Raúl deberá darle muchas vueltas a la cabeza para decicir a quién alinear en las cuatro posiciones de mediocampo y las dos de la delantera porque la competencia es intensísima y la igualdad predominante. Habrá jugadores que pasen por el banquillo más de lo que están habituados pero es el precio que tienen que pagar por formar parte de una plantilla que debe luchar por el ascenso a Segunda División por obligación. Es la exigencia del Real Oviedo.
Mediocentro
Pareja de medioscentros o mal llamados 'doble pivote'. Dos roles claros, defensivo y organizador; y dos jugadores para cada puesto, competencia feroz. Uno de los dos siempre debe guardar la posición, colocado en el vértice central cinco metros por delante de la pareja de centrales para sujetar al equipo y que la defensa no se quede en inferioridad numérica en caso de contraataque. El otro tendrá libertad para llegar a zona de 3/4 e inmediaciones de área, deberá presionar en primera instancia o ser el encargado de realizar la falta táctica, vital en cualquier equipo competitivo.
Por un puesto pelearán Pelayo y Mario Prieto, el día y la noche para una misma posición. Pelayo es un jugador mucho más frío, que aguanta mejor el sitio y que guarda mejor la posición, aunque debe habituarse a ser el tercer central en fase defensiva, estilo Xabi Alonso en el Liverpool. Reúne condiciones para ello: va bien de cabeza, no rehuye el choque ni la disputa, tiene buena salida de balón, juego a uno-dos-tres toques y tiene buen desplazamiento de balón en largo. Quizá peque de horizontal en su juego, seguramente porque la orden desde el banquillo sea no perder posesión en esa zona y no se vea aún con los suficientes galones como para arriesgar en el pase. Esta debe ser la temporada de su confirmación en un grupo que le favorece indiscutiblemente.
Mario Prieto, por el contrario, es un perro de presa andante, un cazador: no guarda el sitio sino que es el primero en presionar la salida de balón del rival, no tiene problema en ir al suelo con la planta del pie por delante, le encanta el cuerpo a cuerpo aunque se excede en las formas y este año le pueden penalizar mucho ese tipo de acciones. Con él, nos olvidamos de mediocentro posicional y de fluidez en la creación de fútbol desde atrás; no se esconde de la pelota, pero la diferencia entre él y el resto de medioscentros es abismal en esa tarea, aunque con libertad en la marca pueda sobresalir como en el playoff de hace unos meses.
El otro puesto se lo disputarán Rubén García y Curro. Uno llega de León con todo el crédito del mundo por su trayectoria, el otro debe recuperarlo tras una temporada nefasta en cuanto a actitud (ya está dando los primeros pasos). A los dos les encanta sentirse el eje del equipo y amasar la posesión de balón, aunque deben aprender a jugar sin él porque cualquier marca individual les desquiciaría igual que el Mallorca B desquició a Curro en el Tartiere.
Rubén García es zurdo, le gusta sobre todo jugar en corto y ha demostrado buen entendimiento esta pretemporada con Pelayo: comunicación continua y alternancia a la hora de pedir la pelota a los centrales, lo cual es un punto a su favor. Se le ha visto algo errático en el pase, quizás por querer arriesgar en exceso o quizás porque las piernas no le van todo lo bien que quisiera al ser la "pretemporada más dura que he tenido". Guarda bien la posición y no tiene problema en el repliegue.
Curro es distinto: siempre es él el encargado de pedir la pelota a los centrales, incluso colocándose a su misma altura; algo más estático en esa zona, busca mucho el pase largo y el cambio de orientación, aunque no es capaz de rectificar si no tiene el día en el pase. Tiene muy buen golpeo de balón, le encanta llegar desde atrás y buscar portería desde fuera del área aprovechando rechaces o dejadas de cara de los compañeros, ese es un punto que no tiene Rubén. Ambos están capacitados para ser titulares y de su actitud dependerán sus minutos sobre el campo.
Volantes
Seguramente sea el puesto que mejor tiene cubierto el Real Oviedo, y probablemente cuente con la mejor colección de futbolistas de toda la Segunda B en esa posición. Tres jugadores que serían titulares en cualquier equipo de la categoría, otro que es un dignísimo suplente y que sería indiscutible en muchos equipos de zona media en Segunda B.
Para la derecha, Jandro y Xavi Moré; competencia feroz por el puesto, a ambos les avala su trayectoria y se prevée una lucha muy bonita por la titularidad. Jandro tiene aptitudes para ser de lo mejorcito de la categoría pero en esta pretemporada no ha disipado dudas sobre su irregularidad, más bien al contrario. Pasa del frío al calor en menos que canta un gallo, es capaz de tener 15' prodigiosos y desaparecer el resto del partido. Muy hábil en el 1vs1, ayudado por su velocidad, no le cuesta encarar si se ve con confianza y muchas veces sale vencedor; juega casi siempre a dos-tres-cuatro toques y tiene capacidad de desmarque, además de un buen golpeo con pierna derecha. Será una buena alternativa el pase largo de Curro a la espalda del lateral zurdo para que Jandro llegue desde atrás.
