidad pero sin sitio en la plantilla azul a juicio del técnico que debía planificar la nueva temporada. Tres de estos futbolistas vieron renovados sus contratos al finalizar la campaña pasada a pesar de que era sabido por todos que no entraban en los planes del entonces entrenador Raúl González para el nuevo curso y que hipotecaban tres fichas importantes a la hora de confeccionar la plantilla del retorno a Segunda División. Uno de los futbolistas que está bajo su tutela es Jandro, que tras tres años en el exilio (Mallorca ‘B’ y UD Mérida), tuvo que cambiar de representante y ‘entregarse’ a Mata para poder cumplir su sueño de volver de nuevo al Real Oviedo.
Todas estas intromisiones en la planificación de la primera plantilla fueron admitidas por un Lobo Carrasco que desconocía todo sobre el Club, la categoría y los rivales, pero no por Raúl González, oviedista y con más de 20 temporadas a sus espaldas como entrenador en Segunda División B, de ahí que la tensión y los roces entre ambos empezasen desde bien pronto, siendo tapados por la dictadura que instauró el equipo la temporada pasada en Tercera División. Pero este verano empezó lo serio y el técnico se marcó como una prioridad la rescisión de contrato de Sergio Villanueva con el fin de liberar una ficha y poder ponerle la guinda a la plantilla en forma de delantero centro, algo con lo que Juan Mata no tragó. El affaire con Fernando Vázquez o el fichaje de Xavi Moré (deseado por el técnico y no por el representante de futbolistas) fueron otros de los temas en los que la figura del entrenador chocó diametralmente con la del asesor externo. El final estaba cantado.
El caso de ‘Chicho’ fue la gota que colmó el vaso, el desencadenante del cese, pero no el único desencuentro. El primer intento de intromisión en la labor de Raúl González fue el fichaje de los brasileños André y Fabinho sin su consentimiento. Estos chicos están representados por la empresa carioca de gestión de futbolistas Traffic, de la que Juan Mata es el máximo exponente en España. Ni uno ni el otro tenían nivel para formar parte de la primera plantilla, por lo que la decisión del técnico, una vez sabido que era imposible deshacerse de ellos, fue enviarles al Vetusta para ayudar al filial a conseguir el ascenso a Regional Preferente, lo que obviamente, no le cayó en gracia al asesor.
Mata, ni corto ni perezoso, no desiste en su idea de colocar en el Club azul a todos los futbolistas que pueda y que no encuentran plaza en otro sitio; hace pocos días se incorporó a la disciplina del Real Oviedo Franco Fasciana, futbolista venezolano y representado casualmente por él mismo. Por el momento, el jugador entrenará y jugará con el Vetusta … a saber por cuánto tiempo.
EL REQUEXÓN
Y si daño hace que este individuo corte el bacalao en la primera plantilla, tanto o más provoca que haga lo propio en El Requexón, por el que pasa el futuro del Real Oviedo y que hasta la presente temporada cosechaba resultados meritorios con sus equipos más representativos, algo digno de elogio teniendo en cuenta la cantidad de años que lleva el Club vagando por 2ªB y Tercera mientras el eterno rival vive en Primera y atrae a una cantidad ingente de futbolistas a Mareo.
Sin embargo, esta temporada el rendimiento no está siendo el esperado en la mayoría de los equipos de la cantera. Ni el Vetusta, ni el División de Honor ni el Liga Nacional están respondiendo a la altura de las expectativas, siendo sus resultados mucho peores que en años anteriores.
A lo largo de estos últimos años, han abandonado el Requexón entrenadores perfectamente válidos y oviedistas como Javi Amieva, Quico y Santi Arias, Monchu, Vallina o Sánchez. Muchos de ellos no se bajaron del barco en 2003 y colaboraron activamente en la supervivencia del Real Oviedo, por lo que la recompensa por todo el esfuerzo, entrega y dedicación que tuvieron para con el Club en lo momentos más duros de su historia fue el despido vía telefónica. Las justificaciones, muy variadas; la más vergonzosa, sin duda alguna, la que recibió Emilio Cañedo, técnico del DH la temporada pasada: Mata le justificó su cese alegando que “no era un hombre de club”.
Desde 2005, el Requexón lo han copado ‘entrenadores’ vinculados a anteriores Consejos de Administración, como Emilio José Álvarez Pello o Víctor Ferrera Iglesias. Para más inri, últimamente las puertas de la cantera oviedista parecen estar abiertas de par en par para personajes que en aquel verano de 2003 no dudaron en dar su apoyo al ACF formando parte del ‘proyecto ilusionante’, como por ejemplo Nacho Canal y Jesús Hevia, que no han encontrado problemas para enchufarles equipos de las categorías inferiores carbayonas a técnicos como José Vicente o Ignacio Suárez. Caso a parte es el de Nikola Jerkan, figura histórica del Club como jugador y nuevo entrenador del Liga Nacional, que a parte de demostrar en el día a día su ineptitud para sentarse en un banquillo, se ha permitido el lujo de colocar como mano derecha a Manel, uno de los mercenarios que provocó que el Real Oviedo diese con sus huesos en Tercera División y viese seriamente cuestionada su supervivencia. Ver para creer.
Es digno de destacar que el Requexón no es sólo una via de entrada para aprovechados sino una vía de salida para muchos futbolistas con futuro. Juan Mata no sólo saca provecho del Real Oviedo enchufando y colocando jugadores y entrenadores en el Club, sino que también saca beneficio llevándose chavales a otros equipos. Larga es la lista de muchachos que salieron del Requexón rumbo a otros clubes en 2003 de la mano de este señor: su propio hijo Juanín Mata que ahora triunfa en el Valencia, y Prosi, que milita en el Montañeros de Segunda B tras pasar seis temporadas en la cantera del Real Madrid, son los más significativos.
Mención aparte merece el sangrante caso de Jonatahan Rodríguez, centrocampista de gran calidad que recorría casi 200 kilómetros entre ida y vuelta para asistir a cada entrenamiento con su equipo, y que enseguida llamó la atención de clubes de fuera de Asturias. El RO, en lugar de hablar con él para buscar una solución que satisfaciese a ambos, decidió apartarle de las convocatorias. A pesar de ello, el chico seguía asistiendo día sí y día también a los campos del Requexón para entrenarse con el resto de sus compañeros. Obviamente, quién decidió apartarle de la disciplina azul y convertirse después en su representante fue Juan Mata, interesado en sacarle del Real Oviedo y buscarle una plaza más apetecible para sus intereses económicos. Hoy, Jonathan reside en La Masía y ya ha participado en algún entrenamiento con el Barça de Pep Guardiola.
Oviedistas, éste es el personaje que gobierna en el Real Oviedo y que se pasea por el Club como Pedro por su casa. Podremos apuntar a los jugadores, al entrenador, o incluso al Consejo si las cosas van mal, pero mientras Juan Mata y Alberto González sigan manejando los hilos del conjunto carbayón será imposible ver un proyecto serio de retorno a Primera División. Y sobre todo, será imposible garantizar la supervivencia del Real Oviedo con ellos al mando puesto que cada día que pasa el daño que hacen a la institución es mayor, y las esperanzas de volver algún día a dónde merecemos, un poco más pequeñas.
Aprovecho para darle las gracias a Soyazul, a la que podéis leer en su blog 'Corazón Azul', por la ayuda prestada a la hora de realizar este artículo.