Barrera de los 11.000 socios superada antes del comienzo de Liga; estadio con capacidad para 30.000 espectadores; más de 27.000 almas en un partido de Tercera División; una participación europea; decimosexto puesto en la clasificación histórica del fútbol español. Queda claro que la Segunda B no es el sitio del Real Oviedo, y que por más recién ascendido que sea, el objetivo azul debe ser el asalto a la LFP. Para eso se ha confeccionado la plantilla y eso exigirá la afición; si no es el ascenso, sí que se pelee por él hasta el fin.
Llega el primer asalto ante el CD Toledo, otro recién ascendido de Tercera División que busca volver a aquellos días de gloria en los que el equipo manchego rozaba el ascenso a la máxima categoría. En principio, no parten con las mismas aspiraciones en la presente temporada que el Real Oviedo, ni por presupuesto, ni por plantilla, ni por masa social, ni por exigencia histórica, pero no se les debe infravalorar porque en Segunda B cualquier equipo te puede hacer un descosido, y más en las primeras jornadas en las que las fuerzas están tan igualadas.
Llega el Toledo al Carlos Tartiere herido tras la eliminación copera a manos del Conquense (encuadrado en el mismo grupo II) por 1-0. Por lo que he leído en distintos foros y diarios, la imagen del conjunto toledano fue bastante mala, sin crear ocasiones de gol en la meta contraria y sin dominio en el centro del campo a pesar de jugar con un 1-4-1-4-1 y la consabida superioridad numérica en esa zona. Tan solo la entrada de Pulga como mediocentro y Guille en punta de ataque reactivó algo al equipo, pero sin llegar a llevar peligro alguno al área rival. Quizá esos dos nombres, sobre todo el del primero (que no fue titular por salir de una lesión), sean los que más haya que tener en cuenta de cara al Domingo. Serán los más frescos pues el resto del equipo acumula 120 minutos en las piernas al llegar el partido a la prórroga, aunque el Conquense mereciese sentenciar la eliminatoria sin necesidad de llegar al tiempo extra.
Raúl también debería introducir al menos dos o tres cambios para dosificar a una plantilla que viene de una pretemporada muy física y al que le esperan diez días muy duros, con partido entre semana en Lorquí y cuatro días más tarde en Guadalajara correspondiente a la segunda jornada de Liga. Espero que el Club haga un esfuerzo económico y los jugadores no vuelvan a Oviedo tras el partido copero de la próxima semana, sino que hagan un mini-stage para no acumular muchas horas de viaje en autobús en las piernas. El partido en Murcia obliga a que el equipo viaje de Martes si se quiere llegar al choque con una mínima frescura en las piernas; añadir vuelta el Miércoles de madrugada tras el pitido del árbitro con llegada el jueves por la mañana, y viaje otra vez el Sábado hacia Guadalajara para no viajar en día de partido.En total, 2700 kilómetros apróximadamente en cinco días con dos partidos de 90 minutos cada uno. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
La plantilla es amplia y el entrenador debería poder introducir dos, tres o cuatro cambios sin que el nivel se resienta. Otra cosa sería un escándalo y el anuncio de un fracaso sonado a final de temporada. Jugadores que no participaron de inicio en Alcalá, como Rubén García, Iván Ania, Xavi Moré, Ander Larrea o Gonzalo si se recupera de su lesión, deberían ser titulares bien ante el Toledo o bien ante el Ciudad de Lorquí en Copa del Rey dentro de una semana. Eso queda a juicio de Raúl, pero en un partido en el Tartiere yo daría la alternativa a Larrea, Xavi Moré o Iván Ania, en un contexto que les favorece y ante un rival que parece no apretará en exceso. Con ellos, ganas fluidez en la posesión, amplitud en las bandas al ensanchar el campo con dos laterales largos como Ander y Barral o Invernón, y también calidad a balón parado.
Es fundamental empezar con dos victorias en Liga para colocarse en lo más alto desde el principio y dejar claro al resto de equipos del grupo que el Real Oviedo va en serio. Pero también lo es avanzar dos rondas más de Copa del Rey ante rivales de Segunda B para enfrentarse a un equipo Champions o Europe League en el torneo del KO como premio a una afición que lleva muchos años sufriendo en categorías indignas sin desfallecer ni abandonar en ningún momento al Club de su corazón. Raúl tiene ante sí un reto complicado y debe superarlo con éxito si quiere demostrar que está perfectamente capacitado para devolver al Oviedo a la LFP.