A Xavi Moré le hemos visto menos, pero en pocos minutos ya ha dejado claro de lo que es capaz: no tiene el 1vs1 ni la chispa de Jandro, pero tiene una calidad que asusta. Aporta más juego combinativo que el canterano, tiene un toque de balón exquisito que le permite poner centros de gol aun con el contrario a un metro, como le hizo al Marino. Además, es capaz de alternar las tres posiciones de la mediapunta con lo que aporta nuevas variantes al equipo; no será extraño verle rondar la frontal del área y chutar a portería porque tiene calidad para ello; disparos con una colocación tremenda.
En el costado izquierdo Iván Ania e Invernón. El primero no necesita presentación: lo ha sido todo en el Real Oviedo y quiere devolverle, como mínimo, a donde estaba cuando él se fue. Iván tiene un guante izquierdo en el pie, una pierna de seda que no tiene parangón en Segunda B y que para sí quisieran muchos jugadores de Primera División. En ese sentido, asegura muchos goles y puntos a balón parado, ya sea golpeando desde la frontal del área buscando portería o bien sacando córners y faltas laterales para que otros empujen el balón a la red. Indiscutible su capacidad de asociarse, juega a uno-dos toques con una facilidad insultante, y, aunque nunca ha sido un especialista en el 1vs1, en esta pretemporada ha demostrado que puede desbordar. Capaz de pegarse a la línea para abrir el campo y centrar, o de buscar más el medio para jugar en corto y dejar el carril izquierdo libre al lateral; si el físico acompaña, marcará diferencias de todas las maneras.
Armando Invernón parece haber dado un salto de calidad este verano en una versión que no conocimos la temporada pasada. Largo recorrido en la banda, ha demostrado que puede subir y bajar con frecuencia e incluso intercambiar posición con Javi Barral (o Ernesto) si es necesario. Más velocidad que Iván, la aprovecha para buscar la espalda del lateral, aunque sufre en estático y el 1vs1 no es su fuerte, pero no por ello es manco en ese sentido, ya que con espacios puede llevar a muchos laterales. Aporta un plus en capacidad de sacrificio defensivo y en repliegue, pero penaliza en fase ofensiva comparándolo con Iván Ania. Habrá partidos para los dos.
Mediocentro
Pareja de medioscentros o mal llamados 'doble pivote'. Dos roles claros, defensivo y organizador; y dos jugadores para cada puesto, competencia feroz. Uno de los dos siempre debe guardar la posición, colocado en el vértice central cinco metros por delante de la pareja de centrales para sujetar al equipo y que la defensa no se quede en inferioridad numérica en caso de contraataque. El otro tendrá libertad para llegar a zona de 3/4 e inmediaciones de área, deberá presionar en primera instancia o ser el encargado de realizar la falta táctica, vital en cualquier equipo competitivo.
Por un puesto pelearán Pelayo y Mario Prieto, el día y la noche para una misma posición. Pelayo es un jugador mucho más frío, que aguanta mejor el sitio y que guarda mejor la posición, aunque debe habituarse a ser el tercer central en fase defensiva, estilo Xabi Alonso en el Liverpool. Reúne condiciones para ello: va bien de cabeza, no rehuye el choque ni la disputa, tiene buena salida de balón, juego a uno-dos-tres toques y tiene buen desplazamiento de balón en largo. Quizá peque de horizontal en su juego, seguramente porque la orden desde el banquillo sea no perder posesión en esa zona y no se vea aún con los suficientes galones como para arriesgar en el pase. Esta debe ser la temporada de su confirmación en un grupo que le favorece indiscutiblemente.
Mario Prieto, por el contrario, es un perro de presa andante, un cazador: no guarda el sitio sino que es el primero en presionar la salida de balón del rival, no tiene problema en ir al suelo con la planta del pie por delante, le encanta el cuerpo a cuerpo aunque se excede en las formas y este año le pueden penalizar mucho ese tipo de acciones. Con él, nos olvidamos de mediocentro posicional y de fluidez en la creación de fútbol desde atrás; no se esconde de la pelota, pero la diferencia entre él y el resto de medioscentros es abismal en esa tarea, aunque con libertad en la marca pueda sobresalir como en el playoff de hace unos meses.