Llega el primer asalto ante el CD Toledo, otro recién ascendido de Tercera División que busca volver a aquellos días de gloria en los que el equipo manchego rozaba el ascenso a la máxima categoría. En principio, no parten con las mismas aspiraciones en la presente temporada que el Real Oviedo, ni por presupuesto, ni por plantilla, ni por masa social, ni por exigencia histórica, pero no se les debe infravalorar porque en Segunda B cualquier equipo te puede hacer un descosido, y más en las primeras jornadas en las que las fuerzas están tan igualadas.
Llega el Toledo al Carlos Tartiere herido tras la eliminación copera a manos del Conquense (encuadrado en el mismo grupo II) por 1-0. Por lo que he leído en distintos foros y diarios, la imagen del conjunto toledano fue bastante mala, sin crear ocasiones de gol en la meta contraria y sin dominio en el centro del campo a pesar de jugar con un 1-4-1-4-1 y la consabida superioridad numérica en esa zona. Tan solo la entrada de Pulga como mediocentro y Guille en punta de ataque reactivó algo al equipo, pero sin llegar a llevar peligro alguno al área rival. Quizá esos dos nombres, sobre todo el del primero (que no fue titular por salir de una lesión), sean los que más haya que tener en cuenta de cara al Domingo. Serán los más frescos pues el resto del equipo acumula 120 minutos en las piernas al llegar el partido a la prórroga, aunque el Conquense mereciese sentenciar la eliminatoria sin necesidad de llegar al tiempo extra.
Raúl también debería introducir al menos dos o tres cambios para dosificar a una plantilla que viene de una pretemporada muy física y al que le esperan diez días muy duros, con partido entre semana en Lorquí y cuatro días más tarde en Guadalajara correspondiente a la segunda jornada de Liga. Espero que el Club haga un esfuerzo económico y los jugadores no vuelvan a Oviedo tras el partido copero de la próxima semana, sino que hagan un mini-stage para no acumular muchas horas de viaje en autobús en las piernas. El partido en Murcia obliga a que el equipo viaje de Martes si se quiere llegar al choque con una mínima frescura en las piernas; añadir vuelta el Miércoles de madrugada tras el pitido del árbitro con llegada el jueves por la mañana, y viaje otra vez el Sábado hacia Guadalajara para no viajar en día de partido.En total, 2700 kilómetros apróximadamente en cinco días con dos partidos de 90 minutos cada uno. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
La plantilla es amplia y el entrenador debería poder introducir dos, tres o cuatro cambios sin que el nivel se resienta. Otra cosa sería un escándalo y el anuncio de un fracaso sonado a final de temporada. Jugadores que no participaron de inicio en Alcalá, como Rubén García, Iván Ania, Xavi Moré, Ander Larrea o Gonzalo si se recupera de su lesión, deberían ser titulares bien ante el Toledo o bien ante el Ciudad de Lorquí en Copa del Rey dentro de una semana. Eso queda a juicio de Raúl, pero en un partido en el Tartiere yo daría la alternativa a Larrea, Xavi Moré o Iván Ania, en un contexto que les favorece y ante un rival que parece no apretará en exceso. Con ellos, ganas fluidez en la posesión, amplitud en las bandas al ensanchar el campo con dos laterales largos como Ander y Barral o Invernón, y también calidad a balón parado.
Es fundamental empezar con dos victorias en Liga para colocarse en lo más alto desde el principio y dejar claro al resto de equipos del grupo que el Real Oviedo va en serio. Pero también lo es avanzar dos rondas más de Copa del Rey ante rivales de Segunda B para enfrentarse a un equipo Champions o Europe League en el torneo del KO como premio a una afición que lleva muchos años sufriendo en categorías indignas sin desfallecer ni abandonar en ningún momento al Club de su corazón. Raúl tiene ante sí un reto complicado y debe superarlo con éxito si quiere demostrar que está perfectamente capacitado para devolver al Oviedo a la LFP.