El otro puesto se lo disputarán Rubén García y Curro. Uno llega de León con todo el crédito del mundo por su trayectoria, el otro debe recuperarlo tras una temporada nefasta en cuanto a actitud (ya está dando los primeros pasos). A los dos les encanta sentirse el eje del equipo y amasar la posesión de balón, aunque deben aprender a jugar sin él porque cualquier marca individual les desquiciaría igual que el Mallorca B desquició a Curro en el Tartiere.
Rubén García es zurdo, le gusta sobre todo jugar en corto y ha demostrado buen entendimiento esta pretemporada con Pelayo: comunicación continua y alternancia a la hora de pedir la pelota a los centrales, lo cual es un punto a su favor. Se le ha visto algo errático en el pase, quizás por querer arriesgar en exceso o quizás porque las piernas no le van todo lo bien que quisiera al ser la "pretemporada más dura que he tenido". Guarda bien la posición y no tiene problema en el repliegue.
Curro es distinto: siempre es él el encargado de pedir la pelota a los centrales, incluso colocándose a su misma altura; algo más estático en esa zona, busca mucho el pase largo y el cambio de orientación, aunque no es capaz de rectificar si no tiene el día en el pase. Tiene muy buen golpeo de balón, le encanta llegar desde atrás y buscar portería desde fuera del área aprovechando rechaces o dejadas de cara de los compañeros, ese es un punto que no tiene Rubén. Ambos están capacitados para ser titulares y de su actitud dependerán sus minutos sobre el campo.
Volantes
Seguramente sea el puesto que mejor tiene cubierto el Real Oviedo, y probablemente cuente con la mejor colección de futbolistas de toda la Segunda B en esa posición. Tres jugadores que serían titulares en cualquier equipo de la categoría, otro que es un dignísimo suplente y que sería indiscutible en muchos equipos de zona media en Segunda B.
Para la derecha, Jandro y Xavi Moré; competencia feroz por el puesto, a ambos les avala su trayectoria y se prevée una lucha muy bonita por la titularidad. Jandro tiene aptitudes para ser de lo mejorcito de la categoría pero en esta pretemporada no ha disipado dudas sobre su irregularidad, más bien al contrario. Pasa del frío al calor en menos que canta un gallo, es capaz de tener 15' prodigiosos y desaparecer el resto del partido. Muy hábil en el 1vs1, ayudado por su velocidad, no le cuesta encarar si se ve con confianza y muchas veces sale vencedor; juega casi siempre a dos-tres-cuatro toques y tiene capacidad de desmarque, además de un buen golpeo con pierna derecha. Será una buena alternativa el pase largo de Curro a la espalda del lateral zurdo para que Jandro llegue desde atrás.
A Xavi Moré le hemos visto menos, pero en pocos minutos ya ha dejado claro de lo que es capaz: no tiene el 1vs1 ni la chispa de Jandro, pero tiene una calidad que asusta. Aporta más juego combinativo que el canterano, tiene un toque de balón exquisito que le permite poner centros de gol aun con el contrario a un metro, como le hizo al Marino. Además, es capaz de alternar las tres posiciones de la mediapunta con lo que aporta nuevas variantes al equipo; no será extraño verle rondar la frontal del área y chutar a portería porque tiene calidad para ello; disparos con una colocación tremenda.
En el costado izquierdo Iván Ania e Invernón. El primero no necesita presentación: lo ha sido todo en el Real Oviedo y quiere devolverle, como mínimo, a donde estaba cuando él se fue. Iván tiene un guante izquierdo en el pie, una pierna de seda que no tiene parangón en Segunda B y que para sí quisieran muchos jugadores de Primera División. En ese sentido, asegura muchos goles y puntos a balón parado, ya sea golpeando desde la frontal del área buscando portería o bien sacando córners y faltas laterales para que otros empujen el balón a la red. Indiscutible su capacidad de asociarse, juega a uno-dos toques con una facilidad insultante, y, aunque nunca ha sido un especialista en el 1vs1, en esta pretemporada ha demostrado que puede desbordar. Capaz de pegarse a la línea para abrir el campo y centrar, o de buscar más el medio para jugar en corto y dejar el carril izquierdo libre al lateral; si el físico acompaña, marcará diferencias de todas las maneras.
Armando Invernón parece haber dado un salto de calidad este verano en una versión que no conocimos la temporada pasada. Largo recorrido en la banda, ha demostrado que puede subir y bajar con frecuencia e incluso intercambiar posición con Javi Barral (o Ernesto) si es necesario. Más velocidad que Iván, la aprovecha para buscar la espalda del lateral, aunque sufre en estático y el 1vs1 no es su fuerte, pero no por ello es manco en ese sentido, ya que con espacios puede llevar a muchos laterales. Aporta un plus en capacidad de sacrificio defensivo y en repliegue, pero penaliza en fase ofensiva comparándolo con Iván Ania. Habrá partidos para los dos.